Quédate

No voy a discutir contigo

Quinto mes

Vanesa
-Amor?
-Mm
-Puedo preguntar algo?
-Puedes.
-Tienes en mente alguna fecha para la boda?

Deje de leer el documento y la mire.

-No lo había pensado.

Estábamos en mi oficina, habíamos ido a la consulta del bebé y Michelle quiso venir ya que Sandra y Kevin estaban haciendo algunas cosas relacionadas con sus documentos y para garantizar la estadía en el país por más tiempo.

-Tu si?
-Bueno, creo que sería bueno hacerlo después de que ángel nazca.
-Me parece bien.

Seguí leyendo y la escuché jugar con los lápices que habían encima del escritorio.

-Dos meses después?

Volvió a preguntar y asentí sin mirarla.

-Tal vez en febrero.
-Febrero 20

Hablé aun leyendo y escribí algo en mi agenda.

-Es una buena fecha. Me gusta.
-Me alegra.

El teléfono sonó y lo atendí.

-Señora un hombre quiere verla.
-Tiene cita?
-No pero dice que es urgente.
-Quién es?
-Se presentó como Jacob Lewis, es el hijo del señor Thomas?
-Sí, hazlo pasar.
-Si señora.

¿Qué hacía Jacob aquí? Han pasado casi cinco años desde la última vez que lo vi, ¿ahora que quería?

-Adelante.

La puerta se abrió y me levante algo en shock.

-¿Jacob?

El tipo que yo recuerdo era musculoso, simpático, bien arreglado, este no era Jacob.

-Hola Vanesa.

Michelle se levantó lo más rápido que su barriga se lo permitió y lo miró sorprendida también.

Lucia delegado, desarreglado, sus ojos ya no trasmitían arrogancia ni odio, estaban apagados.

-Siento venir a molestar pero necesito hablar contigo.
-Eh, claro, adelante, toma asiento.

Él se acercó y cuando se fijó en Michelle se quedó mirándola por unos segundos y luego bajo la mirada a su barriga.

-Hola, soy Jacob.
-Me acuerdo de ti, soy Michelle.

Él pareció recordarla y abrió los ojos ligeramente.

-Tú eras su secretaria.
-Así es.
-Aún trabajas aquí?
-De hecho es mi prometida.
-Oh están juntas.
-Así es.

Hubo un silencio algo incómodo y me aclare la garganta.

-Es un sorpresa volver a verte, ha pasado algún tiempo.
-Sí, volví hace unos días en realidad.
-Mm, yo voy a tomar un poco de aire.

Michelle me miró.

-Ten cuidado.

Asintió y salió.

-A que debo tu visita?
-Necesito trabajo.

Lo mire confundida.

-Y qué puedo hacer por ti?
-Me preguntaba si podías darme trabajo aquí.

Bueno, eso no me lo esperaba.

-Tu padre tiene una empresa, por qué aquí?
-La empresa de papá esta en banca rota, la están investigando por posible fraude y negocios sucios.
-Que?
-La compañía quebró y tiene muchas deudas, mi padre estafó a muchas personas y ahora ha tenido que salir del país.