Capítulo 37

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Había pasado casi una semana y el caso en contra del joven Cooper estaba más que listo, tenían las pruebas suficientes para presentarlo en la corte. Olivia y David se habían ganado varias amenazas anónimas que estaban seguros era de parte de esa familia, también se ganaron varias llamadas de atención del alcalde el cual sólo pedía prudencia y que estuvieran seguros de lo que hacían. Dodds se empezó a aparecer más por la unidad y a meterse en el caso también debido a la presión mediática que había tenido el caso una vez la prensa lo supo. Querían mantener todo oculto hasta presentar los cargos pero la información se había filtrado de algún modo. Ya tenían un caso sólido. Becky, la joven abusada por el menor de los Cooper, se encontraba estable emocionalmente. Hablar con Olivia le había servido demasiado y ya no veía lo que le había pasado de manera tan fatalista, quería seguir con su vida, quería salir adelante y tomar las riendas de su camino. La siguiente semana empezaría el juicio contra Martin Cooper por encubrimiento y a su hijo por violación.

Olivia se había propuesto, por milésima vez, olvidar sus sentimientos por Elliot y mantenerlo lo más alejado posible de su vida personal ya que de la laboral no podía. 

Elliot cada día enloquecía un poco más por las evasivas de ella y sus celos por Haden aumentaban, en las dos semanas que llevaban con el caso el fiscal no salía de Víctimas Especiales y menos se alejaba de Liv. 

David había aprovechado muy bien esas semanas con Olivia y sus hijos estaban ayudando bastante a su acercamiento, hasta Emma salía más seguido con su hijo. Los adultos se habían acercado bastante por el caso que llevaban en el trabajo pero también por la amistad de los chicos. Sentía como Olivia empezaba a confiar en él. La invitaba a salir, a comer algo o incluso a beber algo cuando podían. 

—Liv... —la llamó Elliot desde la puerta de su oficina. Ella no podía dejar de estremecerse al escuchar ese apodo salir de su boca, la derretía pero debía ser fuerte.

—Te dije que...

—Dejara de llamarte así, lo sé... pero no puedo, Capitana —sonrió, ese viernes estaba de mejor ánimo, David Haden no se había aparecido por la unidad en todo el día—. El caso Cooper está resuelto...

—Teniente, ¿por qué mejor no es directo? —inquirió interrumpiéndolo.

—Sólo quiero recordarte que este fin de semana o por lo menos mañana no podré acudir a ninguna emergencia que se presentare —comunicó serio y se sentó frente a ella.

"¿Qué demonios significa eso? ¿Acaso tiene una cita y no quiere que se le arruine por trabajo?" se preguntó y volvió a ponerse los lentes que se había quitado cuando había llamado a su puerta.

—Te lo dije el lunes, ¿recuerdas? —preguntó al no recibir respuesta alguna.

—¿El trabajo interfiere en su vida social, Teniente? —inquirió remarcando "social" cuando en realidad quería decir "amorosa".

"¿Está celosa?" se preguntó con una gran sonrisa en su cara y ella regresó la mirada a su laptop. —No, para nada. Tengo una vida social muy activa por lo que tengo planes que no quisiera cancelar.

—Planes —murmuró e involuntariamente golpeó su escritorio.

—¿Todo bien? ¿Hay algún problema? —preguntó sin dejar de sonreír y ladeó su cabeza.

—No... pero lamento informarte que te toca junto a Carisi estar de guardia. 

—Liv, lo sé por eso te dije...

—Si alguien llama, van los dos. No importa la hora, no importa el momento, ni el lugar, ni lo que estés haciendo, ustedes acuden, no tengo más personas en el campo —dijo en tono de orden mientras se recriminaba por tener celos al pensar que tenía planes con alguna mujer—. Fin no puede cubrirte, se va a visitar a su hijo y ya que Carisi está de guardia pues Amanda cuida a Jesse —lo conocía tan bien que estaba segura pensaba que podía cambiar su guardia.

Sacrificio de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora