Capítulo 105

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El plan de ir de compras había ido mejor de lo esperado. Tanto Olivia como Emma olvidaron por unas horas el laberinto de problemas en el que se habían convertido sus vidas. Alex siempre fue esa luz que las animaba a sonreír aún cuando no tuvieran en frente el mejor de los panoramas y ambas estaban agradecidas por tener a la rubia en sus vidas.

Compraron mucha ropa para Olivia y la convencieron para comprar algunas cosas para la bebé. Emma había insistido en no comprar colores neutros porque era niña y porque era algo muy estúpido que los colores se otorgaran a algún género en particular así que escogió monitos de bebé en tonos azul y rosa pastel. Liv se controló bastante con la emoción de elegir algo para la bebé porque aún tenía algo en su interior que le pedía tranquilizarse. Estuvieron hasta muy tarde en el centro comercial, no volvieron a comer en el patio de comidas ya que Emma y Alex querían que Olivia comiera algo más saludable así que pasaron por un supermercado antes de ir a casa para ellas mismas preparar la cena. 

—No deberías comer helado. Recién cenamos —indicó Alex ingresando detrás de Liv a su habitación. Emma se tardó unos segundos e ingresó sonriente con tres cucharas en sus manos—. ¿También vas a comer helado?

—Sip —la joven le ofreció una de las cucharas y ella se negó.

—¿Dónde está tu helado? —preguntó Liv levantando una de sus cejas—. Este es mío —agregó levantando su medio kilo de helado de algodón de azúcar que compró hace unas horas en el super.

—Vamos a compartir.

—Claro que no.

—Claro que sí —apoyó Alex a la joven y ambas rieron por la cara de disgusto de Liv—. Vamos a ayudarte para que no metas tanta azúcar en tu sistema.

—Acabas de decir que no debería comerlo.

—Y sé que no vas a cambiar de opinión por lo que las tres vamos a comer del tuyo.

Olivia no iba a seguir discutiendo sobre compartir o no su postre por lo que continuaron su pequeña debate sobre la serie de la cual las tres estaban enamoradas. Luego de dar sus mejores teorías sobre ésta pusieron el último capítulo que habían estrenado hace unos días.

—Entonces... —Liv miró a Alex sonriendo. Desde que llegó a su casa en la tarde le vio un semblante diferente. La notó mucho más feliz y por un momento se sintió mal por enfocarse en sus problemas y no pensar en su mejor amiga, su hermana, en lo que estaba pasando en su vida—. ¿Cómo está tu vida?

—¿Mi vida? Bien —respondió Alex con una sonrisa—. El trabajo es agotador pero me va muy bien. No vas a recibir información de los casos que hemos tenido. Cuando vayas mañana a la estación te podrás enterar aunque no sea necesario.

—Ella no se refería al trabajo, tía —comentó Emma riendo—. Ese tono no era el de Capitana.

—Creí que usted, señorita, miraba la serie —Liv entrecerró los ojos y la joven se encogió de hombros—. Sabes que no preguntaba por el trabajo —se dirigió de nuevo a la rubia y su hija volvió a reír suavemente.

—Es lo que dije. 

—Entonces... ¿cómo va tu relación con Jason? 

—Es Jack, mamá —siseó cubriendo sus ojos.

—Claro que no —se cruzó de brazos pensativa—. ¡Jim! —dijo segura tronando los dedos.

—¡No, era Jacob! —refutó Emma moviendo la cabeza de un lado a otro.

—¡Se llama James! No puedo creer que se les siga olvidando —se quejó Alex hundiéndose debajo de las sábanas. No podía creer que llevaba tantos meses con él y que ellas continuaran olvidando su nombre—. Ya habíamos discutido su nombre, Liv.

Sacrificio de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora