Sentía los párpados pesados, a pesar de ello, puso todas su fuerzas en abrir sus ojos. Poco a poco la luz brillante de la habitación se iba filtrando hasta que pudo adaptarse a ella. Intentó mover su cabeza hacia donde escuchaba la voz de Elliot y un fuerte dolor de cabeza hizo que se quedara quieta y cerrara los ojos de nuevo. Quiso mover su cuerpo y parecía que tuviera algún peso sobre ella porque no podía hacer mayores movimientos.
Respiró profundo y un nuevo dolor la atacó, esta vez por su lado derecho.
A lo lejos seguía escuchando la voz de Elliot queriendo tranquilizarla para que dejara de moverse.
—Liv, la doctora está en camino.
"¿Doctora? Entonces estoy en el hospital."
—Tranquila mi amor. Te sentirás mejor.
—Ell... —procuró no moverse más y abrió los ojos. Recordó el hospital y a Emma recién nacida a su lado—. Emma... ¿dónde está mi bebé? —preguntó algo confundida después de ver alrededor y no ver la cuna.
"¿Bebé?"
—Elliot...
—Olivia, soy la doctora Cooper —se presentó acercándose a ella para revisar sus signos vitales y asegurarse que todos sus sentidos funcionen—. ¿Tu vista está nublada, me escuchas con claridad?
—Veo bien. Sólo... sólo me duele la cabeza —tomó aire y la doctora empezó a revisar sus pupilas con su pequeña linterna—. Escucho con claridad.
—¿Qué es lo último que recuerdas?
—No lo sé —respondió con sinceridad ya que no entendía lo que sucedía. El nombre de la doctora no se le hacía familiar—. ¿Dónde está Emma? —preguntó, buscando a Elliot con la mirada.
—Está en casa. Alex la traerá en unos minutos —él tomó su otra mano y la sujetó suavemente.
—¿Alex?
—Olivia, vamos a llevarte para realizar unos exámenes —informó la doctora cuando ingresó un par de enfermeras para ayudarla a sacar a la paciente de la habitación—. No tomará más de una hora —agregó mirando a Elliot.
Estaba realmente confundida y sus pensamientos estaban vagando de un recuerdo a otro. Muy despacio llevó la mano que Elliot no tenía sujeta hasta su frente. Palpó un poco más arriba y sintió una venda cubrir su cabeza. Comenzaba a agitarse. Las máquinas que seguían conectadas a ella empezaron a emitir un sonido de alerta.
La doctora le suministró un medicamento para relajarla, más no para dormirla y que tampoco afectaría a su embarazo.
Elliot se quedó sólo en la habitación. Le dijeron que podía esperar ahí, así que no se movería. Agradeció en silencio a Dios por escucharlo y hacer que despertara Olivia. Hace apenas un par de horas sentía que el mundo estaba en su contra pero con ella despierta, estaría todo mejor.
Se sentó en el pequeño sofá que había en la habitación y tomó aire. No esperó más y llamó a Alex.
—Elliot, ¿pasó algo? —le respondió al segundo tono de llamada.
—Hola Alex —miró hacia la cama de Liv y sonrió—. Por fin una buena noticia.
—¿Despertó? —preguntó en un susurro.
—Lo hizo. ¡Alex, por fin despertó!
—¿Está bien? ¿Te reconoció?
—Sí. ¿Por qué ella no...
—El, sólo quiero estar segura que recuerda a todos —soltó el aire retenido—. Los golpes que recibió en la cabeza... La operaron. Estuvo en coma —resopló angustiada—. Sé que entiendes lo que estoy tratando de decirte.
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Sacrificio de Amor
FanfictionOlivia Benson regresa a su ciudad natal, New York, después de pasar los últimos 15 años de su vida lejos de ahí. Su hija adolescente de 14 años no estaba de acuerdo con mudarse pero no podía hacer nada al respecto ya que si quería conservar su placa...