Quédate

Finalmente nos conocemos

Vanesa
El mesero nos llevó hasta la mesa donde Marcela nos esperaba y apenas nos vio se levantó para saludarnos.

-Hola - Estire mi mano y ella la tomo, nos quedamos mirando y ella la apretó, ese era el único contacto que yo podía dar, desde hace años era nuestro saludo y lo único que podía ofrecerles, ellos lo entendían y lo aceptaban. Sofí se escondió en mi cuello y reímos.-Marcela ella es Michelle.-Hablé presentándolas. -Michelle ella es Marcela.

-Un gusto conocerla señora Duncan, digo todo el mundo la conoce pero bueno sabe a lo que me refiero...- Michelle hablo torpemente y Marcela le dio un abrazo.
-Me alegra conocerte querida, eres preciosa - Me guiño y rodé los ojos. -Y supongo que ella es Sofí, Vanesa no para de hablar de ella. - Miré a Michelle y sentí mis mejillas calientes, era verdad, la mayoría del tiempo hablaba de lo linda y tierna que era, pero vamos ¡Es que era hermosa!

-Sofí, alguien quiere saludarte. - Sofí seguía escondida en mi cuello y sentí como movía su cabecita en forma negativa. Miré a Marcela y me encogí de hombros sonriendo. Nos sentamos y empezamos a conversar. La conversación era fluida y cómoda, Marcela preguntó acerca de la bebé y la familia de Michelle, le alegro saber que Emma era la mamá de Michelle, dijo que la había visto algunas veces en el orfanato y le tenía mucho cariño, que era una mujer muy humilde y entregada a su trabajo. Siguieron conversando hasta que una pregunta hizo que Michelle se tensara.

-Y tu padre? - Michelle agacho la mirada y nos miramos con Marcela, afortunadamente la mesera nos interrumpió.
-Buenas tardes, desean ordenar ya?- Ella me miraba coqueta y le regale una de mis sonrisas encantadoras.
-En un momento, aún falta alguien por llegar.- Hable educada y ella asintió. Marcela levanto una ceja y borre mi sonrisa. -Falta que llegue Alexa, dijo que... Oh Dios díganme que no estoy viendo lo que estoy viendo. - Ellas miraron en mi dirección y abrieron la boca sorprendidas. Alexa llegaba de la mano con Bela, Bela la que conocemos, venían sonriendo y nosotras las miramos atónitas.

-Llegamos a tiempo?- Me aclare la garganta y entrecerré los ojos, Bela miraba al suelo y el ambiente era tenso.
-Claro, bienvenidas,
-llamare al mesero.- Marcela rompió el silencio y ellas se acomodaron, Michelle miraba a Bela y yo miraba a Alexa. Sofí se removió en mis brazos y pidió espacio en brazos de su madre. Ella la tomo y se levantó para ir al baño no sin antes llamar a Bela con la mirada, la cual se levantó de inmediato. Alexa la siguió con la mirada mientras sonreía y aproveche para tirarle la servilleta en la cara.

-Cuando ibas a decírmelo! - Hable alterada y Marcela soltó una carcajada.
-Justo de eso quería hablarte.
-Eres idiota. Cuando paso?
-Anoche.
-Anoche! Enserio!
-No podía perder más tiempo, la encontré en un club y bueno...
-Te acostaste con ella!
-Que!? Noo, por supuesto que no.

Solté aire y espere que me contara todo mientras Marcela nos miraba divertida.
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Michelle
-Cuando ibas a decírmelo! - Hable alterada y senté a Sofí en el lavamanos.
-Lo siento, fue algo repentino.
-Desde cuando están juntas?
-Anoche.
-Anoche!? Enserio!?
-Si bueno, nos encontramos en un club y bueno paso.
-Te acostaste con ella!?
-Que!? Noo, claro que no, soy una mujer decente como crees.
-Entonces era ella de quien me hablabas la otra vez. - Ella asintió y suspire.
-Ella te corresponde?
-Si!- Salto emocionada y rodé los ojos. -No te imaginas lo linda que fue anoche conmigo. Hablamos y me confesó que está enamorada de mí ¡desde hace dos años!

-Dos años? Es mucho tiempo.
-Lo sé, y sabes que más paso? - Negué y ella se acercó para no hablar tan duro.
-Lloró, lloró mientras me lo confesaba.- Ok eso no me lo esperaba.
-Enserio?
-Sí, bueno se cortó su voz cuando estaba hablando, fue tan linda y especial.
-Me alegra mucho por ti. Pero debes tener cuidado.
-Lo sé, aún falta hablar muchas cosas pero por el momento no quiere perder más tiempo y me pidió ser su novia.- Sonreí con tristeza y recordé a Vanesa, no sé dónde íbamos con ella, pero estaba aquí y era lo importante, solo debía tener paciencia.

Pasaron unos segundos más y luego salimos, a Bela se le iluminaron los ojos cuando vio a Alexa y a esta le brillaron los suyos cuando Bela se acercó, se dieron un beso rápido bajo la mirada atenta de Vanesa y la mirada divertida de la señora Duncan, me senté y Vanesa me miro levantando la comisura de sus labios y regalándome una de sus hermosas sonrisas. Tomo mi mano y dejo un beso allí tan tierno que sentí morir ahí mismo. Mire a la señora Duncan y su mirada viajo desde nuestras manos entrelazadas hasta mí, sus ojos cafés brillaban intensamente y aparto la mirada para llamar al mesero, o por desgracia, la mesera.

Digo por desgracia porque no ha hecho más que mirar a Vanesa, y se aprovechaba de que ella le sonreía también, me molesto bastante pero no dije nada, Vanesa era así y tenía que aceptarlo, pero no quería decir que me alegraba que quisiera comerse a todas las mujeres a las cuales miraba.

Estaba celosa ¿y?