Olivia se acomodó sobre su regazo, a horcajadas. Apoyó su cabeza sobre su hombro sin dejar de abrazarlo. Las manos algo frías de Elliot se colocaron en su espalda baja, tocando su piel. Una corriente recorrió todo su cuerpo como había pasado hace dos noches, no podía evitar que su cuerpo reaccionara así a su cercanía. Él presionó sus labios contra su cuello y repitió cuánto la amaba y cuánto la había extrañado.
Ella se alejó un poco de él, tomó su rostro entre sus manos y lo besó. Él abrió su boca y ella rápidamente se hizo cargo, profundizando el beso.
—Llévame a la cama, Ell —susurró, pegando su cuerpo mucho más a él.
Elliot gimió en su cuello. Puso sus manos sobre su trasero y se levantó de la cama de su hija, no necesitaba más palabras para saber lo que ambos necesitaban en ese instante. Caminó hacia la habitación, tropezando con cada pared y puerta que se encontró. Ella besaba su cuello y pasaba su lengua detrás de su oreja, haciendo que perdiera el control.
—No me dejes caer —susurró de forma divertida por cómo podía hacer que su cuerpo reaccionara con tan poco.
—¡Maldición! No sabes cuánto extrañaba tus besos —confesó dejándola de pie al final de la cama.
—Sí, lo sé.
Olivia volvió a besarlo, desabotonó su pantalón y bajó el cierre pero la detuvo. Entre beso y beso la despojó de su ropa. La guió al centro de la cama y se arrodilló al final, observándola de pies a cabeza. Quería convencerse que era real, que por fin habían dejado toda su mierda atrás y podían ser felices, que esa hermosa mujer delante de él pasaría el resto de su vida a su lado.
Empezó a besar cada centímetro de su cuerpo. Escuchó un pequeño gemido escapar de su boca cuando besó sus muslos internos y luego sobre su ropa interior. Subió por su abdomen y vio su pequeña barriga, había crecido más de lo que se imaginó. Era la primera vez que podía verla y tocarla desde que ella había despertado del coma. Presionó sus labios con ternura sobre ella y susurró un "te amo" antes de seguir su camino hasta su cuello.
—Ell... —susurró su nombre con impaciencia. No lo quería lento, estaba ansiosa por sentirlo dentro de ella.
—Shhh... —la silenció con un beso apasionado que la dejó sin aliento.
Él terminó de quitarle su ropa interior y ella no tuvo más paciencia. Se arrodilló frente a él para deshacerse de su ropa, que tanto le estorbaba en ese instante. Contuvo la respiración al liberar su erección y un dolor familiar en medio de sus piernas se apoderó de ella. Se pasó la lengua por su labio inferior y se inclinó para besar la punta de su miembro.
—Mieerda Liv —jadeó al sentir su boca caliente alrededor de su miembro.
Tiró con suavidad de su cabello para apartarla, si no tomaba el control otra vez las cosas no durarían mucho. Ella le dio una sonrisa sexy y pícara que lo excitó todavía más. Deslizó su cuerpo sobre el de ella para recostarla de nuevo en la cama. Su boca se apoderó de la de ella otra vez y una de sus manos masajeó y tiró de uno de sus pezones.
Olivia gemía en su boca, empujando sus caderas a él. Abrió más las piernas, no quería esperar más. Una de sus manos descendió y deslizó los dedos entre sus muslos.
"Oh Dios. ¡Sí!"
Estaba jugando con ella, pasando su miembro sobre su entrada. Iba a lanzar una maldición y decirle que se dejara de juegos en el momento en que sintió cómo la penetraba por completo. Jadeó, tratando de ajustarse a su tamaño. Asintió para que él se moviera y levantó sus caderas para encontrarse con una nueva embestida.
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Sacrificio de Amor
FanfictionOlivia Benson regresa a su ciudad natal, New York, después de pasar los últimos 15 años de su vida lejos de ahí. Su hija adolescente de 14 años no estaba de acuerdo con mudarse pero no podía hacer nada al respecto ya que si quería conservar su placa...