Estábamos con Alexa conversando de todo y nada y riendo como idiotas sentadas en la barra de un bar, yo tenía mi vaso de whisky casi lleno y ella ya iba por su tercera ronda.
-Vanesa? - Me di la vuelta al escuchar esa voz femenina y sonreí cuando vi la mujer frente a mí.
-Jessi? - Me levante y ella se acercó para darme un beso en la mejilla cerca de mis labios.
-Alexa no se equivocaba, estas guapísima. -Levante una ceja y mire a Lexa quien se hizo la tonta.
-La he invitado, espero que no te moleste.- Negué y nos sentamos.Jessi y yo habíamos tenido nuestra aventura cuando yo vivía en Boston y estudiaba en la universidad, habíamos salido, pero nada oficial. Ahora ella volvía jodidamente hermosa, pero yo ya tenía a alguien que me hacía suspirar.
-Y que te trae por aquí? ¿Te has mudado? - Pregunte mientras llamaba para que le trajeran algo de tomar.
-Si bueno, hace poco acabe la universidad y vine a hacer la especialización acá en Nueva York.Jessi estudiaba medicina y según tengo entendido se especializará en el campo de la pediatría. Ella era una mujer hermosa, tenía su cabello negro casi igual al mío, su piel era más bronceada que la mía y sus ojos de un color oscuro, tenía una sonrisa digna de comercial de pasta dental y su cuerpo era hecho por los mismísimos dioses del olimpo, que afortunada fui y según Alexa, éramos la pareja más caliente de la universidad.
-Genial, eso quiere decir que nos encontraremos por ahí. -Hable casual y reímos. Alexa de pronto empezó a toser y me miro asustada.
-Qué te pasa? - Hable preocupada y ella señalo la puerta de manera sutil. Me di la vuelta y apreté los puños cuando vi a la persona que entró. -Tiene que ser una broma de muy mal gusto. -Hable seria y Jessi miro lo mismo que yo confundida.-Está todo bien? - Ella preguntó y asentimos. Nos dimos la vuelta y tomamos de nuestras copas casi al tiempo. -Ok...- Reímos al ver lo que habíamos hecho y trate de concentrarme en la conversación. La imagen de Robert entrando al mismo bar en el que yo estaba quedó en mi cabeza, ¿qué hacía aquí?
Michelle
-Entonces discutieron.- Mi madre preguntó después de un largo silencio.-Si.
-Y en vez de hablar como la gente normal, tu saliste corriendo.
-La gente normal no grita cuando hay un bebé presente.- Hable enojada.
-Buen punto.
-Mamá, Vanesa estaba alterada así que no intente hablarle en ese estado, si hubiéramos hablando nos hubiéramos lastimando.
-Tienes razón, pero debiste quedarte hija.
-Lo sé. -Y era verdad, sabía que Vanesa se había quedado herida y arrepentida por haber gritado, su orgullo había quedado herido y estaba sola. Una cosa que ella odiaba en la vida era estar sola y que lastimaran su ego de mujer fuerte, ¿pero que podía hacer? Sé que no debía hablarle, la estoy empezando a conocer bien y sé que cuando esta alterada puede llegar a lastimarte, así no lo haga con intención, así que preferí salir y que ella se calmara, pero me preocupaba lo que ella pudiera hacer en ese estado.-Has hablado con ella? - Mi madre preguntó y suspire triste mirando mi celular.
-No, obviamente no me va a llamar, su orgullo no se lo permitiría.
-Entonces llámala tu.- Se levantó y me dio un golpe en la cabeza como si fuera obvio que yo tendría que llamarla. Rodé los ojos y la llame. ¡Un tono, dos tonos, tres tonos! Buzón de mensajes, ¿disculpa? Volví a marcar y esta vez contesto en el segundo tono, pero no fue su voz la que habló.-Hablas con Alexa Peyton, Vanesa no puede atenderte en este momento, está ocupada con una hermosa mujer.
-Perdona? - Hable enojada y hubo un silencio al otro lado de la línea.
-Oh... Michelle como estas? -Había metido la pata.
-Pásame a Vanesa por favor. - Hable calmada.
-Umm, bueno ella no está conmigo ahora mismo.
-Donde esta? Y espero que la estupidez que dijiste el contestar sea eso, una estupidez.
-Bueno, ella esta, como te digo sin que suene raro.
