Pequeña pelea

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Vanesa
Estúpido Biff, estúpido estúpido. Entramos al auto y cerré la puerta con fuerza.

-Desde cuando ese tipo está detrás tuyo? - Pregunte molesta y Michelle ni me miro. -Te hice una pregunta Michelle, o prefieres que te llame Mich? - Hablé sarcástica y puse mis manos en el volante apretando al ver que estaba siendo ignorada, lo que más odiaba en la vida.

-No tengo que darte explicaciones.
-Oh de verdad? entonces estoy pintada en la maldita pared o qué?
-Vanesa es suficiente.- Ella hablo firme y me miro, intentó abrir la puerta pero fui más rápida y le puse seguro.
-A dónde vas?
-No te importa.
-Vas con el estúpido de tu ex? -Ella me miro sorprendida y levante una ceja.-El me lo dijo.
-No debería importante siquiera un poco, porque mejor no llamas a la chica de restaurante? ¿Tienes su número no? Llámala, vete con ella y déjame en paz.

Me quede sin palabras mientras ella intentaba abrir la puerta.  Encendí el auto y arranque.

-Lo que imagine.- Habló negando mientras se recargaba en la ventana.
El resto del camino fue en silencio, uno incómodo por supuesto. Llegamos al Penthouse y Michelle no esperó que le abriera la puerta, se bajó y cerró con fuerza.

-Se te ha quedado abierta. - Hable bajándome del auto y ella me ignoro, abrió la puerta de atrás para bajar a Sofi y volvió a cerrar con fuerza, llegamos arriba y nana nos saludó alegre pero al ver nuestras caras su sonrisa se borró.
-Está en sus días.- Reí y ella asintió. Pero yo reía para aliviar la tensión que había. Minutos después nana salió a hacer unas compras y Michelle salió a la sala, Sofí estaba dormida y aproveche para tratar de hablar con ella, bueno hablar no pero...

-Hola- Envolví mis brazos alrededor de ella que estaba mirado por el enorme ventanal. No recibí respuesta y suspire mientras dejaba mi cara en su cuello.- Estas enojada?
-No quiero escucharte.- Reí y deje un beso en su cuello sintiendo como se estremecía.
-Lo siento.- Seguí dejando besos tratando de llamar su atención y sonreí cuando ella me apartó y se cruzó de brazos mirándome.
-Para.
-Por qué?
-Vanesa discutimos te das cuenta?
-Fue algo tonto y ya te pedí disculpas.- Rodó los ojos y la abrace. -Podríamos ver una peli acurrucadas y así olvidar lo que paso quieres? - Ella acepto y encendí la tele, traje algunas mantas y nos acostamos en el sofá. Obviamente mis intenciones eran otras....

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Michelle
La película estaba genial, estaba tan concentrada hasta que sentí la mano de Vanesa en la cara interna de mi muslo, me sobresalte pero no dije nada, entonces empezó a acariciar.

-Vanesa que haces.
-Shh.- Ella me hizo callar y empezó a besar mi cuello. Dios, entendía que tal vez estaba frustrada sexualmente, es más, sabía que lo estaba, pero yo no me sentía preparada todavía. ¿O seria que ya era hora de dar el siguiente paso? No lo creo, ni siquiera sé que somos.

Olvidé mis pensamientos cuando su mano siguió subiendo, pero antes de llegar la detuve poniendo mi mano sobre la suya.

-Vanesa...- Ella me beso con pasión y correspondí su beso, si ella estaba frustrada yo estaba igual o peor. Me recostó en el sofá y quedó encima de mí, nuestras lenguas empezaron una batalla y gemí cuando su mano quedó a centímetros de mi vagina. Levante mis caderas y sentí como sonreía, finalmente llego a la zona y empezó a acariciar por encima de la ropa. Mis manos fueron a su espalda y su boca fue a mi cuello, dejando besos húmedos. Gemí al sentir su lengua en mi cuello y su mano apretó allí, pegué un pequeño salto de sorpresa y sentí mis bragas mojadas.

Dejo de besarme el cuello y volvió a mi boca, nos separamos y nos miramos mientras respiráramos con dificultad. Sus ojos verdes, ahora eran oscuros, sus manos se posaron a cada lado de mi cara y sin pensarlo ella se movió contra mí, creando una deliciosa fricción entre nuestros centros. Cerré los ojos y me mordí el labio para contener los gemidos, Vanesa puso su cara en mi cuello y la escuché gemir fuerte, se seguía moviendo y apreté su cuerpo contra el mío para generar el mayor contacto posible.

A estas alturas los gemidos eran cada vez más fuertes, Vanesa se seguía moviendo sobre mi hasta que finalmente llegue al orgasmo, ella tardo un poco más en llegar y cuando lo hizo se quedó sobre mi mientras intentábamos recuperar el aire.

Pasaron unos segundos y nuestra respiración se había normalizado al tiempo que el elevador se abrió, Vanesa se levantó de encima mío y se acomodó lo mejor que pudo, ella no estaba tan mal como yo, solo un poco despeinada.
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Vanesa
Nana entro y se quedó mirándonos, Michelle se acomodó su cabello pero sus mejillas rojas y sus labios hinchados la delataban.

-Interrumpo?
-Bastante.- Hable sonriendo y me gane un golpe por parte de Michelle.-Auch! Ok no. - Ella se levantó y la seguí a la habitación. Parecía avergonzada.

- Estas bien?
-Aja.
-Segura? -Asintió y fue a buscar algo en la maleta de Sofí.-No llegaste al orgasmo?-Pregunte divertida.
-Oh Dios cállate!- Ella me tiro un zapato y solté una carcajada. Estaba avergonzada.
-Fue eso? ¿Tan mala soy? - Seguí bromeando hasta que sentí su cuerpo chocando con el mío y sus labios atacando los míos.

-Estuvo increíble. - Habló sobre mis labios y apreté su trasero ganándome un mordisco en mi labio.
-Quieres repetirlo?
-Me encantaría.- Sonreí y acaricie su trasero.
-Tienes un culo de infarto.
-Oh Dios, eres una ordinaria.- Nos separamos riendo y me senté en la cama. Sofí seguía durmiendo y nos miramos con Michelle.

-Ya que arruinaste mi ropa, puedes prestarme la tuya? Necesito una ducha.
-Utiliza lo que quieras. Yo iré a bañarme en el baño de arriba.

Dejó un beso rápido y entró al baño, salí y fui a la cocina viendo la cara divertida de nana.
-De verdad interrumpí?
-Sí, estábamos a punto de tener sexo - Me dio un golpe en el brazo y reí.-Era broma, solo estábamos besándonos.
-Si claro.- La escuche decir mientras salía de la cocina e iba al piso de arriba a bañarme, sin duda, había sido un momento increíble, me imaginaba que se sentiría hacerla mía sin ninguna prenda entre nosotras....

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