Hay cosas que prevalecen en la raza humana. Los humanos le temen a estar solos, el caminar por la vida sin un gancho a la vida, sin un apoyo que en todo caso que tropieces, algo de lo que se pueda aferrar.
Una mano a tomar en el miedo.
Todos necesitan a alguien más, por más que se intenten convencer de lo contrario.
Los humanos le temen a lo desconocido; la ambigüedad es despreciada porque no sirve como consuelo, siempre habrá la posibilidad de algo malo. Y en ocasiones, las personas se aferran a otras para adentrarse a tal misterio juntos y así sentirse más seguros.
Nadie quiere ir a lo desconocido. Mucho menos cuando se va solo. De esa manera, si se cae al abismo, no habrá testigo de lo que hay al otro lado.
Caer al abismo es doloroso, pero ver a alguien más descender entre neblina y nubes turbulentas de la misma forma en el mismo bando, es reconfortante.
Por eso, estar solo en una habitación de hospital se siente de lo peor.
Las contracciones fueron determinadas
con intérvalos de nueve minutos y duración de veinticinco segundos en promedio.Hasta que ese tiempo no se redujera y el dolor no fuera más duradero, no puede hacer nada más que quedarse ahí y seguir sufriendo.
Chuuya no se confió de si mismo de usar su preciada moto morada para venir al hospital, tomó una más pequeña, quizás no tan rápida, pero le logró traer a su destino. La pobre quedó casi destrozada en la entrada del hospital, así eso sólo comprobaba su predicción.
Sus piernas ya no las siente, se rindieron por completo en la recepción y tuvo que ser traído en una silla de ruedas de urgencia.
De otra forma, su dolor sería en la sala de espera, no estaría solo, pero para nada cerca al comfort que le provee Dazai con tan solo pararse a su lado.
Chuuya mentiría si dijera que no desea estar sosteniendo su mano ahora mismo.
(...)
Ranpo maneja con las manos fuertes en el timón. La radio se había encendido predeterminadamente cuando inició el motor, pero de un golpe, calló al aparato.
Ranpo decreta que mientras el conduzca, no habría una sola pista de música. Sin embargo, no es como si Dazai estuviese muy expectante de las emisoras y sus bandas sonóras. Sus labios son mordidos por temblorosos dientes, rasca su piel y sus palmas sudan al punto de desprender las puntas de sus vendas.
Ellas vienen.
Voy a ser padre.
Soy padre.
Chuuya está solo,
Sufriendo
Sufre por mi culpa
Las gemelas.
Ellas...
Ellas están con Chuuya.
Y lo hacen sufrir
Y yo las pusé allí.
Así que es por mí.
Padre.
Padre.
No yo....
- ¡Dazai!- La voz de Ranpo empieza a sentirse en un crescendo de volumen.
- ¿Ayúdemonos mutuamente, sí? - Suplica Ranpo, sus ojos algo rojos - La última vez que me senté aquí, causé la muerte de mi hijo. Tú tienes mil voces en tu mente como yo, así que... Distraigámonos juntos ¿Sí?
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♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡
FanficEn el mejor momento de su relación, ni Edgar o Ranpo lo hubiera anticipado. ¡Esperan un bebé! [Este fic está bajo edición bastante lenta, pero sólo son correcciones de typos y errores de novato. No altera en absoluto la trama] Ranpoe, Soukoku, Shin...