Sus ojos

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Narrador X

-Buenos días. - Marcela Duncan habló seria mirando a las personas encargadas de la seguridad, la comida y demás empleados que estaban reunidos en el salón principal. -Hoy es un día muy importante y quiero que todo salga perfecto.

Uno de los hombres miro a su compañero y le preguntó de que estaba hablando ya que no entendía el inglés, su compañero le explico y pregunto quién era la mujer que estaba hablando.

F: Ella es una importante diseñadora de modas, reconocida a nivel mundial y es la dueña del orfanato. - En ese momento la mirada del joven se encontró con la de la diseñadora quien lo miro por unos segundos y continuó hablando.

X:Es muy bonita.
-Alguna pregunta señor? - Marcela habló y el joven negó apenado. -Muy bien, los invitados llegaran en cualquier momento, así que por favor vayan y hagan lo suyo. 

Y sin más salió de allí escoltada por sus hombres.

El joven sintió un golpe en la cabeza.

F: A lo que vino Robert. - Ambos salieron y fueron a la cocina, pero antes Robert se disculpó para ir al baño, pero como no conocía se perdió, llegando la entrada donde los lujosos autos empezaban a llegar. Se quedó observando detalladamente los autos y sonrió, vaya que eran autos hermosos. Siguió embobado mirando hasta que varios autos llamaron su atención. Un grupo de camionetas Range Rover llegaba en fila y de ellas bajaban hombres con gafas oscuras y trajes elegantes.

-Vaya, parece la mafia.- Dijo sonriendo y se cruzó de brazos.
Los hombres se formaron en la entrada y uno de ellos abrió la puerta de una de las camionetas dejando ver una mujer con una niña en brazos, la mujer llevaba un lindo vestido suelto que se movía con el viento, Robert quedo embobado al ver la hermosa mujer. Del otro lado del auto se bajó otra otra mujer vestida de traje elegante con gafas oscuras, su cabello se movió con el viento y ella lo acomodo a un lado, se acercó a la otra mujer y puso un brazo de manera posesiva en su cintura llamando la atención de los Paparazzi que no dudaron en empezar a tomar fotos.

La mujer de traje elegante dejo un beso en la cabeza de su acompañante antes de que uno de los escoltas las guiara adentro. La mujer empezó a caminar y sus miradas se encontraron, él sintió la mirada de la mujer aunque esta tuviera gafas, se miraron durante unos segundos y todo a su alrededor pareció desaparecer.

Vanesa
Me quede parada como idiota en medio de la entrada. Mis piernas no respondían y mi corazón latía con fuerza. Sus ojos me eran familiares, pero no sabía de dónde. Sabía que lo había visto en algún lugar, pero no estaba segura. Su mirada...la conocía... Aparte la mirada y seguí caminado aún con los ojos de ese tipo en mi cabeza. Algo en el me llamaba la atención, esa mirada la había visto antes, pero me producía desconfianza, temor...

-Estas bien? - Michelle preguntó preocupada y asentí insegura. -Viste un fantasma acaso? Estas pálida. - Tomo mi rostro con su mano y se acercó a mí. Puse mi mano encima de la suya y cerré los ojos al tiempo que sentía un suave beso en mis labios.
-Estoy bien.- Sonreí forzadamente al tiempo que Ricardo llegaba a nuestro lado.

-Hija.
-Hola.
-Hola Michelle.
-Buenas señor Ferrer.
-Dime Ricardo, el señor me hace sentir viejo.- Reímos y vimos la mirada que Sofí le hacía, lo miraba a los ojos y él sonrió de la única manera que me sonríe a mí, sonríe como si estuviera viendo el tesoro más preciado.
-Está tratando de recordarte.- Apenas dije eso Sofí soltó una risa y estiró sus bracitos en dirección a él quien pidió permiso a Michelle con la mirada, ella asintió y él la cargo con cuidado, vi sus ojos brillar e hice una mueca disimuladamente.
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Caminábamos de la mano con Michelle por el jardín y posando para uno que otro fotógrafo privado. Tenía en mi mano una copa de champaña y Michelle un vaso de jugo. Había hablado con uno que otro empresario que había venido al evento y me habían felicitado por mi nuevo proyecto. Según ellos, la cadena hotelera tendría mucho éxito.
Me quede hablando con el padre de Jacob quien se había acercado a mí, el tipo era un imbécil, y su sonrisa forzada lo confirmaba, era un hipócrita y lo detestaba.

Michelle pareció aburrirse con la conversación y dijo que iba a buscar algo de comer, Sofí estaba con mi padre así que se fue tranquila.

Michelle
Vanesa hablaba con un empresario importante y por más que quería quedarme junto a ella no pude, era tan aburrido escuchar hablar de algo que no entendía así que me disculpe y fui por algo de comer. Llegue a una de las mesas donde había muchos bocadillos. Pero antes de poder tomar uno sentí un leve empujón. Me di la vuelta y un joven de ojos claros me miró apenado.

-Lo siento.- Habló en un perfecto español y sonreí al ver su nerviosismo.
-No te preocupes.- El abrió los ojos sorprendido y miro a todos lados.
-Hablas español.- Confirmo y dejo la bandeja con las copas a un lado.-Eso es genial, realmente no me lo esperaba. Me sentía un poco abrumado.
-No eres de por acá verdad? - Pregunté casual. Se veía agradable.
-No, soy de Colombia, tu tampoco eres de acá verdad?
-Colombia? Es genial, bueno yo soy...- Empecé pero me interrumpieron.
-Nena, que haces?....

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