"10-13. Oficial herido. Necesito una ambulancia urgente." Sintió una punzada en su pecho, sentía como si su herida quemara. "No me puedes dejar. No ahora. Te amo. Tenemos una hija. Emma es tu hija."
Los latidos de su corazón retumbaban en sus oídos.
—¡Olivia!
—¡Ell, sólo fue un vaso roto! Estoy bien.
Elliot no podía procesar la idea, su recuerdo, ¿su sueño? No sabía lo que estaba pasando. No entendía nada. En su cabeza se repetía una y otra vez el "Emma es tu hija" con la voz de Olivia.
Cuando Olivia ingresó en la habitación de Elliot, se sorprendió al verlo sentado al final de la cama; estaba con sus codos apoyados en sus muslos y su cabeza escondida en medio de sus manos. El grito de Elliot llamándola la había preocupado pero verlo así le indicaba que las cosas con él no estaban bien. Ella se había cortado al intentar levantar los vidrios del vaso roto más rápido y tenía su mano envuelta con una toalla, el corte no era tan profundo pero tenía que parar el sangrado y ya luego se curaría. Se acunclilló frente a él y susurró su nombre.
—Ell... —repitió inclinándose un poco más para poder ver su rostro—. Ell, ¿te sientes bien?
Elliot se paró rápidamente, lo que la hizo perder el equilibrio y caer sentada.
—Amor...
—¡¿Cómo te atreves a llamarme de esa manera?!
—¿Qué sucede contigo?
—¡Me mentiste! ¡Maldición! ¡Me mentiste en mi cara todo este tiempo!
—No entien...
—¡No me dijiste que Emma era mi hija!
Y sólo escuchar el nombre de su hija la hizo comprender todo. El rostro de Elliot estaba totalmente rojo. La vena en su frente parecía a punto de reventar. Sus puños cerrados eran un claro indicio que estaba haciendo todo por contener su rabia. Ella sabía que podía ser así. Sabía que ese día llegaría y sería el peor de todos, incluso peor que el día en la corte en que él le dijo que su esposa estaba embarazada y tenía que regresar con ella... en ese momento podía ver que era peor que todo lo que se había imaginado.
—Yo...
—¡¿Tú qué Olivia?! ¿Cómo... cómo pudiste hacerme esto?
—Elliot, yo... tenías una familia.
Lágrimas caían por sus rostros. El aire que respiraban entraba y salía violentamente de sus pulmones.
Él se acercó dando grandes pasos hacia ella y su mirada llena de odio hizo que por primera vez le temiera. Dio un paso hacia atrás y su espalda golpeó contra la puerta de la habitación. Él pudo haber sido violento con todos pero con ella siempre fue diferente aunque discutieran a gritos. Ella se sentía tan indefensa y culpable que no tenía esa misma fuerza para discutir con él porque nada cambiaría los últimos quince años, nada cambiaría su sentimiento de culpa, lo que la ponía en desventaja.
—¡No tenías el derecho de apartarme de MI HIJA! —la tomó por los hombros y la sacudió un poco.
—Quería decirte... yo...
—¡¿Que ibas a decírmelo?! ¡¿Cuándo?! —la soltó y giró, dándole la espalda. Quería calmarse pero a la vez quería dejar escapar toda esa ira que sentía en su contra—. ¿Me lo ibas a decir dentro de otros quince malditos años?
—Ese día en la corte...
—¿Sabías que estabas embarazada cuando te fuiste?
—Me dijiste que Kathy estaba embarazada —sollozó.
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Sacrificio de Amor
FanfictionOlivia Benson regresa a su ciudad natal, New York, después de pasar los últimos 15 años de su vida lejos de ahí. Su hija adolescente de 14 años no estaba de acuerdo con mudarse pero no podía hacer nada al respecto ya que si quería conservar su placa...