-Donde esta!-Va va, ¿quieres calmarte por favor? Vanesa está en el baño con una amiga, lo que paso fue que un tipo le regó su bebida encima a Vanesa y ella se fue al baño a limpiarse y Jessi se fue con ella.
Jessi, bebida, baño, cerré los ojos y recé para que no fuera lo que pasaba por mi mente.
-Dónde están?
-En el baño.
-No idiota, en general.
-Ah, en un bar cerca del Penthouse de Vanesa.
-Se supone que Vanesa no debe tomar alcohol, además debe estar en reposo.
-Ella dijo que estaba bien.
-Dios, cuando llegue dile que necesitamos hablar - Hable seria y no espere respuesta. Tire el celular y mis ojos se llevaron de lágrimas.Ella estaba con otra mujer en el baño haciendo no sé qué.
Confiaba en Vanesa, confiaba en que no me engañaría, ella no lo haría, no a mí.
Debía tener fe, ella se sintió sola y decidió salir a despejar su mente, pero porque a un bar!?-Michelle? -Y como para empeorar la situación Robert hablo a mi lado.
-Robert, que sorpresa.- Hable pareciendo emocionada.
-Lo mismo digo, trabajas aquí?
-Oh no, solo he venido a acompañar a mi madre, ella si trabaja aquí. Y tú? que haces aquí?
-Bueno, he venido por trabajo, la directora me dijo que tenía algo para mí.
Michelle asintió y Robert continuó.-Yo quería disculparme por lo de hace unos días,no quería que tu pareja se enojara.
-Oh no te preocupes, ella no estaba teniendo un buen día.El asintió y vi la duda en su mirada, yo iba un paso adelante así que averiguaría si él va a mentirme o no.
-Claro, su vida de empresaria no debe ser fácil. - Él apartó la mirada y entonces lo supe, él estaba seguro de que yo no sabía quién era él, ¿hasta qué punto la gente miente? ¿Y por qué?
-Quieres ir a tomar algo y hablar? Ya que no pudimos en la cafetería. - Él acepto.-Y dime Robert, tienes familia aquí?
-No, toda mi familia está en Colombia. Y tú?
Tome un poco de mi jugo y lo mire fijamente. Era un tipo guapo, era un año mayor que Vanesa y su parecido con ella me aterraba. Tenía el pelo negro y su piel era blanca, no tan blanca como la de Vanesa, sus ojos eran verdes pero nada impresionante, eran verdes con gris, los de Vanesa eran verde esmeralda, profundos y penetrantes, tenía una barba de cuatro días y su sonrisa era linda, pero no como la de Vanesa. Definitivamente estoy enamorada.-Bueno vivo con mi madre y mi hija, mi familia está en México.
-Vaya, eres muy joven para ser madre no? - Él río y forcé una sonrisa.
-Sí, pero estoy muy feliz de tenerla.
-Qué edad tiene ella?
-Dos años. - El tomo de su vaso y nos miramos, recordé la conversación con Vanesa y sentí la ira en mí, ¿cómo podía ser tan cínico de venir a buscarla después de tantos años? y después de todo lo que le hizo.-Y dime Michelle, llevas mucho de relación con tu pareja?- Tome jugo y asentí.
-Se llama Vanesa, y sí llevamos casi un año. - Él parecía sorprendido y miro a otro lado.
-Se ve que es algo seria. - Sonrió nervioso y decidí preguntar algo que Vanesa aún no me había dicho.
-Lo dices por lo de la cafetería?.-Él asintió.-Si, su trabajo la obliga a ser seria la mayor parte del tiempo. Y hablando de eso, ¿te dijo algo en la cafetería? Ella aveces suele ser algo arrogante -Hable fingiendo preocupación por él.-Mm no, bueno no entendí mucho la verdad, ya sabes, no hablo inglés.
Asentí, mentiroso, era obvio que sea lo que sea que Vanesa le hubiera dicho él lo había entendido perfectamente porque era obvio que Vanesa le había hablado en español.
ESTÁS LEYENDO
Quédate
General FictionVanesa Ferrer es una prestigiosa y exitosa empresaria. Esta rodeada de lujos, poder y sensualidad, pero como toda persona, guarda secretos y un pasado oscuro y desgarrador, lo que la ha llevado a convertirse en una mujer fría y sin sentimientos... O...