Quédate

Una excepción

-Donde quieres ir a celebrar campeón?

Sí, Damian había ganado su primer partido oficial de tenis.

-Mmm, McDonald's?
-¡Si!

Célebre emocionada y vi que Michelle llegaba a nuestro lado.

-Dónde vamos?

Hablo casual y cargo a Sofí.

-McDonald's!

Con Damian hablamos al tiempo y Michelle entrecerró los ojos.

-Ya lo imaginaba.
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Después de celebrar a lo grande (Reír a carcajadas y molestar en McDonald's) volvimos a casa. Sofí se había dormido por el camino y Damian estaba cansado, así que después de una ducha se fue a dormir también.

-Qué piensas?

Michelle me abrazo por detrás y sonreí ladeando la cabeza para mirarla un poco.

-En nada y a la vez en todo.
-Uh, que poética.
-Lo sé.

Reímos y volví la mirada al frente. Estaba cayendo la noche en la ciudad y la imagen era hermosa.

-Has pensado en algo para la sorpresa a tus padres?
-Algo sencillo no crees?
-Cómo qué?

Sentí besos suaves por mi columna y suspiré.

-Una cena tranquila.
-Y qué más?

Sus besos subieron a mis hombros sonreí como idiota.

-De postre podemos traer Cupcakes y decorarlos con un pequeño biberón encima o un zapatito diminuto de bebé.
-Mm, me gusta.
-O mejor un pastel enorme decorado con cositas de bebé que tal?

Escuché su suave risa y giré mi cabeza.

-Es adorable, o simplemente podemos soltar la bomba y ¡Bum! Desaparecer.

Reí y me di la vuelta para mirarla.

-Lo que tú quieras está bien, lo importante es que ellos sepan.
-Está bien, iré con Ana mañana a comprar los ingredientes para la cena.

Negué y dejé un beso en su nariz.

-Yo voy contigo, no quiero que andes sola por la calle, puede que te pase algo.
-Que podría pasarme?
-Bueno, no lo sé, tal vez llegue un periodista loco y te ataque con su cámara y micrófono, yo que sé.
-Eso es absurdo no crees?
-Claro que no, la prensa siempre nos persigue y no quiero que te lastimen, a ti o al bebé.
-Amor...-Murmuro suavemente y puso sus labios sobre los míos. -No es como si ya tuviera una enorme barriga, ya te dije que el bebé es un pequeño feto que se está formando hasta ahora.

-Pero...
-Shh. -Presionó su boca contra la mía y suspire. -Voy a estar bien sí? Pero si te deja más tranquila ir conmigo, está bien, puedes hacerlo.
-Ok.
-Ahora llévame a la habitación y hazme el amor, te extraño.

Sonreí enormemente y me mordí el labio.

-Me encantaría hacerte el amor.

Sonrió y me halo a la habitación.

La deje con cuidado sobre la cama y empecé a quitar su ropa lentamente. Cuando estuvo solo en ropa interior me desnude y me arrodille entre sus piernas. Deje un delicado beso en su estómago y la mire.

(Parte intensa del capítulo)

-Te amo.

Abrió más las piernas y sonreí, subí a su boca y la bese profundamente, sus manos se enredaron en mi cabello y me presiono más contra su boca. Me separe unos centímetros y tome aire volviendo a besarla, gimió bajito cuando puse mis dedos sobre la tela de sus bragas y presione un poco. Sus uñas empezaron a hacer estragos en mi espalda y sin querer mordí su cuello.