Quédate

Te odio

Narrador X
-Bien, entonces revisando los porcentajes obtenidos de las ganancias de el hotel en Miami, estaríamos hablando de un total de 65% de ganancias en lo que corresponde a las empresas Ferrer, siendo así, si hacemos un estudio contando con las ganancias de todos los hoteles repartidos por el país obtendríamos una ganancia mayor este año a comparación con el año anterior. Correcto?

La empresaria preguntó mirando la pantalla gigante frente a ella y vio como los hombres sentados al otro lado de la línea asentían levemente.

-Entonces, siendo así...
-¡Mami!

La empresaria se sobresaltó y vio en dirección a la puerta. Su hijo mayor había entrado bruscamente irrumpiendo así en la importante junta de la empresaria.

-Que estás haciendo aquí?

Habló seria mientras llegaba hasta su hijo quien la miro asustado.

-Yo... Mamá dijo que no habías ido al trabajo entonces quería venir a buscarte para...
-Mira Damian, estoy ocupada vale? Así que sal ahora mismo y luego hablamos.
-Pero...
-Que salgas ahora mismo!

Hablo enojada sin levantar mucho la voz y su hijo asintió saliendo apurado. Suspiro acomodando su cabello y se dio la vuelta viendo las caras de confusión de los hombres en la pantalla.

-Eh, lo siento, podemos continuar?
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-Que tienes bebé?

Michelle preguntó al ver a su hijo remover su cereal de un lado a otro sin llegar a probarlo.
-Nada.

-Entonces termina de desayunar, recuerda que tienes que estar muy bien para tu partido.

Habló con ternura y su hijo agachó la mirada soltando bruscamente la cuchara y saliendo de la cocina casi corriendo. Segundos después se escuchó un portazo y Michelle se quedó con la boca ligeramente abierta y con la mirada perdida.

Minutos después se escuchó otro portazo y se dio la vuelta saliendo a la sala donde Vanesa salía enojada tirando su portátil sin cuidado sobre el sofá.

-Donde esta Damian?
-Es su cuarto, por qué?

Vanesa no respondió, sino que subió la escalera y se dirigió al cuarto de su hijo. Michelle confundida la siguió.

-Damian, abre la puerta quieres?

Vanesa dio dos golpes en la puerta y luego de esto la puerta se abrió revelando a un muy enojado Damian.

-Vamos a hablar tu y yo vale?

Vanesa habló seria señalando la escalera para que su hijo bajara y este lo hizo no sin antes cerrar la puerta de manera brusca.

-Que sucede?

Michelle preguntó y Vanesa la ignoró. Abrió los ojos indignada y la siguió escaleras abajo.

-Los modales forman al hombre.

Vanesa habló cuando llegó a la sala.

-Qué edad tienes?
-11

Damian respondió suavemente y Vanesa se cruzó de brazos.

-Exacto, estas próximo a cumplir 12 Damian, no puedes ir por la vida entrando a lugares sin antes tocar la puerta, es una falta de respeto ¿entiendes?

Hablo dura y Michelle frunció el ceño sin entender nada.

-No sabía que estabas ocupada.
-No es una excusa válida para lo que hiciste.
-¡No lo sabía!

Damian gritó de repente llamando la atención de las dos mujeres.

- ¡Nunca estas en casa! Cuando mamá me dijo que no habías ido a trabajar fui a buscarte para hablar contigo, ¡pero nunca me escuchas! ¡Nunca tienes tiempo, siempre estás trabajando!