Sorpresa de mal gusto

215 12 1
                                    

Cuando llegamos al hospital, fuimos a recepción y como habíamos llegado quince minutos tarde tuvimos que esperar a que el médico se desocupara.

-Estas nerviosa?

Michelle me preguntó y la mire.

-No, tendría que estarlo?
-Vanesa, vamos a saber cómo está el bebé.

Habló obvia y yo hice un puchero.

-Bueno, lo siento, pero estoy segura que está todo bien con él.
-No es niño.
-Si lo es.
-Que no.
-Que sí.

Reí cuando puso su mano sobre mi cara y me alejó de ella.

-Disculpe, ¿es usted la señorita Michelle Hernández?

Una enfermera interrumpió nuestro juego y ella asintió.

-El doctor no puede atenderla en este momento, se le ha presentado una emergencia y ha salido del hospital, pero hay otra doctora y está disponible, pueden pasar con ella si gustan.
-Está bien gracias.
-Con gusto, el consultorio es el número 25, quinto piso.
-Gracias.

Nos levantamos y entrelazamos nuestras manos.

-Siento algo raro.

Hablé presionando el botón del elevador.

-Raro cómo?
-No lo sé, como un presentimiento extraño. ¿Crees que tenga que ver con pequeño ángel?

Hable preocupada y ella hizo una mueca. Moriría si algo estuviera mal con él, no lo soportaría.

-Todo va a estar bien, ya verás.
-Ok.

Llegamos a la puerta indicada al tiempo que otra enfermera salía. Tocamos y se escuchó un "Adelante", abrí la puerta y le di paso a Michelle para que entrara primero, la seguí y cerré la puerta. Iba a caminar, pero me tope de frente con Michelle quien estaba inmóvil mirando al frente.

-Buenos di....

La voz de la doctora quedó apagada y mire a la persona sentada frente a mí. Solo podía ser el karma que me perseguía, definitivamente.

¿Recuerdan a Laura? ¿La tipa ex novia de Michelle de hace años? Bueno, pues es la misma imbécil que ahora está parada frente a nosotras con cara de idiota.

-Buenos días.

Habló saliendo de su trance y me mordí el labio. Michelle se aclaró la garganta y camino a las sillas.

-Buenos días.
-Um, pueden tomar asiento.
-Creo que nos equivocamos de doctor.

Hable fríamente y me cruce de brazos.

-Acabo de leer tu nombre en el expediente.

Me ignoró y miro a Michelle.

-Nos han enviado para acá, el doctor con quien teníamos la cita no estaba disponible.
-Entiendo.

¿Y yo que? ¿Estaba pintada en la pared o que mierda?

-Cuál es el motivo de la consulta?

Apreté los puños y conté hasta cien para no saltar encima de ella y golpearla. La seguía odiando, y más sabiendo que se había atrevido a golpearme en el pasado. Ni olvido, ni perdono.

-Bueno, estoy embarazada.

Michelle habló con firmeza y entendí que no tenía por qué estar enojada, ella me amaba, ella ya no sentía nada por esa estúpida, ella era solo mía, mi molestia no tenía razón alguna.

-Wow, eso es... Genial.

Habló con cierto dolor en su voz y sonreí sin gracia.

-Entonces, ¿es doctora o solo está jugando a la enfermera barata?

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora