Quédate

No me pidas eso

Fin Flashback
Vanesa
-Ese día no hubo bofetadas como otras veces, ese día no era madre quien me golpeaba, ese día era una bestia disfrazada de mujer.

Me derrumbe, me derrumbe sin poder evitarlo y los brazos de Michelle me acogieron y me apretaron contra su cuerpo.

-No tienes que seguir con esto.
-Quiero. - Hablé entre lágrimas y me separe de ella. -Pero necesito un cigarrillo.

Me lo fume en tiempo récord y respire hondo antes de continuar.

-Ella me golpeó hasta que caí casi inconsciente en el suelo, con mi cara llena de sangre. Ella estaba loca y borracha, y lo confirme cuando soltó una carcajada al tiempo que rompía una botella.

-No, para.- Michelle me interrumpió con la voz entre cortada.
-Los pedazos de vidrio volaron por todo el patio y se acercó a mí a pasos lentos.
-Vanesa por favor para.- Trague el nudo de mi garganta y la ignore.

-Me levantó del cabello y me puso contra la pared, puso la botella en mi garganta y presionó sin hacerme daño.
-No....- Cerré los ojos.

-Recuerdo que sus palabras antes de bajar la botella a mi pecho fueron "Feliz cumpleaños bastarda". Y luego solo fueron gritos de dolor y llanto.

Michelle soltó un fuerte sollozo y se abrazó a mí.

-Recuerdo haber despertado en un hospital con mi rostro hecho pedazos y una venda en mi pecho, mi única compañía era Amanda, mi tía, pero luego no quedó nadie, me llevaron a un orfanato lejos de los despiadados y dementes hijos de puta que se hacían llamar mis padres.

-Oh amor. - Mis ojos estaban llenos de lágrimas las cuales bajaban silenciosamente por mis mejillas. Michelle me hizo mirarla y nos besamos, un beso lento y tierno, como si quisiera decirme muchas cosas. Nos separamos y limpie sus lágrimas.

-No llores.
-Pero es que esto es tan... Difícil de creer. Qué clase de madre hace eso?
-Ella. - Nos miramos y limpie sus lágrimas, me abrazo y los quedamos un momento así.

Después de un rato el frío se hizo presente y Michelle tembló en mis brazos.

-Quieres ir conmigo a casa?
-Sofí esta con Bela.
-Vamos por ella entonces. - Hablé tiernamente y dejé un beso en su frente.
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-Que te paso? ¿Estuviste llorando? ¿Te hizo algo? - Bela hablo apenas Michelle se bajó del auto. L

-Estoy bien no te preocupes. - Mi novia habló tranquila y cargo a Sofí.-Como se portó esta lindura?
-Bien, es muy inquieta y no deje que durmiera, para que en la noche no te diera problemas.- Bela me miraba mal y suspire agachando mi cabeza.

-Gracias de nuevo, debo irme.
-Te vas con ella?
-Cuál es tu puto problema? 

-Hiciste llorar a mi mejor amiga, que quieres, que te felicite?
-No sabes nada, así que no te metas!
-Vanesa! - Michelle gritó y me empujó levemente apartándome de su amiga. La miré confundida y negué subiendo a mi auto, ella parecía estar discutiendo y luego entró al auto.

-Lo siento. - Hable arrepentida y ella suspiro.
-No yo lo siento, no debí empujarte de esa manera.

No dije nada y encendí el auto para dirigirnos a mi Penthouse. ¿Se preguntarán por que no reaccione de manera agresiva? Lo cierto era que me habían golpeado por años, pero nunca me había defendido, no sabía cómo hacerlo. Sí, yo era una perra y amenazaba con golpear a todo el mundo, pero era un simple mecanismo de defensa, se trataba de intimidar, no de dañar, porque sabía que si dañaba la única perjudicada era yo.

Cuando llegamos al Penthouse fui a darme una ducha y luego caí rendida en la cama, el sueño me venció y dormí por no sé cuánto tiempo.
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Michelle
Me desperté por un sonido extraño, mire a mi lado y la cama estaba vacía. Me levante preocupada y revise que mi hija durmiera. Salí descalza y seguí el sonido de lo que parecía ser un... ¿Piano? Camine hasta la sala y la vi, sentada mientras tocaba una suave melodía. Me recargue en la pared y la observe, sonreí, pero mi sonrisa se borró al escuchar otra melodía, más triste, más melancólica. Sus dedos acariciaron las teclas del piano y reconocí la canción de inmediato. Pero no fue eso lo que me sorprendió, lo que realmente me dejó sin palabras fue cuando escuche la voz ronca de Vanesa.