Capítulo 34

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La semana había pasado tan rápido, ya era viernes, el día que Emma esperaba ansiosamente. Llevaba tres días hablando de lo mismo, el juego de Chicago Bulls contra Knicks al que irían con Elliot. Olivia tenía pensado rechazar la invitación de él pero al ver el entusiasmo de su hija no había podido hacer nada al respecto, irían los tres al juego y ella tendría que actuar normal. 

—¿Pasarán por mi a la salida, no? Estaré lista —dijo Emma antes de bajarse del auto y entrar al edificio donde vivían. Habían almorzado fuera y ahora Liv tenía que regresar al trabajo—. Tengo lista la maleta que llevaré a Chelsea Piers con lo que me pondré para ir al juego.

—Sí cariño —contestó intentando sonreír luego de soltar el aire retenido—. ¿En serio quieres ir?

—¿Bromeas? ¡Desde el domingo que espero el viernes! —gritó emocionada.

"Debería decirles. ¿O no debería? ¡Dios! No puedo con esto." pensó e inconsistentemente puso una mano en su frente.

—Tú no pareces muy entusiasmada. ¿Te peleaste con Elliot?

—No. No es eso.

—Me gusta para nosotras.

Olivia la miró con cara de pánico.

—¿Qué?

—Emma... no...

—No me hago ilusiones y menos pienso que se van a casar peroooo se nota que está muerto por ti y me cae muy, muy bien —sonrió y llevó su mano a la mejilla de su madre—. Mereces a alguien que te ame y creo que él lo hace. Sólo tiene un defecto.

—¿Cuál? —preguntó después de tomarse unos minutos para respirar profundo y evitar que sus lágrimas cayeran.

—Le va a los Knicks.

Rieron.

—Tengo que irme ahora cariño.

—Lo sé. Nos vemos —besó su mejilla y bajó del auto—. ¡Ah! No pregunté —añadió asomándose por la ventana—. ¿Iremos en el mismo auto? Creo que deberíamos ir en el mismo auto. ¿En este o en el de Elliot?

Olivia resopló al recordar la sonrisa de Elliot cuando llegó a la estación esa mañana informando que tendría que llevarlo a su casa en la noche porque justo ese día su auto no había querido encender.

—Elliot no llevó auto así que iremos en este.

—¡Genial!

Estacionó su auto y respiró profundo, le gustaba cada vez menos como estaba sucediendo todo. No sabía si era injusta o no al no permitir que su hija y Elliot tengan la relación que les correspondía pero estaba aterrada de las reacciones que podrían tener.

Su cabeza no podía dejar de darle vueltas a las palabras de su hija. "Me gusta para nosotras." "Mereces alguien que te ame y creo que él lo hace." Sus ojos se humedecieron ligeramente. Estaba frustrada y no tenía idea de cómo seguir manejando la situación.

Tomó su celular, vio los contactos y por suerte la primera en salir fue Alex. Necesitaba descargar todo lo que estaba sintiendo, necesitaba tanto un abrazo y sobre todo necesitaba hablar con alguien que supiera todo de su vida. Alex y ella no habían podido hablar desde el lunes. La rubia había estado todos esos días fuera de la ciudad, en una conferencia y con reuniones a cada hora, una de las razones por las que había dejado a David Haden a cargo de lo que se presentare en la unidad.

—Hola Liv —contestó su celular con una gran sonrisa—. He extrañado tanto hablar contigo y con Emma esta semana. No sabes lo aburrida que estoy aquí.

Sacrificio de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora