Quédate

Quien es ella?

Vanesa
Sentí las suaves caricias de Jessi en mi cuello y me estremecí.

-Estas tensa. - Hablo en mi oído y suspire. Llevaba no sé cuántas copas de whisky y me sentía mareada. -Me dejas arreglarlo? - Beso mi cuello y cerré los ojos sintiendo como todo me daba vueltas.

-Para. - Hable con la poca cordura que me quedaba y ella se alejó un poco sonriendo con malicia.
-Estas bien? 

-Lo estoy - Le hice señas al camarero y pedí otra copa de whisky. Pero era mentira, no están bien, no cuando había roto una promesa a Damián, apenas llegue al bar lo había recordado y me sentí como una estúpida al irme de allí y dejar a mis tres personas especiales, pero me deje llevar por la rabia y la impotencia y tome una decisión equivocada, una decisión que sin duda me costaría mucho.

-No lo estas, te conozco y si estuvieras bien no estarías bebiendo como si no hubiera un mañana, tenía entendido que estabas enferma.
-A quién le importa si estoy enferma o no. - Tome un sorbo y su mano fue a mi muslo para acariciar.

-A mí me importa. - Nos quedamos mirando y ella se acercó para besarme, pero corrí la cara sintiendo sus labios en mi mejilla. Estaba borracha pero no era idiota. -Por qué te haces la difícil? - Susurro en mi oído y en ese momento solo un nombre se cruzó por mi mente. "Michelle"

-Tengo novia. - Respondí simplemente y ella se rió.
-Si claro. - Se burló y la mire confundida.
-Tengo una novia y una hermosa hija. Creí que lo sabias.
-Es broma no? - Negué. -Tienes una hija! -Exclamó y asentí.-Y tú "novia". -Hizo comillas. -Sabe que estas aquí?

Negué y aparte la mirada.

-Entiendo. Están peleadas.
Negué y la mire de nuevo.
-Si pero no.- Sonreí a medias y mi vista ya era borrosa.
-Son las 11pm,creo que tengo tiempo.- Reímos y su mano no se movió de mi muslo. A pesar de que quería llevarme a la cama quería hablar conmigo y saber la causa de mi estado. ¿Eso era un punto positivo no?

-Yo quiero adoptar, pero ella no.

Lo resumí a eso y ella hizo una mueca.

-Adoptar? Estas demente?
-Cuál es el problema? - Porque a nadie le gustaba la idea de querer adoptar? Soy millonaria, puedo darle el puto mundo a Damián si así lo quiere.

-Es la idea más estúpida que he escuchado. - La mire mal y ella me ignoro. -Vanesa, eres joven, guapa, importante y millonaria, por qué demonios quieres arruinar tu vida amarrándote con un niño? aparte de la que ya tienes claro. - Hablo sarcástica y asimile sus palabras.

¿Amarrarme? ¿Arruinar mi vida por darle hogar a un niño que lo necesita?

-De que estas hablando? - Pregunte molesta.
-Bebé, vas a pasar el resto de tu vida cuidando niños cuando tu lugar está en bares y fiestas. ¿Qué pasa con el "sexo sin compromiso"?

La quede mirando como si ella tuviera dos cabezas y procese la información. Todo tenía sentido, ella tenía razón. ¿Espera que? ¡Mierda! Estoy borracha, no tendría por qué estar escuchando eso. Mi lugar está en casa, junto a Michelle y mi hija.

-Debo irme.- Termine el whisky y deje algunos dólares en la barra.
-No vas a conducir en ese estado. -Ella tomo su bolso y se levantó al tiempo que yo.
-No es necesario.- Di un paso pero mi equilibrio era una mierda, sus manos fueron a mi cintura y me sostuvo quedando con su cara a centímetros de la mía.

-Yo creo que si lo es. - Ella río y me mordí el labio para matar la ganas de besarla que me dieron de repente.
-Ok...- Salimos del bar con ella agarrada a mi cintura para ayudarme a caminar y yo con un brazo alrededor de su cuello para sostenerme.