Se mía esta noche

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Vanesa
Vi a Michelle hablar por celular seguramente con su madre, la vi sonreír y sonreí también, estaba tan enamorada de ella, pero a la ves estaba asustada. En el pasado me habían lastimado tanto que aún tenía esas cicatrices, no solo físicas sino emocionales. Para mí siempre fue difícil confiar en alguien, siempre fui cerrada al mundo, Ricardo y Marcela lo habían entendido y me apoyaban siempre, sabía que les frustraba algunas veces mi actitud, pero no podían hacer nada, no porque no quisieran, sino porque no entendían lo que me pasaba así que simplemente se lo guardaban para ellos.

-Está bien... Dale un beso de mi parte por favor y avísame si... Está bien ya me callo. ¡Pero... Mamá!... Si está bien adiós.

Nos miramos y nos levantamos para irnos.

-Todo bien? - Pregunte mientras iba a pagar la cuenta.
-Sí.- Pase la tarjeta de crédito y al ver al estúpido mesero cerca tome a Michelle de la cintura y la pegue a mi cuerpo. Ella rodó los ojos y me incline para besarla y así dejarle claro a ese estúpido que ella no estaba sola. Además, necesitaba probar sus labios una vez más. Encantadora lo sé.


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La verdad no tenía planeado nada, excepto la cena claro, las dos estábamos de acuerdo en dejar que las cosas fluyeran y pasaran como tenían que pasar.

Volvimos al Penthouse y nos acomodamos en el sofá. ¡Vamos! Por algo se empieza ¿no?

Me levante y serví un poco de vino, le pase una copa y empezamos a conversar. Ella me habló de su vida, lo que le gustaba y lo que no, sus planes a futuro, metas, proyectos etc.


-Que hay de ti? - Suspire y trague saliva. No podía joder el momento, solo unas preguntas y listo, no era tan difícil o ¿sí?

-Qué quieres saber? - Me acomode y nos miramos.
-Todo.- Entrecerré los ojos y ella río.-Podemos empezar por como llegaste al mundo de los negocios y todo esto de empresas y esas cosas. 
-Bueno, soy la única heredera así que fue fácil. Al principio no quería tomar el cargo, pero Ricardo dijo que ya era hora de que entrara a hacer parte de lo que él con esfuerzo había construido.

-Pero no eras muy joven para eso?
-Sip, pero realmente no me importo, desde el principio sabía que en algún momento tenía que hacerme cargo de eso. Honestamente cuando joven odiaba estudiar y odiaba todo lo que tuviera que ver con los negocios. Pero un día algo en mi cambió y gracias a ese cambio estoy aquí.

-Eras rebelde cunado joven?
-Bastante, con decir que maneje moto por primera vez a los 15 y me accidente en la misma moto a los 17, corría en carreras ilegales, no por dinero, sino por diversión y porque me gustaba imponer respeto a mis rivales.- Sonreí ante el recuerdo de esos días.- Desde el día del accidente no he vuelto a correr, estuve dos meses en recuperación y Ricardo me lo prohibió. - Ella asintió y espere que preguntara de nuevo.

-Siempre has vivido aquí?
-No- Tranquila Vanesa, todo está bien. - Antes vivía en Boston, cuando terminé la universidad vine aquí para hacerme cargo de la empresa, hace tres años para ser exactos.

-Entiendo. - Nos quedamos en silencio, pero no era incómodo.

-Esta es la parte donde vamos a la habitación? - Pregunte divertida y ella soltó una carcajada.
-Tranquilo tigre. Estas desesperada no es así? - Preguntó mientras se sentaba a horcajadas sobre mí y pasaba sus manos por mi cuello.
-No tienes idea. - Mis manos bajaron a su cintura y nos fundimos en un apasionado beso, no perdí tiempo e introduje mi lengua en su boca ganándome un gemido que me encendió más.

Desde nuestro último encuentro íntimo no había pasado nada más que no fueran besos en el cuello y caricias inocentes.

Narrador X
-Esto se debería ir. - Vanesa hablo incorporándose y tomando los botones del abrigo de Michelle mientras ella sonreía alzando los brazos. Quitó el abrigo y bajo las tiras del vestido suspirando al ver su lencería blanca.-Es preciosa, no me lo esperaba.- Dijo dándole a Michelle un beso entre los senos que la hizo suspirar.
-Te gusta? - Le preguntó Michelle con la voz ronca mientras la tomaba del rostro para rozar sus labios con los de ella mientras permanecía sobre su regazo.

-No tienes idea de lo que me encanta. 

Habló roncamente y acaricio una vez más.

-Vamos a la habitación. - Michelle hablo como pudo y Vanesa se levantó con ella aún en sus piernas, las enredo en su cintura y se abrazó a la empresaria quien llego lo más rápido que pudo a la habitación, recostó a Michelle con cuidado en la cama y la miró admirando su belleza.

-Eres tan hermosa.
-Vanesa....
-Se mía esta noche. - Habló recostándose encima de Michelle cuidando de no dejar todo su peso sobre ella.
-Hoy y todas la veces que quieras.
-Quieres esto Michelle? Dime, ¿lo quieres? - Vanesa rozo sus labios con los de Michelle quien asintió y aprovecho para besarla.

Michelle
Vanesa se paró frente a la cama y se quitó los zapatos, desapuntó su pantalón, lo bajo y vi su ropa interior negra, se quitó su saco, su chaleco y los lanzo lejos, todo bajo mi atenta mirada, pero todo iba bien hasta que vi su rostro serio.

-Que pasa? - Ella me miro y trago saliva.
-Quiero que me prometas. - Habló seria mientras se despuntaba los botones de su camisa. -Que no harás preguntas. ¿Lo prometes? - Estaba confundida por la situación, pero asentí ante su petición. Se quitó su camisa y dejo ver su sujetador negro y su marcado abdomen, pero abrí la boca al ver una enorme cicatriz que iba desde un poco abajo de su garganta hasta su abdomen , me quede con la boca abierta mirando aquello hasta que sentí la mano de Vanesa en mi barbilla haciendo que la mirara.

-Nunca intentes tocarla, es mas, no la detalles, no hay necesidad, puedes tocar todo lo que quieras, pero este va a ser tu límite, ¿está bien? - Asentí. -No tengas miedo, Luego lo entenderás. - Y sin más se inclinó y me beso, lento, como con miedo.

-Hazme el amor. - Susurré y ella se detuvo mirándome.
-Nunca he hecho el amor con nadie, no sé cómo hacerlo.-Parecía asustada pero la bese.
-Solo déjate llevar.
-Y si lo arruino? Y si...
-Y si te callas y me besas? - Sonreí y la tranquilice, la atraje de nuevo y la bese con más pasión.

Pase mis manos por su cuello y la acerque más a mí. Dejo mis labios y fue a mi cuello, sacó su lengua y la utilizó para hacer círculos en la zona, gemí fuerte y mis manos se abrieron en su espalda para acariciar. Solté un grito cuando sentí una fuerte mordida en mi cuello, que de seguro dejaría marca. Sus besos bajaron por mi clavícula y llegó a mis senos aun cubiertos por el vestido. Me miro como pidiendo permiso y moví mi cabeza en forma positiva.

Tire mi cabeza hacia atrás cuando ella se llevó uno de mis senos a la boca y el otro lo acarició con su mano. Hizo lo mismo con el otro y enrede mis dedos en su cabello.

-Dios...- Gemí sin aliento y acaricie sus senos. -Ven aquí. - Dije guiando los labios de Vanesa para besarla profundamente y olvidarme de todo. A diferencia de hace un momento, Vanesa tomo mis labios despacio, sin prisa y disfrutando de nuestras lenguas entrelazadas creando la danza más placentera y perfecta de todas.

Sentí sus senos rozar los míos y soltamos un gemido. Suspire mientras veía a Vanesa separarse un poco para luego volver a introducir su lengua en mi boca quien la aceptó gustosa. Abrí mis manos y acaricie su espalda lentamente disfrutando de la sensación de sus besos y me limite a absorber lo que esta sexy y hermosa mujer me estaba entregando.

Ella suspiro mientras desviaba sus besos a mi cuello de nuevo mientras mis manos acariciaban su espalda y luego las enredaba en su cabello para pegarla más a mí. Su lengua acariciaba mi cuello y dejo besos húmedos. Sentí su mano en muslo como la primera vez y empezó a subir mientras acariciaba, lentamente fue subiendo y puse mi mano encima de la suya para detenerla.

Vanesa
-Que pasa?- Pregunte jadeando cuando Michelle me detuvo.
-Yo...yo no...- Acaricie su mejilla y espere que continuara.-Yo bueno... Ya sabes...
-No, no sé, dime.-Tenia una pequeña idea de lo que iba a decir, pero quería escucharla.
-Hace mucho que no... Ya sabes...- Hizo señas raras y sonreí.

-No has estado con alguien en mucho tiempo. - Asintió sonrojada y le di un tierno beso.-Seré cuidadosa, lo prometo.
-Lo sé.
-Dime si te lastimo.
-Esta bien. - Ella habló y cerré los ojos un momento, no podía perder el control con ella, jamás la lastimaría a propósito.

La mire un momento y mi mano subió por su muslo, cerró los ojos cuando toqué su zona sensible y yo cerré los míos al sentir lo mojada que estaba.

-Estas empapada. -Gemí y acaricié.
-Es tu culpa.- Sonreí y la bese mientras quitaba sus bragas, me separe y las lance lejos, termine de quitar su vestido y observe su cuerpo desnudo sobre la cama.

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