Mal momento

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Michelle
-Me importa una mierda tus palabras! ¡¿Quiero acciones me entiendes?! - Vanesa gritaba enojada a uno de los empleados. Había entrado a dejar su desayuno y uno de los empleados había llegado detrás mío diciendo que tenían un problema en la planta de contabilidad. Yo me había retirado de la oficina, pero se podía escuchar claramente lo que hablaban. Vanesa había sido paciente hasta que él había dicho "Entonces que hacemos señora?" ahí había explotado.

-Para que se supone que te pago eh? Soy la presidenta no soy la maldita contadora!
-Lo siento pero....
-Ahórrate tus disculpas, quiero que investiguen y encuentren al maldito ladrón me oíste?
-Si señora.
-Y nadie sale de esta empresa hasta que no aparezca el responsable... Vi salir al pobre con la cabeza gacha y entre encontrándome a Vanesa de espaldas mirando por el enorme ventanal mientras sostenía una copa de lo que parecía ser whisky. Suspire ya que aún eran las 9 de la mañana, ¿quién bebía a las 9 de la mañana? Así es, ella.

-Vanesa? - Hable con cautela mientras me acercaba a ella. Rodee el escritorio y me recosté en el mientras ella de daba la vuelta.
-Hey.- Trato de sonreír pero no pudo, se paró frente a mí y me hizo sentarme en el escritorio, situándose entre mis piernas. Su semblante reflejaba cansancio y su cuerpo estaba tenso, lo note cuando ella me abrazo y puso su cara en mi cuello, como ya era costumbre.
-Estas bien? - Sentí su respiración tranquila en mi cuello y llevé mis manos a su cabello para hacer suaves caricias.

Me gustaba esta Vanesa, esta Vanesa frágil y con sus barreras caídas, me gustaba porque yo podía abrazarla y conocer ese lado que nadie más conocía, como ella lo había dicho. 

-Ahora lo estoy. - Sonreí y sentí un beso inocente en mi cuello, suspiré y cuando iba a hablar alguien me interrumpió.

-Buenos dias - Esa voz chillona de nuevo? Me iba a separar pero los brazos de Vanesa me lo impidieron.
-Quien demonios dejo entrar esa mujer a mi empresa - Habló contra mi cuello y finalmente nos separamos. Ella me ayudo a bajar y me encontré con la mirada de Alyson.
-Qué haces aquí Alyson - La voz de Vanesa salió cansada y acaricie su brazo delicadamente.
-Vine a verte - La muy cínica hablo mirándome de arriba abajo.-Pero veo que estas muy ocupada revolcándote con tu secretaria - Mire a Vanesa sorprendida y ella solo me sonrió tiernamente para luego acercase y darme un suave beso. Me quedé quieta un momento, pero luego correspondí el beso. Nos separamos y ella tomo el teléfono para llamar.

-Mike, ven ahora mismo a mi oficina - Sonreí victoriosa ya que Vanesa no tenía ánimos de pelear con nadie más, lo vi en su semblante y eso me alegro.
-Podemos hablar? - Ella volvió a hablar y Vanesa la ignoro mientras se sentaba. Me quede ahí parada sin saber qué hacer y nos miramos, su sonrisa salió algo forzada e hizo una mueca de dolor llevando su mano a su pecho, me preocupe y me acerque.

-Te encuentras bien? - Hable preocupada y ella asintió tomando respiraciones profundas - Quieres un poco de agua? - Negó
-No te acerques Alyson - La detuvo y Mike con dos de sus hombres entraron.

-Señora
-Saca.. Saca a esta mujer de aquí, que no vuelva a pisar esta empresa - Vanesa hablo apretando los dientes y me agache a su lado.
-Vanesa me estas asustando, que te pasa? - Hable desesperada ya que le costaba respirar y no sabía que hacer.- Mike ayúdame.
-Mike, saca a esa mujer - Alyson empezó a discutir con los escoltas pero finalmente lograron sacarla. Mike se acercó a nosotras preocupado también.
-No me toques, estoy bien.- Mike asintió y salio de la oficina.

-Abrázame... Su petición me sorprendió, pero la abrace incómodamente debido a nuestra posición. Sus brazos me rodearon y me apretaron....

Vanesa

Después de mi pequeño ataque, tuvimos una sesión de calientes y apasionados besos, al punto de estar encima de ella en el sofá mientras mis manos recorrían su cuerpo por encima de su ropa, sin faltarle al respeto claro. El final, fueron pequeños besos por toda su cara que nos hicieron sonreír y bajar la temperatura.

-Saldrás a almorzar? - Ella preguntó mientras se acomodaba su blusa que por "accidente" yo había despuntado.
-No, tengo que terminar de leer unos documentos para salir más temprano e ir a la cena con Marcela - Sonreí toda idiota y ella se levantó cuando término.
-Entonces pediré que te traigan algo.
-Como, no almorzarás conmigo?
-Lo siento, tengo que ir a recoger a Sofí que esta con mi madre en el orfanato.- El orfanato...

