Quédate

Invitación

Vanesa
-Y mi sorpresa? - Le pregunte a Damian mientras estábamos en un McDonald's almorzando.
-Mm, bueno, en realidad no es sorpresa.- Entre cerré los ojos y reí dando un bocado a mi ensalada y alcanzando una papa frita a Sofí.

-Y entonces?
-Es que la directora me regaño por discutir con un niño de mi clase.
-Discutir? -Él asintió.-Por que estabas discutiendo con él?
-Porque es un tonto.
-Bueno, eso no es un argumento válido hijo.-Hable riendo y él bajo la mirada.

-Lo siento.
-Mírame.- Él negó y suspire.-No repito las cosas Damian.-Me miro y levante una ceja.-Que pasa campeón?
-Discutimos porque él no me cree que tengo otra mamá que eres tú.

-Y por qué no te cree?
-Porque dice que nunca te ha visto.
-Y sabe quién soy?
-Le dije, pero él me llamo mentiroso.

Asentí. Bueno, problemas comunes en los niños.

-Y esa era mi sorpresa?
-No.
-Entonces?
-La directora mando a llamarte.
-A mí?
-Pues, ella quería que mami Michelle fuera pero ella se enojaría conmigo y por eso le dije que irías tú.

Mierda. Vaya sorpresa la que me toca.

-Cuando?
-Mañana.

Mañana. Joder, mañana tenía que viajar a Los Ángeles con mi padre.

-Verdad que puedes ir? Así le diré a todos que eres la mami más genial del mundo.

Mi corazón dio un vuelco y suspire. Era mi hijo, nada que hacer, el viaje tendría que esperar.

-Claro que iré campeón.

Se lanzó a mis brazos y como pudo me abrazo cuidando de no lastimar a Sofí. Seguimos comiendo y riendo de las nuevas palabras que Sofí había aprendido hasta que tuve que llevarlos de vuelta a casa. Era domingo y él tenía que hacer sus tareas o yo que sé.

Cuando llegamos la casa se veía vacía y ellos me llevaron a la sala. Nos asustamos al ver a Michelle salir de la oscuridad y ellos corrieron a saludarla.

-Hola tesoros, como les fue?
-Bien! -Respondieron al tiempo y Michelle me miro.
-Genial.-Respondí simple y metí las manos a los bolsillos aun de pie.
-Ok. Damian despídete de mami y ve a cambiarte, tienes que hacer tus tareas.

-Mami puede quedarse a hacer tareas conmigo? - Preguntó y con Michelle nos miramos.
-No creo, mami tiene que trabajar.
-Mami? - Él me miro con cara de perrito regañado y asentí, él sabía que tenía que quedarme hasta mañana para ir a su escuela, cosa que Michelle no sabía aún. -Sii. Ya vuelvo.

Salió corriendo y en ese momento la puerta principal se abrió.

-Oh, no sabía que estabas aquí, hola.
-Hola.- Respondí por educación y Michelle se aclaró la garganta.
-Tienes hambre? - Michelle pregunto y me miro.
-No.- Michelle la ignoró aun mirándome, la pregunta iba dirigida a mí.

-No gracias.- Respondí cortante y abrace a Sofí.
-Tengo sueño mami.- Cerré los ojos y la apreté un poco.
-Duerme princesa, mami se quedara contigo.

-Michelle que vas a hacer en la noche? - La escuche preguntar y rodé los ojos sin que se dieran cuenta. Su voz era tan desesperante.
-Pues...- Nos miramos y apartamos la mirada.

-Te parece salir a bailar un rato? He quedado con unos amigos. Estas invitada también Vanesa.

Casi me atraganto con mi propia saliva. Tuve que toser débilmente cuidando de no despertar a Sofí.

-No creo que sea posible, ella tiene que volver al trabajo.- Michelle hablo y Katy hizo una mueca.
-Venga, conozco un lugar excelente para que la pasemos bien, vente.