Capítulo 49

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—Llegaste por fin —dijo Emma levantándose a saludar a su madre, era casi media noche y desde que la había llamado para pedirle que tomara un uber de Chelsea Piers a casa no supo más de ella—. ¿Estas bien? —preguntó abrazándola fuerte.

—Hey, ¿qué pasa, cariño? —preguntó Liv devolviéndole el abrazo a su hija, quiso apartarla para ver su rostro pero ella no lo permitió—. Emm... 

—Pensé que estabas en algún operativo. Cuando haces ese tipo de cosas  no me dices. Puede pasarte algo malo y...

—Estoy bien, mi amor. No estaba en ningún operativo.

—Pero debió ser algo importante para decirme que tomara un uber a casa.

Liv tomó su mano y la guió hasta el sofá de tres personas. Se sentó y su hija se sentó a su lado muy pegada a ella.

—Sí estamos en un caso pero...

—Es pasada la media noche y casi nunca, por no decir nunca, te quedas hasta tarde en la estación...

—Se presentó algo que requería de mi supervisión —comentó sin querer contarle nada del micrófono.

—No me quieres decir —dijo segura, cruzándose de brazos.

—Emma, son cosas del trabajo y sabes que no me gusta que te mezcles. Mira lo que pasó la última vez...

—Entonces sí que es algo malo.

—Bien, te voy a decir qué necesitaba de mi presencia en la estación hasta esta hora —respiró profundo para poder continuar—. Encontramos accidentalmente un micrófono en mi oficina.

—¿Te están investigando? ¿Creen que eres corrupta? ¿Asuntos Internos está detrás? ¡¿Cómo si quiera son capaces de pensar algo malo de ti?! —empezó a caminar de un lado a otro, alzando cada vez más el tono de voz por la indignación.

—No es Asuntos Internos. Desperté a más de una persona preguntando extraoficialmente.

—¿Y?

—Es un equipo bastante caro y se está complicando algo para los de informática encontrar al proveedor.

Emma se quedó pensativa y se sentó en frente de su madre.

—¿Y si fue él? 

—¿Él?

—Martin Cooper.

—No pensé en él —tomó la mano de su hija y empezó a caminar hacia las habitaciones—. Es muy tarde. Estoy agotada y sé que tú también. No quiero que te preocupes por esto. ¿Ok?

—Ok... Te amo. Eres mi persona favorita en el mundo.

—Te amo más.

—¿Puedo dormir contigo? —le hizo ojitos y Liv asintió sonriendo.

Al día siguiente, Olivia tenía una mezcla de sentimientos. Estaba enojada con Elliot por todo lo que le había dicho días antes pero no se podía sacar de la cabeza que estuviera suspendido injustamente por su culpa. A parte estaba el maldito micrófono. No sabía qué había grabado exactamente. Su vida no estaba patas arriba, si no lo que le seguía a eso. Una cosa detrás de otra. La noche anterior le había pedido total discreción a Morales con respecto a las grabaciones que sacara. Quería ser la primera en enterarse lo que habían grabado y quién lo había puesto en su oficina.

Sin pensar mucho en lo que estaba haciendo se dirigió al departamento de Elliot. Tenía que hablar con él. Se sentía demasiado culpable por la situación en la que estaba. Una semana sin paga, suspendido y encima con nota a su registro. El panorama no era bueno y todo lo ocasionó ella. Dodds en cualquier momento haría algo en su contra y tenía que evitarlo. Evitaría que le hiciera más daño y haría hasta lo imposible para que Elliot regresara a su trabajo.

Sacrificio de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora