Quédate

Nominada

Michelle
-Hablaste con la jefa?
-Si.
-Y que paso? -Escuche hablar a mi mejor amiga pero mi mente estaba en otro lugar.
-Laura vino y Vanesa nos vio besándonos.
-Es broma verdad?- Negué.-Y a que piñas vino? 
-Vino a invitarme a almorzar.
-Y supongo que aceptaste como una tonta.- Hice un puchero y asentí.
-Perdona que te lo diga, pero eres una completa idiota.
-Lo sé. ¿Pero que más hacia? No podía decirle simplemente "No".
Bela rodó los ojos y me dio un golpe en el brazo.

-Eres mi mejor amiga y sabes que te amo.- Ya va a empezar.
-Bela, no es nece...
-Cállate y escúchame.
-Ok...
-La mujer que te ha invitado a almorzar fue la misma que te dejo sola y con el corazón roto hace dos años. Así que no me vengas con tus cuentos estúpidos de "No podía decir que no". Haber Michelle, ¿qué edad tienes? 10 años? Eres una mujer adulta y tienes una niña, que por cierto es hermosa, así que piensa las cosas antes de aceptarlas.

-Y que quieres que haga entonces? - Pregunte frustrada y sentí mis ojos llenarse de lágrimas.
-Necesitas aclarar lo que sientes por ella. Y hablar sobre que tienes una hija, ella debe saberlo y ahí te darás cuenta de que es lo que en realidad quiere. ¿Pero tu sientes algo por ella?

Esa pregunta me tomo por sorpresa, ¿sentía por ella lo que sentía hace dos años? Sí, me emocionó volver a verla y sentí cosquillas cuando me besó, pero no fue tan fuerte como hace años.

-No como antes. Ella me sigue mirando como antes, pero siento que no puedo mirarla de la misma manera. Su mirada no es la quiero mirar, sus manos no son las que quiero tocar, y sus labios no son los que quiero besar. Es tan confuso sabes, cuando la vi, sentí muchas emociones juntas, pero fue por unos segundos, ya después todo fue igual.

-Estas jodida amiga- Iba a responder, pero la puerta de la oficina se abrió y de ella salió la mujer culpable de mi confusión. Nuestras miradas se encontraron por unos segundos, me miro por última vez y salió. Cerré los ojos y escuché el suspiro de Bela.

-Ahora se cuales manos quieres tocar y cuales labios quieres besar.
-Soy una idiota sabes?
-Lo sé, te lo dije hace cinco minutos.- La mire mal y ella se encogió de hombros-Habla con Laura y aclara tus sentimientos.
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Vanesa
-Que haces aquí?
-Hola a ti también.- Alexa hablo sarcástica entrando a la cocina y abrazando a mi nana.-Nana! Mira nada mas como estas de hermosa. ¿Hace cuánto no nos veíamos? fuiste a la playa? Te ves más joven y bronceada y... Auch! Y eso por qué fue?- Nana le había dado un golpe en la cabeza y reí mientras me recargaba en la entrada de la puerta de la cocina.
-Por coquetear conmigo y luego irte a buscar otras mujeres.- Nana le siguió el juego y no podía aguantar la risa.
-Pero sabes que solo te amo a ti, puedo estar con muchas mujeres, pero mi favorita siempre serás tu.- Alexa hizo una cara de niña inocente y abrazo a mi nana de la cintura escondiendo su cara en el cuello de la mayor.

-Más te vale, ya sabes que soy muy celosa. - Nana me miro y me guiño el ojo. Negué y sonreí mirándolas.
-Solo tú eres la dueña de mi corazón nana.

Alexa era una idiota, pero me encantaba ver la forma en que interactuaban.

-Deberías unirte al abrazo. - Nana me miro mientras estiraba una mano hacia mí. Me moví un poco y uní nuestras manos.
-Los abrazos no son lo mío nana, además no quiero que Alexa se ponga celosa.
-Tienes razón, Vanesa suéltala, no quiero golpearte.- Salió de su escondite y nana soltó una carcajada. Sonreí a medias y salí de ahí. Fui a la sala y encendí la televisión.

"Se acercan los premios Crystal Award a mejor empresario del año y ya tenemos a los dos favoritos a este importante premio, vamos a verlos."

-Por un lado, tenemos al guapo Jacob Lewis quien en poco tiempo ha demostrado ser un demoledor en el tema de los negocios. Pero no se dejen engañar mujeres, es todo un donjuán.

Rodé los ojos y jugué con el control remoto.

-Estúpido Lewis.

-Estúpido quién?- Alexa se tiró a mi lado mientras comía un paquete de Doritos. La miré con cara de asco y seguí viendo la tele.

-"Y por otro lado tenemos a la hermosa y atractiva Vanesa Ferrer, quien ha sabido llevar las riendas de su gran imperio. ¡Pero cuidado mujeres! Esta mujer también tiene lo suyo.

-Claro que lo tengo idiotas- Murmuré mientras seguía jugando con el control remoto.

"Recuerden que pueden ver los premios en vivo y en directo por este, su canal favorito. Nos vemos en tres días desde el Hotel Plaza de Nueva York, donde seguiremos de cerca cada uno de los pasos de estos dos guapos empresarios"

-Supongo que estas nominada.
-Ya lo has visto.
-Quieres jugar? - Señalo la consola Xbox y asentí.
-Ve preparando todo, iré a hacer un par de llamadas.- Salí al balcón y me quede mirando mi celular meditando si llamar o no.
Suspire y finalmente marque.

-Industrias Ferrer.
-Soy yo señorita Hernández.- Conteste lo más serio que pude y escuche silencio en la otra línea.
-Señora Ferrer, en que puedo ayudarla?- Su voz denotaba temor y suspire alejando el celular un momento.

-Necesito que arregle mi agenda de estos días, me ausentaré toda la semana y no quiero problemas en la empresa, está claro?
-Si señora...
-Bien... Hubo un pequeño silencio porque yo esperaba que ella dijera algo y no me equivoque.

-Necesito hablar contigo.
-No hay nada que hablar.
-Sí, si hay algo de qué hablar- Ella parecía desesperada y decidí escucharla.
-No quiero escuchar acerca de cómo besa su novia.- Me atreví a decir y la escuche suspirar.
-Seria muy atrevido de mi parte pedirte que nos encontremos?

¿Atrevido? Claro que no, tu puedes hacer conmigo lo que quieras.

-Pasare por ti a la empresa en...- Calcule el tiempo que jugaría con Alexa y respondí.-15 minutos.
-Está bien, nos vemos.- La llamada término y entre a la sala.
-Vamos hermana, quiero patearte el trasero.- Lexa me paso un control y empezamos a jugar.