Quédate

Tradiciones

Después del orgasmo número cinco las dos decidimos que era suficiente. Maia empezó a lloriquear al rato que habíamos terminado y Michelle se levantó completamente desnuda para alimentarla, yo obviamente me deleite con la hermosa vista y la observe desde la cama.

-Mañana nos casamos.

Hablé casual y me recosté en la cama.

-Lo sé, es extraño que no me sienta nerviosa?
-No lo sé, yo tampoco lo estoy.

Se sentó a mi lado con Maia en su pecho y la mire.

-Ya pensaste donde será la luna de miel?

Sonrió un poco.

-No lo sé, cualquier lugar estaría bien.
-Qué te parece España?

Se encogió de hombros.

-Podemos ir a Tailandia, o que tal Brasil?
-Demasiada calor.

Reí un poco y empecé a acariciar su cintura.

-Suiza, Bélgica, uh, que te parece Alemania?
-Me gusta.
-Conozco un lugar hermoso allí.
-Está bien por mí, lo que quieras amor.

Asintió y miramos a Maia. Como siempre, ella dejo de comer y me miró con su ceño fruncido, era tan adorable cuando hacia eso, me siguió mirando y rodé los ojos.

-Ya entendí ángel.

Deje de mirarla y escuche la risa de Michelle, negué y me levante para darme una ducha rápida y volver a dormir ya que eran las 3 de la mañana y un largo día nos esperaba.
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Me levante a eso de las 5:30 de la mañana, los nervios y la ansiedad empezaron a pasarme factura y no pude dormir más.

Alisté algunas cosas y salí del Penthouse. Según mi madre y mi suegra, teníamos que seguir la tradición de no ver a la novia antes de la boda y bla bla bla. Conduje a casa de Alexa la cual casi me asesina con un zapato apenas me abrió la puerta.

-Son las jodidas seis de la mañana, eres imbécil o te haces?
-También me alegra verte hermana.

La seguí a la cocina y la vi sacar una caja de jugo de la nevera y tomarla de golpe.

-Existen los vasos sabias?
-Por qué te fuiste anoche?
-Porque sí.
-No te gustaron las chicas de compañía?
-Si pero no, estaba aburrida, además mi regalo me esperaba en casa.
-Uh sexo salvaje por fin?
-¡Si! ¡Por fin se acabó la maldita sequía!

Reímos y fuimos a la sala.

-No te perdiste de nada emocionante tampoco... Oh si, Kevin y una chica follaron en mi auto.
-Que?
-Nuestro bebé dejo de ser virgen al fin, no es genial?
-Por Dios Alexa, como te prestas para eso?
-Oh vamos! El chico quería y bueno, le di una mano.

Negué indignada y ella se encogió de hombros.

-Que más paso?
-Ah, nada más, los chicos cogieron en el baño también, Gaby me armo una escena de celos cuando me vio con la chica rubia y Jacobo también, luego terminaron peleando ellos dos, fue extraño.

Se quedó pensativa y luego hizo una mueca graciosa volviendo a tomar el jugo.

-Oh claro, no pasó nada más, que mierda.

Hablé sarcástica y ella sonrió.

-Bueno, voy a alistarme y nos vamos, no demora en llamar mi madre.
-Te espero.

Se detuvo más adelante y me miro.

-El jet está listo por si te arrepientes de esto, ya sabes que cuentas conmigo.

Me tardé en entender y luego reí.

-No va a pasar Alexa.
-Segura?
-Segura Alexa. Voy a llegar a ese altar.
-Pero....
-Quieres dejar de hablar estupideces? Anda a bañarte Alexa.

Uh, Bela la regaño y Alexa rodó los ojos.

-Buenos días, como está la novia?
-Nerviosa.
-Es normal supongo.

Fuimos con Bela a la cocina y ella empezó a preparar el desayuno.

-No le prestes atención a Alexa, está loca.

Sonreí un poco y jugué con una fruta de la mesa.

-Se que solo bromea.
-Como esta Michelle?
-Si yo estoy nerviosa imagina como esta ella.

Hizo una mueca graciosa y me pasó un poco de fruta picada.

-Me imagino, como esta Maia?
-Cada día más hermosa sabes? Y más grande y más...
-Más parecida a ti.
-Exacto, Dios es tan... No tengo palabras.
-Eres adorable.

Sentí mis mejillas calientes y aparte la mirada.

-Vas a irte con Michelle?
-Obvio, tengo que dejarla hermosa.
-Ya lo es.
-Si pero, no todos los días se casa, daaa.

Sonreí y empecé a comer.

Me voy a casar en unas horas. Esto está siendo más difícil de lo que creí. ¿Y si pasa algo malo y tenemos que cancelar la boda? Dios mío soy imbécil por pensar eso.

Traté de mantenerme tranquila y seguí comiendo. Bela encendió la tele y desde la cocina empezamos a ver. Lo primero y único de lo que hablaban era de "La tan esperada boda por fin ha llegado"

Salían fotos de nosotras juntas en restaurantes, por la calle, en el centro comercial, en el parque con los niños y demás, todo eso acompañado de encabezados como "La boda más esperada del año" O algo como "La futura Señora Ferrer se prepara para el día más especial de su vida."

Y bla bla bla, había una descripción en cada foto y cada que las leía mi ansiedad aumentaba.

Alexa salió al rato y Bela se fue a arreglar también. Conversamos de cosas triviales para tratar de mantener mi cabeza ocupada y cuando Bela se fue, mis padres llegaron y mis nervios aumentaron aún más.

-Te casas a las 4 de la tarde hija, deja la cara de susto.

Mi padre como siempre tratando de arreglar la situación. Me abrazo fuerte y apretó mis mejillas.

-Cómo te sientes?
-Siento que me voy a desmayar en cualquier momento.
-No lo harás hija, todo va a salir bien.

Mi madre habló con seguridad y me saludo también, asentí medio ida y nos fuimos a sentar en la sala.

Michelle

Por fin ha llegado el día.

La boda seria hoy y todo saldría perfecto, el día estaba despejado y tranquilo y mi humor estaba por las nubes.

-Buenos días mi amor.

Cargue a Maia y camine con ella a la cocina.

-A qué hora se fue mami eh?

Maia balbuceo y rio. La puse en su sillita y escuche pasos rápidos.

- ¡Buenos días!

Damian y Sofí gritaron al tiempo y creí que Maia empezaría a llorar, pero me equivoque, la vi saltar en su silla y gritar emocionada.

Sonreí y mis hijos se acercaron a llenarla de besos y mimos.

-Y para mí no hay besos ni nada?

Saltaron y me dieron muchos besos también.

-Donde esta mami?
-Mami esta donde la tía Alexa.
-Por qué?
-Porque tiene que estar ahí y esperar hasta la tarde.
-Oh, por la boda.
-Sep.
-Puedo ir con ella?
-Claro, le diré a Mike que te lleve con ella.

Damian sonrió y nos sentamos a desayunar, aunque mi estómago lo último que quería era recibir comida. La ansiedad me estaba matando y no ver a Vanesa hacia las cosas las difíciles. Todo era culpa de mi madre y mi suegra por hablar de "Las supuestas tradiciones antes de la boda"