Marcela Duncan

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Narrador X
Michelle miro a Robert y en ese momento su celular sonó, vio la pantalla y automáticamente sonrió pero recordó que estaban enojadas.

-Hola. - Respondió sin ánimos mientras se disculpaba con Robert pero sin levantarse de la mesa.
-Hola.- La empresaria habló tranquila.-Esta todo bien?- Al parecer las dos ya estaban más tranquilas para hablar.
-Si, donde estás? Llame hace un rato pero no estabas.
-Si, bueno un idiota me regó su bebida encima y arruinó mi chaleco, estaba en el baño.
-Quien es Jessi? - No pudo contenerse y preguntó con evidente molestia.

-Jessi es una vieja amiga de la universidad, Alexa la invitó para que pasáramos el rato.
-Para que pasarán el rato? - Michelle preguntó confundida.
-Sonó raro verdad? me refiero a tomar algo y conversar.
-Alexa me dijo que estaban en un bar, pensé que habíamos hablado de que no puedes tomar Vanesa.
-Estoy bien, además no estoy tomando tanto.
-Pero lo estás haciendo. - Michelle escuchó el suspiro de Vanesa y suspiro también. -Sabes que me preocupo amor, no quiero que nada malo te pase.
-Nada va a pasarme por tomar un trago nena, no te preocupes. -Eso último hizo que Michelle sonriera.- Sigues en el orfanato?
-Si.
-Está bien, entonces iré por ti para almorzar juntas te parece?
-Me parece perfecto, acá te espero. Te quiero.
-Yo también te quiero, te veo en un rato. - Michelle guardo su celular y vio a Robert que tenía el ceño fruncido. Ella sonrió y siguieron conversado.

Mientras tanto en el bar.
-Todo bien? - Alexa preguntó y Vanesa asintió tomando su whisky de un solo sorbo y se levantó.
-Tengo que irme. - Se despidió y salió directo al orfanato.

Condujo a toda velocidad y pronto llego al orfanato encontrándose con Martha, la directora.

-Señora Ferrer, que gusto tenerla por aquí, como esta?
-Bien gracias. -Respondió casual y a lo lejos vio a Sofí con Emma. -Permiso. -Se dirigió a Emma y la pequeña apenas la vio camino hacia ella dando pequeños pasos.
-Maa - La empresaria se agachó y recibió el pequeño cuerpo con una sonrisa.
-Hola princesa. - La saludo con un beso en la mejilla y levanto la mirada.
-Buenas tardes. - Emma saludo educada y vio por encima del hombro de la empresaria frunciendo el ceño, Vanesa se dio la vuelta y sintió su mundo temblar al ver a Robert que venía junto a Michelle, y venían sonriendo. Sus miradas se encontraron y Michelle borro su sonrisa.

-Hija, ¿dónde estabas? Sofí tiene hambre. - Emma rompió el silencio y se dio cuenta de que Vanesa y Robert se miraban fijamente. Los dos estaban serios y Vanesa estaba tensa.
-Mamá, podrías llevarte a Sofí por favor? - Emma asintió de inmediato y cargo a la pequeña saliendo de ahí.
-Vanesa.- Llamó su atención pero Vanesa estaba demasiado ocupada mirando a Robert y tratando de no matarlo ahí mismo.-Sé que quieres matarlo y te entiendo, pero ahora no es el momento adecuado. - La empresaria la miro un momento y Michelle noto la frialdad en su mirada, tanto así que se encogió nerviosa.

-Tu y yo hablaremos en casa, ve por Sofí y espérame afuera.
-No me voy a mover de aquí.
-No voy a hacer nada. -Vanesa habló tranquila pero Michelle noto sus puños apretados.
-No estaría tan segura.- Tomo sus manos pero Vanesa se soltó dando una paso hacia Robert.
-Vanesa tranquila. -Robert habló y Michelle lo miró queriendo parecer confundida.
-No te atrevas a hablarme pedazo de idiota, te dije algo y no lo has cumplido, qué estas esperando?

Vanesa dio otro paso cerca de él, pero Michelle se puso enfrente y la detuvo.

-Amor por favor. - Rogó con lágrimas en sus ojos y Vanesa apretó la mandíbula.
-Voy a romperle la cara a ese bastardo.- Hablo enojada y Michelle la abrazo por la cintura.
-No lo harás, no serias capaz de lastimarlo, tú lo dijiste. - Habló con la voz rota y sintió el cuerpo de Vanesa más tenso.
-Se lo que dije. -Habló seria y las dos se miraron. -No dejes que lo haga entonces. - Michelle sonrió y la abrazo más fuerte.

Vanesa
Sentir los brazos de Michelle rodearme era una sensación única, yo estaba consciente de lo enamorada que estaba de ella y me asustaba el poder que tenía sobre mí, porque pasaba esto, no podía enojarme porque ella con solo tomar mi mano me calmaba, y me frustraba porque sentía que algo en mi estaba cambiando.

-Vámonos de aquí. -Dejo un beso en mi cuello y la mire.
-Ve con Sofí y ya voy.
-Que no te voy a dejar aquí con él Vanesa. -Rodé los ojos y mire a Robert.
-No sé que haces aun aquí, ya te había dejado claro lo que quería y...
-Hermana por favor, escúchame.- Me libere bruscamente del abrazo y lo empuje fuerte.
No vuelvas a llamarme así! ¡No soy tu hermana! -Mi respiración era agitada y él me miro sorprendida.
-Somos hermanos Vanesa.
-¡Basta! - Grité fuerte haciendo que Mike y sus hombres entraran rápidamente.-No somos nada, tu hermana murió así que te lo diré una vez más, lárgate de aquí o te destruiré.
-Mi tía ya sabe y va a viajar para verte. - Cerré los ojos y sentí el cuerpo de Michelle pegado a mi espalda.
-Por favor. - Ella estaba llorando y mire a Mike.

-Déjame en paz por favor.- Hable cansada y lo mire.-Ya arruinaron mi vida una vez, déjame en paz y vuelve de donde viniste.
-Nunca supe porque te fuiste, te lo juro.
-Cállate. - Hable mordaz mientras sentía las caricias de Michelle en mi espalda.-Lo único que paso fue que esa niña murió la noche de su cumpleaños.
-No murió, porque eres tú y estas aquí.
-Te equívocas.- Una voz femenina habló y yo mire a Marcela, elegante como siempre y con su porte arrogante, algo no muy común ella.-Ella es Vanesa Ferrer, y no es tu hermana.

La mire sorprendida por su perfecto español.

-Y usted quién es?
-Mi nombre es Marcela Duncan y soy la madre de Vanesa.- Robert sonrió sarcástico y apreté los puños.
-Su madre está en Colombia y....
-¡Suficiente! - Grite y me gane la atención de los presentes. -Ella es mi madre, la única y verdadera, así que vuelve y dile a la hija de puta de tu madre que su hija murió, dile que lo logró, que esa noche la asesinó. Déjame en paz, porque tengo el poder suficiente para destruirte, y créeme que lo haré si sigues cruzándote en mi camino.

Tome la mano de Michelle y fui a buscar a Emma.
Michelle
Vanesa me llevaba casi arrastrando y de un momento a otro soltó mi mano y cayó de rodillas al piso con su respiración inestable.

-No puedo respirar. - Habló con dificultad y me agache a su lado preocupada.
-Mi amor mírame, no me hagas esto.- Ella intentaba tomar aire pero le era difícil, puse una mano en su espalda y de repente paso algo que me dejo sin palabras.
-Maa! - Sofí balbuceo llegando hasta nosotras y Vanesa la miro sonriendo. -Maa - Sofí llego hasta Vanesa y la abrazo, Vanesa sorprendida paso una mano alrededor del pequeño cuerpo y la apretó contra ella, su respiración se había normalizado un poco y cerró los ojos durante el abrazo. Mi hija la amaba y ella la amaba de vuelta. Y en ese momento sentí que ese era mi lugar, ahí debería quedarme, no importa lo que pase, mi lugar estaba junto a Vanesa.

Mire a mi madre y ella me sonrió pensando lo mismo que yo. Era tiempo de dejar el pasado atrás y pensar en el hermoso futuro junto a Vanesa.

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora