Capítulo 112

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Aprovechando que Olivia decidió tomar una siesta porque se sentía muy cansada del día tan pesado que había tenido, Elliot decidió ir a Queens para hablar con Kathy. Emma no se separó ni un segundo de ella y se acostó a su lado en la cama, ambas tomando una siesta como lo hacía cuando era una niña. Él se despidió de ellas y les aseguró que estaría de regreso para la cena. Su hija adolescente seguía mirándolo con recelo, sin creer del todo en lo que hablaron y en que él no las dejaría, supo que por consideración a su madre no lanzó un comentario hiriente una vez más.

El camino a su antigua casa se le hizo tan lejos. Su cabeza llena de pensamientos negativos. Sus hijos adolescentes no confiaban en él y estaban tan enojados con el mundo y no sabía cómo ayudarlos y por otro lado estaba Kathy y su versión de los hechos. Deseaba tanto que Liv pudiera recordar. Quería pensar que su ex esposa no sería capaz de algo tan grave como un intento de asesinato aunque era consciente de su carácter volátil desde que Olivia regresó a New York. Lo único que tenía claro es que debía mantenerla alejada de su nueva vida y tenía que hacer todo lo posible por ello, su prometida embarazada lo necesitaba.

Se  estacionó fuera de la casa y respiró profundo. Dos autos estaban estacionados sobre la acera, el de Kathleen y el de Richard y lo más seguro era que Maureen y Elizabeth estuvieran dentro también.

—Bienvenido a la cordial reunión de los Stabler —dijo Kathleen abriendo la puerta de la casa antes de que él pudiera golpear—. Hola papá.

—Hola cariño —besó su frente e ingresó—. No sabían que estaban todos reunidos.

—Nos enteramos que estaba de regreso y vinimos aquí. 

—¿Eli?

—Pasamos por él a tu departamento. Maureen y yo —comunicó y suspiró—. Los cinco estamos aquí. ¿Liv te dijo que la vio en la estación con Richard y Elizabeth el martes?

—No —masajeó su cuello mientras seguía a su hija a la sala—. Tu madre fue el lunes a hablar con ella. Eso fue lo que me dijo.

—No me sorprende que lo hiciera —volteó a verlo y sonrió sin gracia—. No te sorprendas si sientes que esto es un déjà vu porque ya escuchaste todo lo que está diciendo.

Kathleen se sentó en uno de los sofás unipersonales y echó su cabeza hacia atrás, Eli a su lado sentado en el reposabrazo. Maureen estaba parada en una de las esquinas de la sala de estar y le dio una media sonrisa a su padre. Kathy estaba sentada en medio de Richard y Elizabeth en el sofá de tres puestos.

—Elliot, estás aquí —Kathy se acercó a Elliot y lo abrazó con fuerza—. Te estaba esperando. Elizabeth y Richard me dijeron que estabas fuera de la ciudad con Eli. ¿Sucedió algo?

—Todavía no sabe —murmuró Eli poniéndose de pie y rodeando el sofá donde antes había estado sentada su madre.

—Hola papá —saludaron casi al unísono Maureen, Elizabeth y Richard.

Él respondió con una pequeña sonrisa y un asentimiento. Alejó a Kathy y caminó para sentarse en el sofá unipersonal diagonal a donde estaban los gemelos. Maureen y Eli se sentaron a ambos lados de Kathleen en silencio.

—No sé, ¿qué?

—¿Por qué no me dejan solo con su madre? 

—Todos sabemos el tema de discusión aquí —respondió Richard cruzándose de brazos—. Mi madre "atacando" a Olivia —agregó haciendo citas en el aire.

—Ella no lo hizo. Fin de la discusión —completó Elizabeth y Kathy volvió a tomar su lugar en medio de los gemelos.

—¿Les parece normal que ella simplemente huyera cuando supo que Olivia estaba en el hospital? —preguntó Maureen poniéndose de pie y caminando hacia su madre—. ¿Te parece que eso hacen los inocentes, mamá?

Sacrificio de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora