Emma corrió sintiendo su corazón a mil por hora. Tropezó con varias personas por el camino cuando bajó al metro pero continuó corriendo hasta que salió a varias calles de donde se habían llevado a Sam. Salió de ahí y se paró en una esquina a tomar aire con lágrimas en los ojos. Se sintió observada y volvió a echar la carrera al darse cuenta de la calle en donde estaba, muy cerca de la estación donde trabajaba su madre.
"Esto no está pasando." se repetía una y otra vez.
Una vez llegó a la estación sintió un peso enorme sobre sus hombros y como su cuerpo había llegado al máximo, estaba cansada de haber corrido tantas calles sin parar. Un oficial de la entrada se acercó a ella al verla tan alterada pero ella sólo pudo decir que tenía que ver a la Capitana Benson. Subió en el ascensor con los ojos rojos y nublados por las lágrimas. Las imágenes de cómo había sucedido todo hace tan solo unos minutos se pasaban por su mente sin poder centrarse en alguna. Su día había comenzado tan bien...
Salió del ascensor y no supo a dónde dirigirse, sólo sabía cuál era el piso y la estación donde trabajaba su madre, no más. Caminó muy rápido por el pasillo intentando calmarse pero su llanto era incontrolable.
—¿Está...? Necesito ver la Capitana Benson —sollozó y con ambas manos limpió sus lágrimas.
—¿Estás bien? ¿Puedo ayudarte en algo? —le preguntó una rubia levantándose rápidamente de su asiento.
Emma negó con un movimiento de cabeza, necesitaba ver a su madre, no quería hablar con otra persona que no fuera ella.
—¿Emma? —escuchó desde el otro lado de la sala.
—¡Elliot! —corrió hacia él y lo abrazó. Él por supuesto correspondió al abrazo con la misma intensidad que ella, sabía que algo andaba mal.
—Shhh... tranquila cariño —intentó calmarla y besó su cabello—. ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Qué te hicieron?
—Quiero ver a mi mamá —sollozó nuevamente sin dejar de abrazarlo, mojando su camisa mientras se refugiaba entre sus brazos.
Elliot le hizo un gesto a Amanda, quien la había recibido, para que trajera agua así la calmaban y podría hablar con ellos de una vez por todas.
—Cariño, tu mamá no está aquí —respiró hondo mirando la hora. Olivia había llamado hace más de una hora informando que tendría una reunión con Dodds por lo que después del almuerzo se fue donde el jefe—, pero puedes hablar conmigo.
—Fue mi culpa...
—Emm... ¿qué fue tu culpa? Debes confiar en mi, por favor...
Olivia salió bastante molesta de la reunión con Dodds. No era una reunión referente a su trabajo precisamente, era una reunión para hablar sobre su imagen en Víctimas Especiales. Estaba furiosa porque ella no tenía la necesidad de "cuidar su imagen" ante los políticos de la ciudad. El jefe le propuso ir a un evento el día jueves en donde estarían los altos funcionarios y personas importantes de la ciudad. A ella para nada le había sonado como una proposición si no como una imposición lo cual la molestaba aún más.
Renegó, sola, todo el camino a la estación por lo que le estaban imponiendo. No le gustaba que la obligaran a ir a ese tipo de eventos, suficiente había tenido con la gala benéfica que habían tenido hace más de un mes como para asistir a otra y sola con su jefe.
Subió al piso de Víctimas Especiales entretenida en su celular por un mensaje de Alex, le habían dado el resto de la tarde libre. La rubia estaba en el supermercado enviando fotos de lo que comerían y para que la ayudara a escoger algún buen vino porque ella no se decidía por ninguno. Salió del ascensor con la mirada clavada en el celular. Levantó la mirada un segundo para asegurarse de no tropezar con nadie y le pareció ver a Elliot abrazando a una joven por lo que volvió a levantar la mirada.
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Sacrificio de Amor
Fiksi PenggemarOlivia Benson regresa a su ciudad natal, New York, después de pasar los últimos 15 años de su vida lejos de ahí. Su hija adolescente de 14 años no estaba de acuerdo con mudarse pero no podía hacer nada al respecto ya que si quería conservar su placa...