Quédate

Cumpleaños

Después del almuerzo, volvimos a mi Penthouse y nos acomodamos allí para conversar de negocios, Alexa mi padre y yo hablamos sobre el crecimiento de las empresas de la familia, mientras que mi madre, Michelle y Bela se ponían al día sobre cosas de "mujeres" sobre moda y sobre cómo ha sido la estancia de Bela en suiza.

-Esto merece un brindis hermana, no te lo puedo creer. -Lexa hablo emocionada mientras se levantaba y buscaba la botella de whisky.-Te das cuenta de que el viejo aquí presente. -Señaló a mi padre y él la miro mal. -Duró años en conseguir hacer negocios con ellos, y mira tú, cuanto, una hora? media?
-Una.- Respondí sonriendo y ella sirvió tres vasos de whisky.

- ¡Una hora viejo! ¿Te das cuenta de que tu hija logró en una hora lo que tú no lograste en varios años? - Mi padre me miro y reímos. 

-Salud por los negocios y la familia! - Lexa brindó y yo levante la copa tímidamente.
-Bueno, yo tengo que irme.

Mi madre habló interrumpiendo la conversación y mi padre se levantó también.
-Yo igual, tengo un vuelo a Los Ángeles, te lo había dicho? - Me preguntó y asentí. -Perfecto, te veo mañana.
-Recuerda que nos veremos en la mansión padre.

Él hizo cara de haberlo recordado de repente y asintió abrazándome levemente.

-Te veo allá, cuídate.
Nos separamos y mi madre se despidió también.
-Madre puedo pedirte un favor? -Hable en su oído. -Puedes cuidar hoy a los niños? Nosotras saldremos a tomar algo y a ponernos al día con Lexa.
-Claro que sí, me encantaría.
-Genial, le diré a Michelle que aliste las cosas y los llevas contigo.

Mi madre asintió feliz y fui donde Michelle.

-Nena, ven conmigo un momento.
La hale a la habitación de Damian y deje la copa de whisky a un lado para mirarla. -Los niños se irán con mi madre.
-Por qué?
-Alexa quiere salir a tomar algo.

Ella suspiro y me miró fijamente.

-Alistare las cosas entonces.
Apartó la mirada y sabía que ella estaba luchando con sus miedos e inseguridades.
-Michelle. -La llame y ella tardó un poco en darse la vuelta y mirarme.

-Podemos quedarnos aquí si tú quieres, le diremos a Lexa cualquier cosa y no saldremos.
-Confió en ti.- Se acercó y puso una mano en mi mejilla.
-Siento que no lo haces de verdad.

-Lo hago, es solo que...- Negó e intento apartarse, la tome del brazo y la obligue que me mirara.
-Dime. - Hable firme, pero sin llegar a apretar el agarre en su brazo.

- ¡Tengo miedo sí?! - Hablo de repente frustrada.-Tengo miedo de repetir el horrible episodio de hace meses.
-No te lastimaría de nuevo Michelle. Lo sabes.

-Lo sé, pero te veo beber y yo...
Negó con miedo y empuje su cuerpo contra la pared presionándolo con el mío.
Puse mi manos a cada lado de su cara y pegue mi frente a la suya.

-No voy a lastimarte jamás Michelle. -Me asegure de mirarla fijamente y ella trago saliva. -Te lo juro mi amor, te juro que nunca voy a obligarte a hacer algo que no quieras y nunca, escúchame bien, nunca voy a lastimarte de nuevo.
-Te creo.- Hablo con lágrimas en sus ojos y me acerque para tomar su labio inferior y besarla.

-Te amo, recuerda eso.
Profundice un poco y me separe.
-Yo también te amo.
Sonreí y deje un beso en su nariz para luego separarme y dejar que alistara las cosas de los niños.
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-Mierda, ya extrañaba esto.

Lexa rompió el silencio mientras el auto se estacionaba en la entrada principal del club donde habíamos decidido ir.
Apreté la mano de Michelle y me incline para darle un suave beso en los labios.

-Estas bien? - Pregunte y ella asintió con una hermosa sonrisa.
-Venga, vamos ya.

Salimos del auto y vimos las miradas curiosas de las personas que hacían fila para entrar.
El guardia de seguridad apenas nos vio levanto la cuerda de la entrada y nos invitó a pasar, allí, otro guardia nos dio manillas VIP y nos adentramos en el lugar.

Michelle
El club no era como lo imagine. Yo imaginaba algo oscuro, con música a todo volumen y lleno de gente borracha. Pero no era así, en cambio, el lugar era agradable, habían varias personas sentadas en mesas simplemente compartiendo y hablando sobre su día, la barra estaba más o menos llena y en una parte más alejada del salón había una pista de baile, donde varias parejas demostraban sus habilidades.

La mano de Vanesa se había instalado en la parte baja de mi espalda y me guiaba por el lugar. Nos habíamos ganado varias miradas curiosas y otras no tanto. Alexa nos guio a la zona VIP donde se saludó alegremente con algunas mujeres y hombres que habían allí.
Vanesa también las saludo con cortesía y me di cuenta la forma en que esas mujeres la miraban.

Nos sentamos y pedimos las bebidas, yo no tomaba así que pedí un jugo, Alexa pidió un whisky, Bela un Martini y Vanesa una cerveza.

La conversación era agradable, pero Vanesa estaba perdida en sus pensamientos. Miraba al escenario donde varias mujeres bailaban, pero su expresión era neutra hasta que Alexa mencionó algo que la hizo girar a vernos con expresión de miedo.

-Que dijiste? - Lexa trago saliva y con Bela nos miramos sin entender.
-Tu...-Lexa miro a otro lado y hablo bajito.-Tu cumpleaños.
Jadee en silencio ante ese pequeño detalle y mire la cara desfigurada de Vanesa.

-Por qué demonios dices eso?
Vanesa preguntó enojada y fruncí el ceño.
-Yo... Lo siento hermana, solo que...
-Basta... Solo olvídalo quieres?

Las dos se miraron por un momento y Lexa asintió con su mirada cargada de disculpas.

-Qué pasa? - Pregunte llamando su atención y ella me ignoro.
-Nada. - Respondió segundos después con la mirada perdida en la multitud que bailaba en la pista.
-Me pides que confíe en ti pero tú no confías en mi,de que trata este juego? - Hable enojada y ella me miró fijamente, suspiro y negó apartando la mirada.

-Me quiero ir.- Hablo levantándose y Alexa la detuvo.
-Vanesa no tienes que irte, acabamos de llegar.
-No me siento bien Alexa, quiero irme.-Habló seca y me miro estirando su mano hacia mí. La tome y caminamos para salir. Su agarre era fuerte y su semblante era tenso.

Cuando llegamos afuera, miro a ambos lados de la calle y empezó a caminar. Me dejé guiar y la seguí. Caminamos en silencio bajo la noche cálida y no quería romper el cómodo silencio.

-Hoy es mi cumpleaños.

Ella habló de repente y apretó mi mano, la mire un momento y su mandíbula estaba apretada. Recordé nuestra conversación hace meses y entendí el porqué de su actitud.

-Yo nunca tuve un cumpleaños y el único que tuve termino en una golpiza brutal que me dejó en el hospital.

Me estremecí ante el tono de su voz.

-Desde ese día no celebro mi cumpleaños, para que celebrar una estúpida fecha que solo me trae malos recuerdos.

Escupió con rencor y me detuve soltándome de su agarre.

-Lo siento.- No sé porque me disculpaba, pero me sentía mal.
-No es tu culpa, no es como si quisiera festejar eso, un día mas, un día menos, cual es la diferencia?
-Yo. - Ella me miro confundida y la abrace por la cintura. -Podemos hacer algo para que tengas un cumpleaños.

Su cuerpo se tensó y respiro hondo.

-No vale la pena hacerlo.
-Podríamos intentar.
-Dije que no Michelle. - Habló dura y cerré los ojos. Ella suspiro y paso sus brazos por mi espalda. -Lo siento no es un buen día para mi.-Apretó mi cuerpo un poco y beso mi cabeza. -Perdóname por favor, no quise hablarte de esa manera.

Levante la mirada y me encontré con su mirada arrepentida. Me puse de puntitas y acaricie su nariz con la mía.

-Está bien, olvidemos esto y vamos a casa.

Dejó un beso en mi frente y empezamos a caminar de nuevo