Recuerdos

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Entre sueños sentí un movimiento brusco y varios gemidos de dolor. Un corto grito me hizo abrir los ojos rápidamente y mire a mi lado donde el cuerpo de Vanesa se movía con brusquedad. Su cara y pecho estaban cubiertos de sudor y apretaba los ojos mientras gemidos de dolor salían de su boca.

-Vanesa despierta. - Hable moviendo su hombro. - Amor despierta por favor.- Rogué pero no despertaba. -Mi vida por favor... Rogué y un grito más fuerte salió de su boca al tiempo que se despertaba y se salía de un rápido movimiento de la cama.

Quedo en una esquina de la habitación y se sentó abrazando sus rodillas. Su respiración era agitada y su cuerpo temblaba. La escuche llorar y me acerque con cuidado.

-Amor... Amor soy yo.

Al escucharme levantó su cabeza y me miro, las gotas de sudor decoraban su hermoso rostro y se confundían con las lágrimas.

-Michelle?

Preguntó entre lágrimas y me arrodille frente a ella poniendo mis manos en sus rodillas.

-Soy yo mi vida.

Ella miro alrededor de la habitación y apretó los ojos negando.

-Michelle...

Abrió sus rodillas y me acomode para abrazarla, la rodee con mis brazos y ella apretó la tela de mi vestido soltando un fuerte sollozo. Cerré los ojos y sentí como las lágrimas mojaban mi cara.

-Fue solo una pesadilla cielo. -Hable tiernamente y ella me apretó más. Por una parte, me gustaba la faceta de debilidad de ella, pero por otra parte me desgarraba verla sufrir de esta manera. -Tranquila, estoy aquí.
-No me sueltes...

Habló entre lágrimas y negué dejando un beso en su mejilla.

-Nunca. -Me separe un poco para mirarla y selle mi promesa con un delicado y suave beso. -Estarás atada a mí de por vida, ¿me oíste? No vas a librarte tan fácil de mí.

Hable contra sus labios y deje besos por toda su cara. Limpie sus lágrimas y junte nuestras frentes notando como dejaba de llorar. Cerró los ojos y tomo una respiración profunda.

Abrió la boca para hablar, pero no dijo nada, me miro un momento y pude notar el miedo en su mirada.

-Te amo tanto.

Habló con un hilo de voz y sonreí débilmente.

-Yo te amo mucho más.

Nos quedamos mirando y poco a poco el brillo en su mirada se hizo presente. Acaricio mi mejilla con delicadeza que cerré los ojos disfrutando. Sentí que dejo un fugaz beso en mis labios y abrí los ojos viendo su pequeña sonrisa.

-Voy a ducharme.
-Está bien.

Nos levantamos y entro al baño, suspiré y abrí el armario para buscar ropa para las dos, vi la hora en el reloj digital de la mesita de noche y este mostraba las 3:10am.

Escuché el agua de la ducha correr y me desvestí para luego abrir la puerta y entrar.

El vidrio de la ducha me daba la imagen total de Vanesa parada en medio de la ducha y apoyada en la pared con sus brazos. Tenía la cabeza gacha y el agua corría por su cuerpo desnudo. Su ropa estaba regada por el suelo y deje la mía tirada también. Entre a la ducha y me acerque con cuidado, el agua estaba caliente y disfrute su contacto. Abracé a Vanesa por la cintura desde atrás y sentí su cuerpo tensarse.

Deje un beso en su espalda y poco a poco se fue relajando. Repartí besos por su espalda, hombros y nuca. Mis manos acariciaron su abdomen y delinee los músculos de este. No tenía intención sexual así que acaricie suavemente.

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