Romper contratos

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Cuando llegó la comida Vanesa se sentó a mi lado y me enseñó cómo utilizar los famosos palillos chinos, en medio de carcajadas e intentos fallidos logramos comer. Le hice mimos y traté de eliminar su tensión y enojo, y cuando creí que lo había logrado....

-Señora Ferrer el señor Collins acaba de llegar.

Taylor entró y se veía preocupada por "interrumpir" Vanesa apretó los puños y se levantó.

-Estoy ocupada, acaso no lo ves?
-Y lo siento mucha señora, pero dice que no se va hasta no hablar con usted.

-Está bien, llévalo a la sala de juntas.
-Si señora, permiso.

Vanesa gruñó molesta y volvió a mi lado.

-Qué pasa?

Miro a Damian y este le sonrió para luego volver su atención al portátil.
-Problemas con algunos negocios.
-Que problemas?
-Mi amor no quiero hablar de algo tan aburrido como eso.

Me acomode en el sofá y la mire.

-Si fuera aburrido no trabajarías en esto.

Rodó los ojos y se cruzó de brazos.

-No me ruedes los ojos quieres?

Se le escapo una sonrisa y se inclinó con rapidez para capturar mis labios en un apasionado beso.

Cuando el aire nos faltó nos separamos y ella dejo una rápida mordida en mi cuello.

-Tenía un negocio de muchos millones con una empresa importante de Los Ángeles.

Empezó con tranquilidad mientras acariciaba mi cabello y miraba mis labios.

-Su presidente quería comprar todas las acciones de Mi empresa, osea, Mi empresa, ¿te das cuenta de la estupidez tan grande que ha dicho? Comprarlas todas seria hacerlo dueño y socio mayoritario de mi imperio, no permitiría que nadie, absolutamente nadie tomara las riendas de mi imperio. Así que Collins se puede ir a la mier....

Le di una mirada de advertencia y ella sonrió con disculpa.

-Y sabes que es lo peor? -Negué. -Que si no acepto su negocio él retirara sus inversionistas, y lo que más me jode es que tiene el mayor número de inversionistas.

-Supongo que tienes que aceptar no?

-Cancele el puto contrato con ellos mi amor.

Habló exasperada y se cruzó de brazos molesta.

-Pensabas igual que ellos nena, pensaban que me iba a asustar con sus amenazas y no, Vanesa Ferrer nunca se asusta con cosas así, si quieren retirar a sus inversionistas, perfecto, que lo hagan y se vayan al carajo, yo conseguiré más, todos siempre quieren un pedazo de mis empresas, algo que los enlace con la gran Vanesa Ferrer.

-Mi amor. -Hable con paciencia y ella me abrazo. -Eres cruel.

Sentí su sonrisa en mi cuello y negó.

-Soy inteligente que es diferente.
-Ve y habla con ellos, tal vez lleguen a otro acuerdo no?

Volvió a negar y lamió mi cuello de forma sensual.

-Nadie me enfrenta, y si lo hace tiene que sufrir las consecuencias.

Suspire, nada que hacer, ella era tan terca que no había manera de hacerla cambiar de opinión.

-Entonces ve y hazles saber con quién se metieron.

-Es lo que haré créeme, y cuando los mande a la mierda, iré a casa a celebrar mi victoria con la mujer más sexy y hermosa de todas.

Su voz ronca y sensual se hizo notar mientras ponía una mano con disimulo sobre mi pecho y acariciaba mis senos.

-Voy a esperar con ansias entonces.

Sonrió arrogante y me beso de nuevo. Tocaron la puerta y ella se alejó gruñendo.

-Un segundo.

Rodé los ojos y la vi cargar a Sofí y darle muchos besos. La bajo y se acercó a Damian.

-Como esta Esben?
-Bien, aunque mamá no deja que duerma conmigo.
-Puede que se haga pipí cielo.

Hable como si fuera obvio y Vanesa río.

-Hablaremos en casa acerca de donde dormirá de acuerdo? Mami tiene que trabajar campeón, ¿te veo en casa bueno?

Él asintió y abrazo a Vanesa, ella me sonrió con diversión mientras me miraba de arriba abajo para luego pasar su lengua por su labio inferior. Jadeé en silencio y negué divertida.

Tomo algunos papeles de encima del escritorio y movió sus labios formando la palabra "Te amo".

Sonreí y la vi salir.

-Creo que mami tendrá un rato poco agradable.

Tome mis cosas para luego cargar a Sofí y salir de la oficina.
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Narrador X
Mientras Michelle y los niños salían del edificio, arriba en la sala de juntas Vanesa lucia enojada, cansada y con ganas de mandar a la mierda a todos los presentes.

-Eres consciente de las consecuencias de esta absurda decisión Vanesa?

Patrick Collins hablo mordaz mientras se inclinaba sobre el escritorio.

-Primero que todo, bájale al tono Patrick, no te permito que me hables como si fuera cualquiera, segundo, es mi decisión, y nada de lo que yo haga u ordene es absurdo, y tercero, ya habíamos hablado de esto, mi empresa rompe cualquier lazo de relación con tu empresa. Industrias Ferrer no va más con P.C y asociados.

- ¡Es que no puedes hacer eso!

El hombre grito enojado y Vanesa apretó los puños.
-Puedo y quiero. Así que te pido que retires a tus inversionistas.
-No es tan fácil Vanesa y lo sabes, eran inversiones de millones de dólares, como crees que van a tomar la decisión?
-No sé ni me interesa Patrick.
-Tomaste la decisión equivocada y lo sabes Vanesa.

El hombre amenazo y Vanesa contó mentalmente para no perder el control.

-Fuiste tú quien lo hizo, ¿en verdad creíste que Peyton Company vendería la parte de sus acciones a ti? O peor aún, ¿creíste que yo vendería mis acciones para convertirte en socio mayor Industrias Ferrer? Si lo creíste estas muy equivocado, Industrias Ferrer no esta a la venta, lleva mi apellido y lo seguirá llevando mientras yo sea su presidenta.

Lo señalo y él hombre apretó los puños.

-Exijo hablar con tu padre.
-Mi padre no tiene cartas en el asunto Patrick, soy la única dueña y la dueña ha tomado una decisión, te pido la respetes.
-Gaste miles de millones invirtiendo en tu empresa, no puedes sacarme del juego.
-Y gracias por hacerlo, pero el negocio se termina aquí.

-Esto no se va a quedar así.

No terminó de decir eso cuando ya tenía a la empresaria enfrente casi rozando su nariz.

-Crees que puedes venir a mi empresa y hablarme como te da la gana y aparte de eso venir a amenazarme y salir como si nada hubiera pasado? ¿Crees que lo voy a permitir?

Él hombre parecía fuerte pero sus barreras cayeron una por una al ver la furia en los ojos de la mujer frente a él.

-Cometiste un grave error, y me encargare de que pagues por él. Buen día señor Collins.

Dicho esto, salió y apenas entro a su oficina hizo un par de llamadas. Mañana a primera hora saldría la noticia de la sorpresiva banca rota de la gran compañía P.C y asociados.

Nadie se atrevía a desafiar a Vanesa Ferrer y no sufrir consecuencias.

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora