Juntas

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Me estaba ahogando en mi propia risa, literalmente. No paraba de reír por las estupideces que Alexa decía.

-Y de verdad, no entiendo como dicen que el corazón es el motor para el amor y eso, el corazón es solo un órgano que bombea sangre y....

Solté otra carcajada y me tomé el estómago, no aguantaba más.

-Para... Hable ahogada y la mire. -Realmente eres una idiota - Ella me miro mal y de un momento a otro se quedó seria mirando la pared. Me calme y me disculpe con ella.- Yo lo siento, es solo que...
-No, está bien, tienes razón.
-Qué pasa? - Me acerque a ella y vi que sus ojos estaban oscuros y sin su brillo normal.-Oh mierda, que te pasa?
-Nada - Evitó mi mirada y se levantó.
-Eh, ven acá.- La llame pero no me hizo caso y a cambio salió al balcón. La seguí y la vi encender un cigarrillo.

-La gente piensa que por ser una gilipollas mujeriega no tengo sentimientos

-Alexa que...

-Es cierto que soy una hija de puta, pero también tengo corazón.- Ella me ignoraba mientras miraba a un punto incierto.
-Hermana....
-Quiero sentir las malditas mariposas hijas de puta de las que todo el mundo habla, quiero ver esa persona y sentir que mi corazón se quiere salir de mi pecho.-Su voz se cortó y me acerque a ella.-No quiero que ella me vea como una mujeriega a la que solo le importa el sexo.

-De que estas hablando? - Pregunte con cuidado y ella le dio una calada al cigarrillo y después tomó una respiración profunda.
-Me prometes que no vas a burlarte? - Sonreí con ternura y puse un brazo alrededor de su cuello acercándola a mí.
-Jamás lo haría - Le di un apretón y ella boto su cigarrillo.

-Estoy enamorada de Bela.- Soltó de un momento a otro y me separe para mirarla y esperar alguna de sus bromas.
-Que? - No salió nada mas de mi boca y ella agacho la mirada.
-Estoy enamorada hermana. - Su voz salió suave y me acomode mi cabello a un lado en señal de nervios e inquietud.
-Pero..tú..no entiendo.. sales con otras mujeres y...
-Lo sé, lo hago para tratar de olvidarme de ella, para no sentir lo que siento cuando la veo. Dos años Vanesa, dos años viéndola en tu empresa, dos años tratando de no saltar encima de ella y besarla hasta el cansancio, dos años de tortura, dos malditos años engañándome a mí misma. 

Ella hablo entre dientes y mire la ciudad frente a mí.

-¿Por qué nunca lo mencionaste?
-Primero pensé que era algo estúpido, pero luego fue creciendo y no lo podía controlar. Tu empezaste a salir con muchas mujeres y a vivir la vida sin compromiso, yo era tu compañera de aventuras y no podía dejarme llevar por unos extraños sentimientos hacia ella, yo tenía que estar contigo y hacer lo que tu hacías.

-Pero...no tenías que hacerlo, era mi vida y la forma como había decidido vivirla, no tenías que estar conmigo en eso Alexa.- Hable confundida.
-Lo sé, pero le prometí a Ricardo que te cuidaría de todo, no me importaba lo que tuviera que hacer, iba a cumplir mi promesa.
-No tenías que protegerme, se cuidarme sola.

-Lo sé, pero hay cosas que no entiendes.
-A que te refieres?
-Nada, Olvídalo. Nos salimos del tema.- Sus palabras me confundieron pero no presione.
-Entonces... Ella te corresponde?
Ella soltó una risa sarcástica y me miro.
-Corresponder? Vanesa mírame, soy una mierda de persona, solo se de sexo y alcohol, es obvio que lo último que hace es corresponderme.

-Por favor Lexa, eso no es verdad.
-Claro que lo es, solo mírame y mira mi historial, una mujer como ella no se fijaría en mí, no de la manera que sabemos.
-Y que dices de Michelle y yo? Tu y yo somos como dos gotas de agua, si Michelle se fijó en mí, aun con un hijo en su vida, ¿porque Bela no habría de hacer lo mismo contigo? somos iguales Alexa.

-Somos diferentes Vanesa.
-En qué? ¿En que la cantidad de mujeres con las que te acuestas no es la misma mía? Es estúpido Lexa, tú le quieres y debes intentarlo.
-Ni loca haría tal cosa.
-Por qué? nada pierdes con intentarlo.- Trataba de convencerla pero era igual a mí, testaruda.

-No lo sé, ¿y si no siente nada? ¿Y si me odia? Y si...
-No sabremos hasta que no lo intentes. Y si todo sale mal ya nos emborracharemos para olvidar, date una oportunidad de cambiar.
-Y tú?
-Yo que?
-Estarías dispuesta a cambiar por Michelle?

Ni yo lo sabía, ¿pero de eso se trataba la vida no? Intentar, no importa si ganas o pierdes, lo importante es intentar.

-Y si salimos heridas?
-Estaremos heridas las dos, y saldremos de esto las dos, como siempre lo hemos hecho - Hable sincera y la apreté más. Se sentía jodidamente bien, sentí su cuerpo más relajado y yo también me sentí relajada. Un peso menos en nuestra vida.

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora