Fin de la historia

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(No me odien 😌)

Michelle

Vanesa se acercó a su madre y esta sonrió. Preocupada, la seguí de cerca a la espera de cualquier reacción suya.

-No soy tu hija, nunca me quisiste como tal.

Hablo dolida y su madre negó.

-Sé que lo que hice no fue correcto, pero no tenía opción, tu padre me exigía que no te prestara mucha atención, según él, toda la atención debería ser para tu hermano. Yo te amaba hija.
-Pero me golpeabas!
-Era para que aprendieras a ser fuerte y valiente, así podrías defenderte cuando tu hermano te molestara.

Vanesa acomodó su cabello y pensaba en sus palabras, no tenía sentido, porque le habría de enseñar algo a los golpes?

-Nunca me defendí, no tiene sentido.
-Hija, sé que en el fondo querías hacerlo, querías devolver cada golpe que yo te daba y que tu hermano te daba, llevas mi valentía aquí dentro.

Señalo su pecho y me mordí el labio. Todo era muy confuso, algo no cuadraba, y Vanesa simplemente se mantenía callada, mirando a un punto incierto.

-Yo siempre quise tu bienestar hija, quería que fueras alguien fuerte y que no te dejaras insultar de nadie, me frustraba que nunca devolvieras los golpes, te enseñe a pelear, te enseñe a ser agresiva para que te pudieras defender en el futuro.

Me dio una mirada extraña, mi corazón se aceleró ante aquella mirada y vi cómo se acercaba lentamente. Quería halar a Vanesa y sacarla del trance en el que se encontraba, pero yo tampoco me podía mover.

-Dime algo hija. ¿Aprendiste algo de lo que te enseñe? ¿Golpeaste a alguien alguna vez? Dime, ¿hiciste lo que te enseñe?

Pase saliva y Vanesa agachó la mirada negando.

-Yo... Me da miedo golpear a alguien.
-Hija, no debes tener miedo, si esa persona se merece tus golpes, está bien que lo hagas.

Mi respiración era algo inestable, Berta me miraba de forma rara y yo estaba confundida, se supone que Vanesa debe odiarla ¿no? ¿Entonces porque siento que Vanesa piensa que tiene razón en lo que dice? ¿Por qué siento que ella cree en sus palabras?

Decidí intervenir y tomé la mano de Vanesa con cariño.

-Estas bien amor?
-Ella está muy bien, verdad hija?

Berta respondió grosera y la mire.

-Disculpe que le diga señora, pero no veo a Vanesa muy bien, así que, amor.- Me miro y hale su abrigo para que caminara.-Es mejor que volvamos.
-Ella está muy bien niña, no te metas donde no te han llamado.
-Ella tiene razón.

Quite mi mano de su abrigo y la mire confundida.

-No te metas en esto Michelle, es algo entre ella y yo.
-Pero... Dijiste que me necesitabas a tu lado.
-Ella no te necesita ahora, esta donde tiene que estar. Verdad hija?
-Así es. Es mejor que regreses al auto.
-Pero....
-¡Que te vayas te digo!

La mire sorprendida y dolida al tiempo.

-Eres sorda o estúpida? Vete Michelle, déjame resolver esto.

A Berta parecía divertirle la situación ya que sonreí burlona.

-No necesita a nadie más, me tiene a mí que soy su madre.
-Eso no es verdad, Vanesa la odia.
-Michelle cállate y vete, no entiendes?

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