Emma había sido extremadamente difícil esos días. No quería hablar, no quería estar con nadie y lo que más le preocupaba a Elliot era que no quería comer, apenas y comía lo que le preparaba. Él había intentado hablar con ella sobre lo que estaba sucediendo entre ellos y Olivia pero ella se cerraba a la primera palabra que escuchaba de su madre. Alex lo había intentado cuando había ido a visitarla pero tampoco logró nada. Él le estaba dando su espacio y estaba siendo comprensivo lo cual empezaba a volverla loca ya que creía que era condescendiente sólo porque estaba recuperándose de su cirugía y no podía caminar sin ayuda.
—Emm —golpeó con suavidad la puerta de su habitación y se dejó entrar—, ¿cómo te sientes?
—Bien —contestó sin dejar de mirar el libro que estaba leyendo—. Aunque estaría mejor si dejaras de preguntarme —murmuró para sí misma con molestia.
—Tengo que salir ahora.
—Ok.
—¿Estarás bien sola? Puedo llamar a Alex o Amanda para que...
—No necesito niñera.
—Lo sé —la miró fijamente, tenía el ceño fruncido igual que lo hacía Liv cada que algo le molestaba—. Quizás quiera venir alguna de tus amigas o este chico... —se quedó pensativo ya que no recordaba el nombre del novio—, con el que sales.
—Ya no salgo con nadie.
—No quería ponerte triste —dijo al instante de ver cómo su expresión cambiaba de molestia a tristeza—. Yo no sabía que...
—No importa. No va a venir nadie a acompañarme porque no necesito que alguien se quede conmigo.
Se quedó unos minutos observándola desde el marco de la puerta y ella levantó la mirada otra vez de su libro otra vez.
—Soy una adolescente, no una niña, puedo cuidar de mí.
—Sólo estaba pensando en lo que podríamos cenar hoy en la noche.
—Pizza esta bien —contestó sin darle importancia.
—Es noche buena —le recordó ya que pretendía hacer una cena como las que acostumbraba a compartir con sus hijos, era la primera navidad junto a Emma y quería que fuese especial.
—Una noche más, una noche menos.
—Emma... —respiró profundo y se sentó a su lado, en la cama.
—Debes dejar de usar ese tono conmigo porque estas a punto de enloquecerme —lo interrumpió y dejó de lado su libro. Suspiró—. Estoy bien, ¿sí? No necesitas compensarme nada y menos tratarme de forma condescendiente. Nada de esto es tu culpa.
—Cielo, no tienes que centrarte en culpar a alguien. Nada se gana así.
Ella iba a interrumpirlo de nuevo pero el tomó sus manos y se quedó en silencio.
—No te trato de forma condescendiente, lo hago con amor y si pegunto cómo te sientes a cada segundo es porque me importa, quiero que te sientas cómoda aquí. Trataré de no volverte loca y no preguntaré tantas veces lo mismo. Lo prometo.
—Perdón por ser tan idiota.
—No eres idiota.
—Pero no me he portado muy bien contigo. No tienes por qué tener en tu casa a una adolescente latosa e insoportable...
—¡Hey! Debes parar de decir y pensar así. Esta también es tu casa —acarició su mejilla y sonrió—. No eres una molestia para mí. Voy a repetirlo hasta que lo creas.
—Gra...
—Tampoco agradezcas.
—Te quiero.
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Sacrificio de Amor
FanfictionOlivia Benson regresa a su ciudad natal, New York, después de pasar los últimos 15 años de su vida lejos de ahí. Su hija adolescente de 14 años no estaba de acuerdo con mudarse pero no podía hacer nada al respecto ya que si quería conservar su placa...