No lo harás

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No quería ir a casa porque probablemente mi nana me tendría preparado un sermón, así que me dirigí a la empresa. Cuando llegue todos parecían turistas y apenas me vieron sus caras cambiaron. Obviamente no se esperaban mi llegada puesto que le dije a mi secretaria que no estaría esta semana. ¿Pero adivinen qué? la jefa ha vuelto y esta de mal humor.

Cuando llegue arriba busque de inmediato a mi secretaria, cuando ella levantó la mirada me miro confundida pero luego aparto la mirada como si lo que hubiera visto no tuviera importancia y me dolió ese gesto, pero yo no tenía derecho de reclamar, no fue ella quien salió en televisión con una mujer encima. Suspire y camine a mi oficina, apenas entre me quite el saco y lo lancé lejos, me senté en mi escritorio y vi la puerta abrirse.

-Hola.- Hable de inmediato pero ella no respondió.
-Necesita que organice de nuevo su agenda? - Me miro sin ninguna expresión y supe que ella había visto las fotos.
-No, puedes dejarla como esta, solo me quedare aquí sin hacer nada. Ah, otra cosa, Pide mi almuerzo.
-Si señora, algo más?

Negué Y Se dio la vuelta para salir, yo iba a hablar, pero ella mi interrumpió dando vuelta. -Le he traído el periódico, estoy segura que le gustara verse en él.

Se acercó y dejó el periódico en mi escritorio y cuando iba a salir un muy enojado Ricardo entró a la oficina.

- ¿¡Me puedes explicar qué demonios te pasa!?- Gritó enojado y me encogí en mi silla. - Primero te involucras con una stripper, luego me levanto y lo primero que veo en la tele es la foto de mi única hija bebiendo sin control y fumando Dios sabe que cosas, y luego cuando pienso que nada puede ser peor que eso me entero de que agrediste a la prensa ¿Qué pasa contigo Vanesa? - Mire a mi padre y luego a Michelle, ella negó y salió de la oficina. -Ya no tienes 15 años, deja de comportarte como una niñita rebelde.

-Ricardo yo...
-Ricardo nada! Entiendo que seas mayor y que te guste disfrutar la vida, pero lo que no pienso tolerar es que tenga que estar detrás de ti en todo momento sacándote de problemas y dando la cara por tus escándalos!
-Entonces no lo hagas! - Grite enojada y nos miramos.
-Desafortunadamente tengo que hacerlo ya que se trata del tesoro más preciado que tengo en la vida, y no voy a permitir que le hagan daño.- Su mirada denotaba dolor y me sentí como la mierda.
-Lo siento...
-No quiero que esto se repita, solo.... Basta de tonterías Vanesa- Habló de manera severa y sin más se dio la vuelta y salió.

¡Mierda! Mire el periódico y efectivamente salía todo lo antes mencionado por mi padre, lo deje donde estaba y puse mi cabeza encima de el y como para empeorar mi día la puerta se abrió de nuevo y esta vez entro Alyson.

-Oh Dios, tiene que ser una broma de mal gusto- Susurré mientras la miraba sentarse frente a mí. Observe la ventana y vi a Michelle mirarme un momento para luego apartar la mirada.
-Hola.
-Que quieres Alyson?
-He venido a saludarte.
-Bien ya lo hiciste ahora vete, estoy ocupada.
-Vanesa por favor, me estas lastimando.
-Entonces no vengas!

Hable enojada y tome el teléfono para llamar a mi secretaria.-Michelle ven ahora mismo.
-No me voy a ir de aquí.
-Tendrás que hacerlo.- Michelle entro a la oficina y se quedó de pie junto a Alyson.- Mi novia y yo queremos conversar verdad amor?- Vi la cara de Michelle tornarse blanca y le sonreí. Estaba siendo una estúpida y lo sabía, pero quería llamar su atención y de alguna forma explicarle lo que vio.

-Entonces si estas saliendo con ella?
-Alyson que te importa, ahora por favor vete o tendré que llamar a seguridad.
-Pero Vanesa....
-Que te vayas te digo!- Grite enojada y la vi limpiarse una lágrima antes de levantarse y salir, de alguna manera saque mi frustración con ella.

-Hola de nuevo.- Sonreí y Michelle no se movió de su lugar.
-Tu novia!? Estas loca? Que te pasa!?
-Tenía que sacarla de alguna manera.
-Y diciendo que yo era tu novia querías hacerlo?
-Funcionó.- Perra. Esa era la palabra adecuada para mí en ese momento.
-Estas demente.- Ella negó y se dio la vuelta para salir, pero fui más rápida y la tome del brazo para detenerla.
-Por qué te molesta tanto? - Pase mi brazo libre por su cintura y me acerque a ella, intento soltarse pero yo era más fuerte.
-Suéltame.
-No lo haré.- Me fui acercando más y la vi correr la cara.
-Vanesa es enserio, por qué haces esto?
-Hacer qué? No he hecho nada todavía.
-Y no lo harás.- La mire confundida y en un descuido se alejó de mi.-No sé quién piensas que soy, pero que te quede claro que no soy ninguna de esas mujerzuelas con las que te acuestas.- La vi salir de la oficina y me lleve las manos a la cara.

-Mierda y más mierda, ¡jodida mierda! - Sentí la rabia apoderarse de mí y cogí el periódico rompiéndolo en pedazos, fui al mini bar y saque una botella completa de whisky, busque en mi bolsillo y encontré un poco de marihuana, encendí y me senté, la rabia me impedía pensar claramente, pero no quería pensar, solo quería beber hasta olvidarme de mi miserable vida.
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Vi la hora en mi celular y encontré que eran las 7 de la noche, había estado encerrada todo el día, sin hacer nada, simplemente tomando fumando y mirando a la nada. Estaba mareada, pero consiente de las cosas. Las ventanas ahora estaban con las cortinas puestas lo que hacía que la oficina se viera oscura y escalofriante. Me recosté en la silla y mire al techo, escuche que la puerta se abría, pero no quite la mirada del techo.

-Vanesa? - Cerré los ojos y sonreí al escuchar su voz.

Michelle
A esta hora todos ya se habían de la empresa. Me había quedado organizando algunas cosas y leyendo algunos informes para tratar de despejar mi mente, pero me fue imposible, por no mencionar que Vanesa no había salido de su oficina en todo el día, había tocado un par de veces, pero no había recibido respuesta, había cerrado las cortinas y entendí que quería privacidad. Pero ya era un poco tarde y me empecé a preocupar. Me levante para ir a su oficina pero antes de tocar saque mi celular y llame a mi madre.
-Hola mamá, si todo está bien... ¿Cómo esta Sofí?... Me alegro... Yo me demoro un poco tengo algo que hacer aquí en la empresa, pero llámame cualquier cosa... Está bien, nos vemos al rato... Termine la llamada y sintiéndome más tranquila entre a la oficina.

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