Vanesa
-Hola papá que tal todo? -Asentí y sonreí a Alexa quien me paso un vaso de vodka. -Aja, como están los niños?... Me alegra escuchar eso. Reí y le di un sorbo a mi vaso. - Lo sé, ¿Michelle? Oh bueno, ella está arriba arreglándose... Alexa y los chicos decidieron organizar una fiesta para celebrar la noticia... Si lo sé... Solo he tomado una copa... ¡Lo juro! ... Lo sé, está bien no beberé tanto, lo prometo. - Alexa me hizo cara de "que mierda estas diciendo?" y la ignoré. -Bien saluda a los niños de nuestra parte, si, ok, yo también, hablamos mañana.-Dime que lo que acabas de decir es pura joda.
Lexa habló apenas terminé la llamada y me encogí de hombros.
-No me quiero emborrachar con Michelle aquí.
-Pues que ella tome también.Reí y le di un golpe en la cabeza.
-Estás loca.
-Lo sé.Seguimos conversando hasta que Alexa levanto la mirada y casi dejó caer la copa al suelo.
-Wow. - Seguí su línea de visión. El vaso en mi mano se resbaló y tuve que apretarlo para que no cayera al suelo.
Michelle venia bajando las escaleras y a su lado venia Bela. Mi prometida venía con un hermoso vestido rojo ajustado hasta la cintura y de ahí abajo era suelto, llegaba hasta más arriba de sus rodillas y tenía unos tacones rojos también, su cabello estaba liso y sus labios resaltaban por el labial. El vestido era sin mangas y tenía un cuello elegante junto con un pequeño escote, sexy, pero nada vulgar. A su lado, Bela venía con un vestido un poco más ajustado y de color negro, atrevido pero elegante.
Sonreí y me levante para acercarme a ellas, Alexa me siguió y reclamo la cintura de Bela borrando las sonrisas de los hombres que también las miraban. Ellas se fundieron en un apasionado beso mientras que yo pasaba un brazo por la cintura de Michelle de manera delicada pero posesiva.
-Hola linda.
Ella sonrió y puso una mano en mi pecho.
-Hola guapa.
-Estas hermosa.
Ella miro al suelo avergonzada y reí pasando mis brazos por su cintura.-Debería tener miedo de que te arrebaten de mis brazos esta noche?Ella me miró con ternura y diversión a la vez, arrugo su nariz y negó.
-No lo creo, pero no te separes, solo por si las dudas.
Reí y me incliné para besarla. Junte nuestros labios de manera tierna y suave, nada profundo ni sexual, simplemente un beso inocente y lleno de amor.
-Sabes a alcohol.
Habló sobre mis labios y levante mi mano para mostrar el vaso con vodka.
-Quieres probar?
-No creo que me agrade.Lleve el vaso a su boca y ella dio un pequeño sorbo haciendo una mueca graciosa.
-Horrible. -Reí y tomé un poco para luego volver a besarla. Suspiro y subió su mano para acariciar mi mejilla. -Así sabe mucho mejor.
-Me alegra que te guste.Sonreímos y nos fuimos a sentar en la sala donde los chicos ya empezaban a divertirse y molestar.
Horas después, Gaby y Lety armaron una pista de baile y la música a todo volumen no se hizo esperar.
-Quieres bailar?
Michelle me preguntó y negué. Alexa llego y la invito a bailar, se levantó y se fue no sin antes dejar un beso en mis labios.
Un pequeño pero punzante dolor se hizo presente en mi pecho y me hizo cerrar los ojos. Deje el vaso a un lado y me incline para amortiguar un poco el dolor irritante.Tomé varias respiraciones y vi que mis manos empezaban a temblar. Apreté los puños y fruncí el ceño.
-Que pasa...
Murmuré y apreté la mandíbula. El dolor fue disminuyendo, pero el temblor no se fue del todo, sentí algo tibio mojar mi cara y llevé una mano a mi frente para limpiar el sudor que extrañamente bajaba.
Me levante y sentí un fuerte mareo, camine como pude y entre al baño más cercano, las náuseas se hicieron presentes y me incline a tiempo para vomitar. Mierda. ¿Qué demonios me pasa? Tal vez fue algo que comí y me sentó mal, si eso debe ser. Cuando terminé de vomitar tocaron la puerta y rodé los ojos molesta.
-Ocupado.
-Amor? ¿Estás bien?Me lave la cara y la boca y me acomode lo mejor que pude para luego abrir la puerta y fingir una sonrisa.
-Hey que haces?
-Estas bien? Dios, estas pálida.
Me di la vuelta y me mire al espejo, efectivamente estaba pálida, y no tenía nada que ver con mi color de piel, estaba pálida enserio.
-Umm.
-Te sientes mal? -Puso una mano en mi mejilla y me miro preocupada.-Estas congelada.Mi mundo se movió y perdí el equilibrio, me sostuve de la puerta a tiempo y los brazos de Michelle se cerraron alrededor de mi cintura.
-Vanesa que tienes? Amor mírame, que pasa?
-No lo sé, llévame arriba, me siento mal.- Hable como pude y ella asintió preocupada y me ayudo a caminar. Cuando llegamos a la habitación me deje caer en la cama sin cuidado y busque calor entre las cobijas.-Tengo frío.
Michelle se quitó los zapatos rápidamente y me ayudo a meter debajo de las cobijas abrazándome.
Michelle
Vanesa no paraba de temblar y me empezaba a preocupar. Estaba congelada y gotas de sudor cubrían su frente.-Nena...
-Shh no hables.- La abrace más fuerte para darle calor y ella negó.
-La calefacción Michelle.Caí en cuenta y me levanté apurada buscando la calefacción, la encendí y la puse al máximo volviendo a la cama con Vanesa.
-Lo siento.
Me disculpe y ella se abrazó más a mí.
-Abrázame.Hice lo que me pidió y la abrace dejando un beso en su mejilla.
Su cuerpo poco a poco se relajó y el temblor desapareció, su respiración se hizo pesada y note que se había dormido. Con cuidado limpie las gotas de sudor y deje un beso en su nariz.-Cuando será el día en que no trates de matarme de la preocupación Vanesa Ferrer?
Hablé en voz baja y sonreí peinando su cabello.
-Te amo mucho, y no sé qué haría si algo malo te pasara.
Suspiré y cerré los ojos buscando paz en medio de tanto caos.
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Quédate
General FictionVanesa Ferrer es una prestigiosa y exitosa empresaria. Esta rodeada de lujos, poder y sensualidad, pero como toda persona, guarda secretos y un pasado oscuro y desgarrador, lo que la ha llevado a convertirse en una mujer fría y sin sentimientos... O...