Déjame te cuento un cuento

256 11 0
                                    

Michelle

-Estas bien?
-Sí, Mike, no me sigas y es una orden.- Ella hablo seria y él me miró.
-Está segura?
-Sí, solo iremos a recorrer la ciudad.- Parecía ansiosa y me mordí el labio sintiendo el calor entrar en mí. Vanesa no espero respuesta y arranco el auto, manejo como una loca por las calles y se detuvo en un callejón solitario. Apago el auto y desabrochó su cinturón de seguridad para luego lanzarse sobre mí en un apasionado beso que me dejó sin aliento.

Me besaba con pasión y algo de brusquedad, pero no me importó, como pude me acomodé en su regazo y gemí al sentir sus besos en mi cuello y una pequeña mordida. Sus manos fueron a mi espalda y me abrace más a ella.

-No tienes idea de lo mucho que te extraño. - Habló en mi oído y lamió el lóbulo de mi oreja.

Sus manos fueron bajando por mi espalda y llegaron a mi trasero, levantó mi vestido y sin perder tiempo quito mis bragas. Me volvió a besar mientras sentía sus dedos estimular mi vagina. Gemí contra su boca y me penetro de golpe, eche mi cabeza hacia atrás soltando un grito de placer, ella aprovechó para atacar mi cuello y aumentó el ritmo de sus embestidas. Con su otra mano bajo las tiras de mi vestido y suspiro.

-Delicioso - Nos miramos y sonrió con picardía mientras se llevaba uno de mis senos a su boca y succionaba el pequeño pezón, todo bajo mi atenta mirada. Cerré los ojos cuando sentí que mordía.

-Mierda! - Grite y ella río.
-Cuidado con su lenguaje señorita Hernández. - Perra. Volvió su boca a mi seno y sentí como mi cuerpo se contraía, un par de embestidas más y yo tocaba el cielo después del orgasmo.
Vanesa
Sentí los fluidos de Michelle corriendo por mis dedos y los lleve a mi boca para lamerlos. Ella miraba la escena con la boca entre abierta y respirando agitadamente, excitante.

-Mi turno. - La escuche decir y corrió el asiento para atrás quedando encima de mí. Quito su vestido y me deleite con su desnudez. El ambiente no era el más apropiado, pero hacia las cosas más excitantes. Me incline y antes de tocar sus perfectos pechos ella me detuvo.

-Creo que tienes mucha ropa. - Quitó mi saco y quede en camiseta, me la quite rápido junto con mi sujetador. Con sus manos me empujó por los hombros y me hizo recostar. Sus dedos se acercaron para tocar mi cicatriz pero la detuve entrelazando mis dedos con sus suyos, me incline y la bese, pero esta vez más lento.

-Nena...- Susurré al separarme y ella paso sus besos a mi cuello, dejo besos húmedos mientras desabrochada mis Jeans, suspiré cuando me penetró de golpe y apreté sus senos haciéndonos gemir a ambas. -Eso es delicioso, no pares. - Su ritmo era enloquecedor y yo estaba pérdida. Mi cabeza estaba entre sus senos y su otra mano acariciaba mi cabeza.

-Michelle. - Susurré y llegué al orgasmo. Nuestras respiraciones eran agitadas y me deje caer en el asiento, ella cayó sobre mí y soltó una risa. -Por qué te ríes?

Acaricie su cabello y ella puso su barbilla en mi pecho.

-Acabamos de tener sexo en un auto.- Habló como si fuera obvio y sonreí.
-Y vaya sexo tan bueno. - Ella me golpeo en el brazo y reímos. Empezó a dibujar patrones en mi pecho muy cerca de mi cicatriz. Suspiré y en sus ojos vi las miles de preguntas que tenía.

-Que te paso? - Pregunto directo y aparte la mirada, no podía, tenía miedo. La aleje con cuidado y me empecé a vestir.-Dijiste que responderías a mis preguntas.
-Nunca dije eso. - Mentí y salí del auto. Busqué un cigarrillo y lo encendí, di una calada al tiempo que los brazos de Michelle me rodeaban. -Por qué no confías en mí? - Preguntó suavemente y cerré los ojos.

-Confió en ti.
-Entonces háblame y no me apartes.- Me apretó y seguí fumando. ¿Qué me impedía abrirme a ella? Era la mujer que quería, la única de la cual me había enamorado de verdad entonces ¿cuál era el problema?

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora