Inocente

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Narrador X

Vanesa seguía fumando mientras miraba la ciudad frente a ella, necesitaba relajarse y estar tranquila, pero sus miedos y dudas se hicieron presentes, los cuales desaparecieron cunado recordó su conversación con Alexa. Le dio una calada a su cigarrillo y sintió la presencia de alguien, se dio la vuelta y Michelle le sonrió.

-Y Sofí?
-Si apagas eso la traigo. - Vanesa sonrió y apago el cigarrillo, Michelle se fue y segundos después volvió con la bebe en sus brazos, quien apenas vio a la empresaria se emocionó y estiro sus pequeños brazos hacia ella.
-Ven acá enana. - La empresaria la tomo en sus brazos y le elevo haciendo que la pequeña riera y balbuceara cosas, mientras que Michelle cerró los ojos asustada.
Los volvió a abrir y vio la hermosa imagen de la empresaria sonriendo en grande mientras jugaba con su hija quien parecía disfrutar del juego también.

La carcajada de la empresaria la hizo salir de su pequeño trance y las miro, esta vez su hija estaba acostada boca abajo mientras una mano de la empresaria estaba en su pecho y la otra en sus pies, cuidando de no dejarla caer mientras simulaba que era un avión.

-Deberíamos entrar no? El balcón no es un lugar muy seguro para jugar

Michelle habló nerviosa y la empresaria asintió sin romper la posición en la que estaba la bebé.
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Vanesa
-Recuerdas la sorpresa de la que te hable?- Pregunte una vez habíamos entrado a la sala.
-Vanesa, de verdad no tienes que regalarle nada. - Bufé en broma y rodé los ojos con la pequeña en mi regazo. Ella se había vuelto tan importante para mí en tan poco tiempo y la conexión que teníamos crecía cada vez más.

-Mamá es muy aburrida. - Susurré a la pequeña quien como la primera vez toco mi piercing y antes de que lo halara me aparte haciendo que ella frunciera el ceño-No lo harás de nuevo enana. - Ella intento de nuevo pero me aleje, mire a Michelle y ella nos veía embobada. Antes de que hiciera pataleta por no poder tocar mi nariz me levante y espere que Michelle se levantara también.

-Dónde vamos?
-Es sorpresa.- Entre al ascensor y ella me siguió, le pase a Sofí y ella la cargo. Cuando llegamos abajo vi a Mike y sus hombres, rodé los ojos y me puse mis gafas oscuras.

-Señora....
-Te recuerdo que ya no trabajas para mi Mike.- Hable cortante mientras salía del elevador.
-Tengo ordenes de seguir siendo su escolta personal.
-Pues me importa una mierda esas órdenes, hablare con Ricardo acerca de esto.
-Solo intento protegerla, es mi trabajo.- Iba a decir algo mas pero Michelle tomó mi brazo y lo acarició, mi enojo se esfumo y sonreí mientras acariciaba su mejilla.
-Tranquila. - Ella habló y mi corazón dio un vuelco, era tanto el efecto que tenía sobre mí, me acerque y deje un suave beso en sus labios. Me separe y tome su mano para dirigirnos al parqueadero.

-Wow, sí que vive mucha gente aquí. - Ella hablaba refiriéndose a los autos y me mordí el labio.
-Por los autos? - Pregunté y ella asintió. -Cual te gusta? - Quería jugar un poco con su inocencia.
Ella los vio todos y se detuvo en uno. Era un Jeep Negro, bueno, la mayoría de los autos eran negros, era mi color favorito así que, nada que hacer.

-Algún otro que llame tu atención?- Sonreí y vi que Mike aguantaba la risa también, olvide nuestro altercado y le hice señas de que hiciera silencio. Ella los miraba todos y hacía gestos de vez en cuando. Y era obvio, habían autos hermosos y de diferentes marcas, dos Ferrari, una Cadillac Escalade, dos Mercedes Benz, un Lamborghini, un McLaren GT, cinco Range Rover de los escoltas, un Jeep, un hermoso Audi R8 y por ultimo mi bebé, mi Ducatti.

-Umm ese.- Señaló el Audi y me miro.-Por qué me preguntas eso?- Mike se aclaró la garganta intentando reprimir su risa y yo hice lo mismo.
-El Audi señora?- Asentí y uno de los hombres me paso las llaves, presione el botón y la alarma se desactivó. Mire a Michelle y ella tenía la boca abierta.

-Es tuyo? - Dios, amaba su inocencia.
-De hecho... Todos son míos. - Hable tranquila y su boca formo una "O". La guíe al auto y le abrí la puerta.
-A dónde señorita?
-Solo sígueme.- Me resigne al hecho de tener gorilas detrás mío y subí al auto, mire a Michelle y ella observaba el interior del auto con curiosidad.

-Cómo es que tienes tantos autos? - Me acerque y le puse el cinturón de seguridad, me puse el mío y arranque saliendo del Penthouse.
-Unos los pedí de cumpleaños y otros son regalos que Ricardo y Marcela me hacían.- No quería hablar mucho de eso, no aún.
-Pero si tu ocupas el parqueadero, donde dejan sus autos las otras personas que viven allí?-Le di una mirada rápida y tome su mano para entrelazarla con la mía.
-Todo el edificio es mío, y antes que preguntes, fue un regalo de Ricardo. - Ella asintió sorprendida y me concentre en la carretera.

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