-Oh, claro, no te preocupes. Apenas termine nos vamos ¿vale? - Ella asintió y sin poder evitarlo me acerque y la bese de nuevo, me había vuelto adicta a sus labios. Lo profundicé y utilicé mi lengua para jugar con la suya. La escuche gemir y alimentó más mi deseo, pero antes de hacer algo más, ella puso sus manos en mi pecho y me alejo suavemente.
-Si sigues así no saldremos temprano. - Sonreímos y ella se levantó no sin antes dejar un beso rápido en mis labios, salió y me quede mirando la puerta. Dios, me encantaba esa mujer y haría lo que fuera por tenerla a mi lado.
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Después de comprar el vestido para Michelle y para Sofí había ido a mi Penthouse para arreglarme, y dentro de unos minutos tendría que pasar por mis dos princesas, sonreí como estúpida por mis pensamientos y acomode mi cabello. 

El sonido de mi celular me hizo salir de mis pensamientos y lo cogí rodando los ojos.

-Hola perra.- Ya se imaginaran quien es no?
-Hola idiota.- Respondí mientras salía de mi cuarto.
-Que estas haciendo?
-Terminaba de arreglarme.
-Vas a salir? Y no me invitas ?- No le había comentado acerca de la cena porque aún seguía enojada con ella por haberse largado a un bar en vez de haber hablado con Bela.
-Iré a cenar a casa de Ricardo y Marcela.
-Oh, porque no me han invitado?- Sé que estaba bromeando y sonreí mientras entraba al ascensor.
-Llevare a Michelle conmigo, ellos quieren conocerla.- No escuche nada y supe que estaba luchando por no tirar el celular a la mierda.

-Entonces vas enserio con eso?
-Así es, muy enserio.
-Pero pensé que estabas jodiendo.
-Alexa ya hablamos de esto y no quiero discutir.
-Entiendo- El ambiente se tornó tenso y suspire.
-Tengo que colgar, adiós - No escuche respuesta y colgué al tiempo que salía del ascensor, como ya era costumbre, Mike se acercó a mí.

-Range Rover - Dije simplemente y me subí al auto cerrando la puerta con fuerza. Mike subió al asiento de conductor y me miro por el espejo retrovisor.
- A dónde vamos?
-A casa de Michelle - Respondí secamente y mire por la ventana.
-Perdón que me meta, pero pasa algo señora?
-Solo conduce.- El asintió y encendió el auto.
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Narrador X
-Estas hermosa hija - Emma habló sentada en la cama con Sofí en sus piernas mientras veía a Michelle terminar de poner un poco de labial.
-Gracias mamá. Podrías decirme la hora?
-7:40 
-Gracias, las cosas de Sofí están listas?
-Todo listo no te preocupes - Emma sonrió y se debatió si debía preguntar o no.
-Irán a un restaurante?
-La verdad no lo sé, Vanesa no me lo dijo.- Michelle se acomodó su vestido y sonrió frente al espejo.

-Te noto emocionada.
-La verdad estoy muy nerviosa, como son ellos? - Se refería a los padres de Vanesa y se sentó al lado de su madre.
-Pues, la señora Marcela es una mujer muy amable, a pesar de ser una persona famosa, y el señor Ricardo, es un poco más serio, pero amable también, es culto pero encantador, supongo que Vanesa sacó eso de él. - Ambas sonrieron y el timbre sonó.

-Debe ser Vanesa - Michelle habló nerviosa y su madre le paso a Sofí.
-Yo iré, tengo que decirle algunas cosas.
-Mamá...- Michelle se quejó y Emma salió de la habitación.

Pasaron algunos segundos y Michelle decidió salir, Sofí iba jugando con su cabello y Michelle le dio un beso en la mejilla. Salió a la sala y la sonrisa que tenía antes se borró al ver a la persona frente a ella.

-Laura? ¿Qué haces aquí? Pensé que te había dejado las cosas claras.
-Hola a ti también, me estabas esperando?- Emma y Michelle se miraron y Sofí miraba a Laura sin ninguna expresión en su carita.
-Que quieres?
-Hablar contigo.
-No tengo tiempo lo siento.
-A dónde vas?
-No te importa, ahora vete por favor.
-Hablemos.
-No tengo nada que hablar contigo, ahora por favor.- Michelle señalo la puerta al tiempo que el timbre sonaba. Suspiro de alivio, pero también de temor. Vanesa había llegado.

Emma fue a abrir y se encontró con la encantadora y tímida sonrisa de Vanesa la cual desapareció cuando vio sobre su hombro 

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora