Mamá

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Unos minutos después, se formó un silencio y permanecimos allí sentados en la cama, yo mirando los otros dibujos y el observándome fijamente.

-Eres muy bonita - Levante una ceja divertida y sonreí.
-Gracias.
-Cuantos autos tienes? - Reí con gracia y puse una mano en su cabeza acariciando con cariño.
-Muchos.
-Muchos cuantos? - Él pregunto curioso y apreté su cabeza.

-Mm, unos quince. - Hable tranquila y él abrió los ojos enorme.
-Woo. ¿Y si caben en tu parqueadero? - La inocencia de los niños no tiene precio y era algo que me encantaba. Cuando era niña era muy curiosa y tenía una imaginación muy grande, soñaba con ser importante y tener muchas cosas, y ahora viendo a mi alrededor me doy cuenta de que lo tengo todo. Tal vez en la cabeza de Damián también hubiese muchas ideas y sueños.

-El parqueadero es enorme.
-Woo - No dejaba de decir "Woo" y sonreí. -Cuando sea grande quiero ser como tú. - Soltó de repente y borre mi sonrisa, ¿cómo yo? ¿Cómo podía un niño pedir ser como yo? Para el mundo yo era una perra sin sentimientos, una mujer egoísta y arrogante, como podía ser que alguien quisiera ser como yo.

-Disculpe que la interrumpa señora Ferrer, pero su madre necesita hablar con usted y Damián tiene que pasar al comedor.

La joven interrumpió mis pensamientos y me levante entregándole los dibujos al pequeño quien hizo una mueca de tristeza y los guardo. Sin esperar mucho y con el corazón a mil salí de la habitación y solté el aire que sin saberlo había retenido.

Caminé al comedor y en medio del pasillo me encontré con mi madre.

-Estas bien?
-Todo perfecto.
-Michelle hablo conmigo acerca de trabajar aquí, habló de eso contigo? - Preguntó mientras caminábamos por el pasillo.

-Oh claro, ella quiere trabajar para pagar su carrera.
-Por qué no sigue en la empresa?
-No tiene experiencia, al principio la contrate y le di tres días de prueba que obvio se fueron a la mierda cuando descubrí que me gustaba, pero aun así no tiene experiencia y no se siente comoda trabajando allí.

-Entiendo, trabajara aquí entonces, me encargaré de que trabaje en algo simple, y que pueda traer a mi nieta y estar pendiente de ella.
-Te lo agradezco. - Guardamos silencio y sentí que ella tenía que decir algo más.

-Donde se están quedando?
-Quienes?
-Tu tía y su hija.
-Oh, en mi Penthouse.- Ella asintió son ninguna expresión y aparto la mirada.
-Me gustaría hablar con ellas y conocerlas, podríamos organizar una cena esta noche.

-Michelle llegara hasta mañana, y quiero que esté presente también.
-Entonces mañana será. - Me detuve en medio del pasillo y como si alguien tuviera una cuerda amarrada a mi cabeza, me giré y me encontré unos ojitos mirándome con curiosidad, Damián estaba en la entrada del comedor y me miraba intensamente. Ese pequeño tenía algo que me hacía querer abrazarlo y protegerlo de Dios sabe qué cosa. Sonreí para saludarlo y él me devolvió la sonrisa entrando y desapareciendo de mi vista.

-Veo que hiciste un amigo. - Escuche hablar a Marcela y la mire aun sonriendo.
-Cuál es su historia? - Pregunte y ella borro su sonrisa, ella sabía la historia de cada niño que había en el orfanato, se encargaba de investigar cada uno de los motivos por el cual los niños no podían estar con sus padres.

-Maltrato familiar. - Empezamos a caminar y apreté los puños, la mayoría de los niños que habían acá, venían porque sus padres los golpeaban o abusaban de ellos, y entonces recordé su pómulo, tenía un golpe allí y sentí rabia.

-Llegó hace unos días, venia en condiciones muy malas, su padre es alcohólico y su madre entro en las drogas hace algunos meses. No tiene hermanos y las condiciones en que vivía eran deplorables.

-Entiendo.
-Es tímido, o tal vez desarrollo algún tipo de trauma.
-Por qué dices eso? - Eso podría ser una posibilidad, un trauma por todo lo que le pudieron haber hecho.
-No habla con nadie, siempre permanece alejado y no se integra con otros niños ni para jugar ni para comer.

-No lo han llevado al psicólogo?
-Sí, pero no dice ni una sola palabra, nunca lo hemos oído hablar, no que yo sepa.

Me detuve y la mire con cara de ¿"enserio?"

-Qué extraño, hace un momento estábamos hablando. - Ella me miró y me encogí de hombros.

-Hablas enserio? -Preguntó sin creerme.
-Sí, me mostró algunos de sus dibujos que curiosamente eran mis autos plasmados en el papel, y me dijo que era muy bonita.

-Si claro - Hablo burlándose y entre cerré los ojos.
-Es enserio.
-Es una broma no? - Rodé los ojos y ella me miro seria. -Damián nunca ha hablado con nadie, nunca dice gracias, nunca saluda, nada.

-Bueno, hace un momento hablaba.
-Tal vez deberías dejar de fumar esas porquerías. - Abrí la boca sorprendida y ella soltó una carcajada. -Es broma.
-Loca. - Le mostré la lengua y corrí por el pasillo como una niña pequeña. Escuché su risa detrás y sentí mi corazón latir como loco, ella era tan hermosa, tan especial conmigo, y la relación madre-hija era perfecta.

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora