Capítulo 63

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Olivia fue abriendo los ojos poco a poco, estaba desorientada. Al verse rodeada de cortinas blanca y acostada en una cama de hospital, se alteró. Intentó ponerse de pie rápidamente pero sentía su cuerpo tan pesado que fue inútil. Una mujer, a la que no le reconocía la voz, le susurró que se tomara las cosas con calma. Volvió a cerra los ojos, respiró profundo e intentó centrarse en lo último que recordaba. Un mensaje de Amanda informando que llegaron a su casa y que todas las ventanas estaban cubiertas.

"¿Qué demonios pasó?" 

Abrió los ojos por completo y sintió un dolor atravesar su cabeza. Cubrió su rostro con sus manos.

—Tranquila Liv. Todo está bien —puso una mano sobre su brazo, intentando hacer que se relaje.

—¿Fin? ¿Qué pasó? —preguntó y abrió nuevamente sus ojos—. ¡Elliot! ¿Dónde está? ¿Cómo está? ¿Te dijeron algo? —los recuerdos regresaron de golpe y estaba desesperada por obtener noticias.

—Shhh... él estará bien. Tienes que relajarte —susurró y la ayudó a sentarse.

—Quiero verlo. ¿Cuánto tiempo he estado aquí?

—No hay noticias de él. No puedes verlo todavía.

—¿Cómo sabes? No estás ahí.

—Olivia, les pedí que me informaran cualquier novedad.

—Necesito irme...

—Necesitas calmarte primero —la interrumpió un hombre vestido con una bata blanca—. Buenas noches Olivia, soy el Dr. James Marshall pero puedes decirme Jim —se presentó con una sonrisa encantadora—. Tuviste una crisis de ansiedad, lo que ocasionó que hiperventilaras y por ende que te desmayaras. No sucede muy a menudo —miró su ropa manchada de sangre—, pero por lo que veo estuviste en un accidente que te generó un grado alto de estrés puede ser que eso ocasionara tu crisis. ¿O te ha pasado antes?

—Soy policía. No fue un accidente. Hirieron a mi compañero. Estoy acostumbrada al estrés y no necesito estar aquí más tiempo... y no, no me ha pasado antes —respondió de mal genio—. Me siento bien.

—Te daré la orden para unos exámenes de sangre para descartar cualquier otra cosa —sonrió y ella negó con un movimiento de cabeza, lo que hizo que su dolor se intensificara—. ¿Te duele la cabeza? Puede ser por la...

—Estoy bien —repitió cortante.

—Liv... el doctor sólo está haciendo su trabajo. Debes dejar que lo haga —intervino Fin.

—Exacto. Lo que dijo tu...

—Amigo —aclaró ella poniendo los ojos en blanco.

—Bien. Amigo. Debes permanecer aquí unas horas más hasta que tus niveles...

—Tengo que irme. En cualquier momento saldrá un doctor a informar sobre el estado de Elliot.

—Primero lo primero. Tus exámenes de sangre.

—¿Acaso está sordo? —preguntó sin dejar de ver a Fin—. Ya dije que estoy bien. Me voy de aquí. Gracias, Jim —le dio una sonrisa falsa y se puso de pie.

Por fin sentía que empezaba a recuperar sus fuerzas y no iba a desaprovechar eso aunque tampoco es que iba a abusar de ello después del desmayo que había tenido. Necesitaba estar con Elliot y si se volvía a sentir mal, seguro que ese doctor no la dejaría tranquila.

Fin caminaba detrás de ella en silencio hacia la sala de espera. Ella sabía que quería objetar su salida de emergencias así que no le estaba dando oportunidad a hacerlo. Llegó ahí y habían menos personas que antes. Una cara llamó su atención pero prefirió ignorarla. Se sentó del otro lado de la sala bajo la atenta y fulminante mirada de Kathy Stabler. 

Sacrificio de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora