Cosas del pasado

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Vanesa

Después de hacer un recorrido por toda la casa y ver parte por parte, decidimos tomar un descanso. Mi padre conectó la consola Xbox y se sentó a jugar con Damian, Sofí se durmió en su nuevo cuarto y mi madre y Michelle se sentaron a conversar en la sala.

Yo por mi parte me senté en un sillón alejado y revisé algunos correos electrónicos de la empresa para mantener mi cabeza ocupada. De alguna manera quería pensar en todo menos en el día que era hoy, no era una fecha corriente.

-Hija?
-Mmm.- Respondí sin despegar la mirada del celular.
-Quieres salir a almorzar o preparo algo aquí?
-No lo se madre, como quieras.

Escribí la respuesta a un correo de Isaac y seguí revisando la bandeja de mensajes.

-Hija...
-Madre.
-Quieres prestarme atención?
-¡Estoy ocupada madre! - Hable sin paciencia y vi la sorpresa en su cara por mi respuesta.

Michelle también me miraba sorprendida y mi padre había pausado el juego.

-Lo siento... Yo...- Bloquee el celular y me pase una mano por el cabello. -Perdón.... Yo...
-Esta bien no te preocupes, siento haberte interrumpido.

Mi padre llegó hasta mi y puso una mano en mi hombro con cautela.

-Todo bien?
-Si yo... Todo está bien, debe ser el estrés del trabajo.-Mentí apretando los puños.
-Ok, puedes hablar conmigo si quieres.- Asentí y el sonido del elevador nos hizo girar para ver quien entraba.

Una enorme sonrisa se formó en mi cara y me lance a los brazos de Alexa quien me apretó contra su cuerpo.

-¡Pero mira quien ha regresado!
Hable emocionada y nos separamos.
-Pero mira nada mas, mi perdedora favorita.

Borre mi sonrisa y tome su cara entre mis manos, su semblante paso a ser de preocupación y hable mirándola fijamente.

-Dios mio, sigues igual de fea.
Le tomo un momento entender pero luego soltamos una carcajada y nos volvimos a abrazar.

-Te extrañe hermana.- Habló mas seria y la apreté dándole a entender lo mismo.
-Venga, dejemos la mierda de emotividad.
Nos separamos y ella saludo a mis padres y yo a Bela.

-Que tal todo?
-Todo perfecto.
-Realmente te admiro Bela.

Hable seria y puse una mano en su hombro, ella me miro asustada y hable.

-No debe ser fácil vivir con Alexa.

Ella me miro confundida

-Sinceramente, te admiro.
-Yo...-Empezó pero la interrumpí.
-Te estoy jodiendo Bela.- Solté una carcajada y ella sonrió divertida.-Lo siento, pensaras que estoy loca.
-Se que lo estas, pero también la extrañaba señora Ferrer.

Saludaron y empezamos a conversar.

-Tía tenemos hambre. ¡Nana! ¿¡Nana mi amor donde estas!? Donde demonios esta nana?

Bela la reprendió y reímos.

-Nana no trabaja más para mí.
Su boca formo una "O" e hizo un puchero.
-Que? Por que?
-Su marido falleció y su hijo decidió llevarla con el a...Donde madre? 
-Texas.

-Eso, se fue a vivir con su hijo a Tec... Tec...- Cerré la boca y apreté los puños. La mano de mi madre acaricio mi espalda y me tense.
-Tranquila, tomate tu tiempo cariño.

Respiré varias veces y cerré los ojos.

-Umm, mejor salimos a almorzar.
Alexa hablo suavemente.

Suspire triste y frustrada por mi falta de capacidad para formar una palabra tan simple.
Lo cierto era que cuando pequeña tenia ciertos problemas de aprendizaje. En la escuela me enseñaban lo necesario, pero tenía que aprender mas cosas en casa, pero yo no tenía ni libros para estudiar. Ellos nunca me compraron libros, solo tenia un cuaderno desgastado que me había regalado la profesora.

No era una niña "normal" y no hice cosas que otros niños a mi edad hacen.
Cuando Ricardo me encontró todo cambió, algunas cosas fueron complicadas de aprender y otras me tomaron años para hacerlo. 

No se notaba mucho, pero sucedía de vez en cuando, por ejemplo hoy. Justo hoy.

-Vamos? -Lexa habló y me levante para ir a la cocina por un vaso de agua.

-Esta todo bien?
Deje el vaso de agua a un lado y me di la vuelta para mirar a Michelle que me había seguido.
-Si.. Yo solo... No se.
-Quieres hablar de lo que paso allí afuera?

Trague saliva y me recargue en la encimera cruzándome de brazos.

-Son cosas del pasado.
-Bueno, quiero saber.
Se acercó y abrí mis piernas para que se parara entre ellas. Puso sus manos en mi pecho y yo pase las mías por su cintura.

-De pequeña no recibí una buena educación, ni tuve buenas bases de aprendizaje, en conclusión no desarrolle mis capacidades a tiempo. Cuando llegue, tardé dos años en aprender lo básico, sumar, restar, escribir, leer, además de eso tuve que aprender el idioma también.

-Pero eras inteligente.-Hice una mueca y la acerque mas a mi.

-No, realmente era una bruta, Ricardo y Marcela me contrataron una cantidad incontable de profesores privados pero se aburrían de una niña "anormal" y se iban.
-Pero no eras anormal.
-No lo era, pero bueno ellos se cansaban de mi actitud al no querer estudiar ni aprender.

-No querías?
-No, bueno, me aburría, prefería estar jugando videojuegos o mirando televisión.

Ella sonrió y puso una mano en mi mejilla.

-Entonces de donde ha salido la exitosa empresaria?
Metí un mechón de cabello detrás de su oreja y sonreí.
-A los diez años conocí a Alexa, ella influyo en mi educación por así decirlo, ellos se mudaron y desde ahí Lexa me convenció de ir a la escuela y a aprender cosas y eso. Eso fue tres años después de que mis padres me adoptaran,

-Cómo es eso? - Preguntó confundida y deje un beso en su nariz.
-Ellos vivían en Australia y no sabían de mi existencia, mis padres dieron la noticia tres años después, los padres de Alexa viajaron de inmediato a conocerme pero ella se negaba a viajar, digamos que era rebelde y tenía miedo de ser "reemplazada"

Sonreí al recordar y Michelle río parándose de puntitas para darme un suave beso.

-Cuál fue su reacción?
Mire a la pared un momento tratando de recordar y me mordí el labio.
-Bueno, fue un encuentro extraño, nos quedamos mirando fijamente durante algunos minutos bajo la mirada curiosa de nuestros padres, luego ella se acercó y dio una vuelta a mi alrededor mirándome de arriba abajo. Ese día fue muy incómodo para mí y lo único que preguntó después de un buen rato fue "Te gustan los videojuegos?"
La mire confundida pero luego asentí y ella sonrió respondiendo con un "Perfecto, porque te pateare el trasero"

Reímos y nos miramos.

-De verdad dijo eso?
-Sep. Lo bueno fue que yo le patee el trasero a ella y desde ese día me gane su respeto y confianza.
-Wow, y después?

Reí y negué dejando un beso en su frente.

-Suficiente por hoy nena, nos deben estar esperando para salir.


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