El jueves había llegado y Olivia regresaba a trabajar, se había pedido dos días libres para pasarlos con su hija, aún la aterraba alejarse de ella, hubiera querido tomarse más días pero el trabajo esperaba. Ese jueves no regresaba de muy buen ánimo a trabajar ya que tendría que ir con Dodds a un evento después. Trató de todas las formas cancelar su estúpida invitación pero no pudo y por primera vez en la vida estaba odiando su trabajo.
En la estación todo marchaba sobre ruedas y habían detenido a Cooper luego de que Elliot hiciera confesar a ambos secuestradores. Él se había hecho cargo de la estación esos días. Amanda o Fin eran los encargados de mantener a Liv informada ya que él no la había llamado para nada y no quería escuchar su voz, todo lo contrario con Emma a la cual había llamado para preguntar cómo estaba en esos días.
—Te quedarás con Alex hoy en la noche así que no olvides tu uniforme —recordó Olivia a su hija en medio almuerzo.
—¿Por qué no me puedo quedar aquí y esperarte? —preguntó poniendo los ojos en blanco. Adoraba a su tía pero no cuando su madre la ponía de niñera—. No necesito que me cuide.
—No te cuidará. Se harán compañía.
—Ya hablamos de esto...
—Y la decisión está tomada.
—Deberías hablar con ella. Tú ve a hacerle compañía así se arreglan.
—Emma...
—¿Qué hiciste para que tía Alex esté enojada contigo? —preguntó por milésima vez en esos dos días, sabía que algo pasaba porque cada que ella llamaba hacía todo para no hablar con su madre—. ¿Es por trabajo?
—Emma, no es que esté enojada. Ya te lo dije.
—No. No dijiste nada. Ustedes hablan siempre. Soluciona las cosas antes de mi cumpleaños —pidió alejando su comida—. Ella es lo más cercano a familia que tenemos y no se pueden disgustar. Ha estado en todos mis cumpleaños desde que me acuerdo.
—Y no va a dejar de ser así.
—Pero tienes que hablar con ella y solucionar lo que tengan que solucionar.
—Ok. Mañana la invitaré a desayunar o a almorzar —puso de nuevo el plato de comida frente a su hija—. Continúa comiendo. Hoy vuelves a las prácticas.
Terminaron de comer y Olivia se despidió de su hija recordando que llamaría un uber para que la vaya a dejar a Chelsea Piers, no quería que volviera a tomar el metro sola o por lo menos hasta que pasara todo el asunto del caso Cooper.
Estaba en su oficina intentando dejar de preocuparse por Emma. Vio hacia un lado, donde colgaba los abrigos y donde ahora guindaba una bolsa cobertora para el vestido que usaría en la moche. Dodds había insistido en que pasaría por ella y como no quería que fuera a su casa decidió que se arreglaría en la estación y cuando el evento terminara la iría a dejar ahí para que pudiera tomar sus cosas e irse en su auto.
Sabía que tenía que concentrarse en el trabajo pero su mente estaba en cualquier otra parte ese día. Observó unos minutos a Elliot por la ventana y resopló, estaba bastante distante y cortante con ella, su corazón quería solucionarlo pero su cerebro debatía diciendo que esa lejanía era lo mejor. Abrió el cajón donde tenía todo lo que Elliot le había dado hace semanas y sonrió tristemente. Quería olvidarlo pero verlo a diario le estaba complicando aún más las cosas que cuando estaba en Chicago, olvidarlo se había convertido en su misión imposible.
—Yo no dejé esta carta fuera de la caja —murmuró tomándola del lugar donde su hija accidentalmente la había dejado—. ¿Emma habrá revisado mis cajones como cuando era niña? —Se preguntó sacando la caja y verificando que lo demás estuviera en su lugar—. No lo creo. Seguro fue un descuido mío —intentó convencerse y respiró hondo—. Elliot...
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Sacrificio de Amor
FanfictionOlivia Benson regresa a su ciudad natal, New York, después de pasar los últimos 15 años de su vida lejos de ahí. Su hija adolescente de 14 años no estaba de acuerdo con mudarse pero no podía hacer nada al respecto ya que si quería conservar su placa...