Laura....

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Los días habían pasado y mi vida se estaba convirtiendo en un infierno. Las cosas con mi padre estaban raras, había vuelto ayer pero su actitud no era la mejor, parecía distante y cuando lo había invitado a tomar unos tragos se había negado y decir que no me dolió sería una gran mentira. Mi madre estaba actuando igual de raro y ya empezaba a preocuparme. Y por otra parte estaba Alyson, ella seguía en su intento de conquista y la verdad me estaba hartando. Y Alexa, no había vuelto a saber nada de ella, después de nuestra pelea, la tierra se la había tragado, y tenia que aceptar que la extrañaba. Y finalmente Michelle, los primeros días había coqueteado con ella un par de veces y sentí que empezábamos a avanzar, pero después de unos días todo se fue al carajo. Ella parecía más distante y decidí darle su espacio.

-Señora Ferrer? - Levante la mirada y encontré a la culpable de mi frustración. Mire los documentos en mis manos y seguí leyendo.
-Umm, su padre quiere verla, la espera en la sala de juntas.- Deje de leer de inmediato y la mire.
-Hace cuánto llegó?
-Hace un momento, le urge hablar con usted - Me levante y camine a la puerta.
-Vanesa...
-Si?
-Estas bien?- Suspire y la mire. Eso mismo me preguntaba yo.
-No lo sé.
-Podemos hablar cuando termines?- Asentí y la vi acercarse a mí y poner una mano en mi brazo. Suspire y me aleje antes de hacer algo estúpido. Me gustaba esa mujer como nunca jamás nadie me gusto, me atraía de una manera que daba miedo y ella no daba señales de nada, lo cual me confundía.
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Michelle
-Vas a hablar con ella? Mi mejor amiga pregunto mientras se sentaba a mi lado.
-Sí, quiero saber que es lo que quiere conmigo. ¿Ella es tan confusa sabes? Un día me trata bien, al día siguiente llega queriendo asesinar a todo el mundo y así.

-Michelle, no has pensado que tal vez solo quiere jugar contigo? Hace unos días tenia pareja, al otro salia con strippers, no creo que sea el tipo de persona que tú quieras.
-Yo solo quiero a alguien que me haga feliz y me acepte con todo lo que soy y lo que tengo, incluida mi hija obviamente.
-Ese es el punto, una mujer como ella no quiere ese tipo de compromisos.
-Tal vez tengas razón.
-Habla con ella y luego llama a Laura.- Suspire y recordé a Laura. Dios, ¿en qué lío me metí ahora?

Flashback
Días atrás

Nos levantábamos de la mesa ya que nuestra hora de almuerzo había terminado. Bela se fue a pagar la cuenta y me quede esperándola, la campanilla de la puerta sonó y abrí mis ojos como platos al ver a la persona que entraba. Me di la vuelta y recé para que no me hubiera visto. Que no me vea, que no me vea.

-Disculpa... Sentí que tocaron mi hombro y me di la vuelta -Michelle?
-Laura, que sorpresa -Hable nerviosa y ella sonrió.

-La sorpresa es mía, vaya, te ves... Diferente.

Sus ojos azules me miraron de arriba abajo y no pude evitar sonrojarme.

-Tú también.

Respondí y ella regreso su mirada a mis ojos. Sentí mi corazón latir con rapidez, sus ojos azules me miraban como la primera vez. Con tanto cariño y amor que sentí mis piernas temblar.

Laura Prym había sido mi primer amor. Habíamos salido por un año, pero tuvimos que romper porque ella tuvo que viajar a Chicago a comenzar su carrera como doctora, había sido difícil al principio, pero prometimos estar en contacto continuamente, pero al parecer ella no entendió la idea y desapareció para siempre dejando mi corazón hecho pedazos. Luego de eso vino la peor pesadilla para mi.

-Estas hermosa

Sentí su mano en mi barbilla y levanté la mirada.

-He vuelto mi amor, he vuelto por ti.

Estaba en shock, la mujer que me había roto en corazón ahora volvía y me decía esto. Me sentí confundida y no podía reaccionar y tampoco lo hice cuando sentí unos cálidos labios tocando los míos con suavidad. Suspire y me deje llevar.

-Sigues usando el mismo labial.

Ella habló cuando nos separamos y escuchamos a alguien aclarándose la garganta.

-Bela?
-Qué haces aquí, pensé que estabas en Chicago.

Mi amiga hablo confundida ya que no era muy fan de ella. Fue Bela quien limpió mis lágrimas y estuvo conmigo cuando ella se fue. Y en su rostro demostraba incomodidad y molestia.

-He pedido el traslado para acá, regrese para arreglar las cosas con mi chica.

Ella me miró y me acomodo un mechón de pelo con cuidado. Sonreí y ella me dio un beso rápido en los labios.

-Bien, debemos regresar al trabajo.

Mi mejor amiga habló y enseguida intercambiamos números con mi... Con Laura.

-Te llamare bebé, lo prometo.

Asentí y me volvió a besar.

Y sí, me llamo ese día, y al siguiente y al siguiente...

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