Destinos cruzados

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EN OTRA PARTE DE MANHATTAN

Michelle

La brisa fría me recordaba lo insoportable que era el invierno en Nueva York. Apreté mis brazos alrededor del pequeño cuerpo dormido en mis brazos para darle calor y empecé a caminar. Mis párpados me pesaban y mis piernas se sentían débiles.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y seguí caminado buscando el hospital más cercano. Desde anoche mi bebé tenía fiebre y había vomitado, no sabía lo que le pasaba y por eso caminaba asustada, necesitaba saber que tenía.

Y como para empeorar me habían despedido en mi anterior trabajo y en los lugares a los que iba buscando trabajo me decían lo mismo.

"Lo sentimos, mejor ve a casa y cuida de tu hija."

Seguí caminado y cruce la calle, escuche el sonido de un auto frenando en seco y me detuve.

Miré a mi lado y vi el auto responsable. Una mujer de vestido elegante se bajó del asiento de copiloto y se acercó rápidamente a mí.

-Oh Dios, ¿estás bien? -No podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Frente a mi estaba una de las mujeres más hermosas y codiciadas de Estados Unidos. Alexa Peyton me miraba preocupada mientras que yo aún no salía del trance. Iba a responder pero otra voz me interrumpió.

- ¿¡Estás loca!? ¡Eres tonta o que te ocurre! No ves que la luz esta en verde para autos.
-Perdone? - Salí de mi trance y retrocedí indignada mirando a la otra mujer.

No solo tenía a una de las mujeres más importantes del país, las tenía a las dos.
Creo que me voy a desmayar pensé, y cuando cerré los ojos sentí unos brazos sostenerme con fuerza mientras me aferraba a mi bebé.

-Vanesa!
-Que? Sabía que era encantadora pero tampoco para que las mujeres se desmayen.

-Cállate y ayúdame - Las escuche hablar entre ellas mientras trataba de mantenerme despierta. Todo esto tenía que ser una broma.

-Bien, creo que no fue nada, solo el susto y....-El llanto de mi bebé las hizo callar y yo reaccione en seguida.


-Que... ¿Qué es eso? 

-Por Dios - La otra mujer rodó los ojos y me ayudó a levantar.

-Voy a llevarlas a un hospital.

-No, no es necesario, yo...

-Estas pálida, y tienes un bebe déjame hacerlo, prometo no secuestrarte. - La mujer de traje insistió con una sonrisa. - Y creo que no necesito presentarme. Pero sin embargo, un gusto, Alexa Peyton.- Sonreí y estreche mi mano junto a la suya.
-Michelle.- Dije simplemente y mire a la otra mujer quien estaba pálida mirando mi bebé fijamente lo cual me incómodo y la abrace más contra mí. Ella pareció darse cuenta y aparto la mirada subiendo a su auto.

Lo del secuestro quedo eliminado de mi mente ya que eran dos importantes empresarias y todo el mundo las conocía, así que no había nada que temer. Además, necesitaba llegar al hospital. Subí al auto mientras trataba de calmar el llanto de mi hija.

-Tal vez tiene frío - Alexa habló desde adelante y encendió la calefacción, mientras que la otra mujer parecía perdida en sus pensamientos.

-Gracias - Le agradecí con una sonrisa la cual fue correspondida y dejé un beso en la frente de mi pequeña.

-Cuál es su nombre? - Alexa se acomodó de manera que pudiera verme para entablar una conversación.

-Sofí.
-Lindo nombre.- Mi hija finalmente dejo de llorar y Alexa sonrió. La otra mujer me miraba por el espejo retrovisor sin ninguna expresión en su rostro. No parecía enojada o incomoda, lo cual me hizo sentir más tranquila, en comparación con lo que todo el mundo hablaba de ella.

Minutos después, el auto se detuvo y vi que habíamos llegado al hospital, a otro hospital, que parecía más lujoso y sofisticado.

- ¿Pasa algo? - Alexa noto la duda en mis ojos y se acercó a mí.

-Es un hospital privado.

-Y?
-Yo... Yo no tengo dinero para pagarlo. Fue mala idea venir, gracias, pero mejor me voy.

-Hey tranquila, yo me haré cargo de todo, no te preocupes.

-No tiene que hacer esto, enserio yo puedo irme y...

-Calla mujer, no pasa nada - Acepté con inseguridad y empecé a caminar junto a ella. Cuando llegamos a la puerta del hospital recordé a la otra mujer, me detuve y mire atrás encontrándome con una imagen que haría suspirar a cualquiera. Estaba recargada contra el capo de su auto fumando mientras miraba a la nada. Simple pero atractiva.

-No es muy amiga de los hospitales - Alexa hablo a mi lado y deje de mirarla para luego entrar.

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Después de muchos exámenes, los médicos dijeron que podía irme siempre y cuando tuviera cuidado y cumpliera sus órdenes. Sofí solo había cogido un resfriado, les agradecí y quedé más tranquila. Habían pasado algunas horas y supuse la mujer empresaria ya se había ido, pero me equivoqué cuando salí a recepción y la vi sentada mirando su celular.

-Hey, eso fue demorado.

- ¿Que hace aun aquí? - Pregunte confundida y ella levanto una ceja. -Lo siento yo... Me refería a...

-Tranquila, sé que es raro, solo quería asegurarme de que las trataran bien.

La miré y me mordí el labio.

-Realmente le agradezco todo lo que hizo por mí, pero esto ya es demasiado. No quiero que la gente empiece a hablar cosas equivocadas. Es usted una persona importante y no quiero dañar su imagen.

Hable demasiado rápido y la escuche reír.

-Tengo cara de que me importe la opinión de los demás? - Agache la mirada apenada y ella se acercó a mí. -Déjame completar la misión y dame la dirección de tu casa.

Ella sonrió divertida y fue imposible no corresponder esa tierna sonrisa. ¿Realmente Alexa Peyton estaba haciendo esto o era solo un sueño? Y si lo era no quería despertar.

-Está bien.

Salimos y vi el auto en el mismo lugar, pero lo único que faltaba era la otra empresaria. Pensé que estaría dentro del auto, pero no.

-Bien, a dónde vamos? - Alexa preguntó mientras encendía el auto.
-Yo le indicaré. - Ella asintió y empezó a conducir.

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