Sacrificio de Amor

Capítulo 38

Elliot estaba listo para verse con su familia, incluida su ex esposa con la que había empezado a tener varias discusiones desde que ella había escuchado a uno de sus hijas comentar que Olivia había vuelto a la ciudad y que era la nueva Capitana de Víctimas Especiales. Aunque ellos desde hace mucho no tenían una relación amorosa, odiaba la idea de Olivia Benson cerca de Elliot. A pesar de todos eso años que pasaron seguía creyendo que ellos le habían visto la cara de estúpida todo ese tiempo que fueron compañeros. Kathy intentaba llevarse bien con Olivia para no tener discusiones con en el que ese entonces era su esposo pero eso no quería decir que la consideraba su amiga.

—No sé si me pueda quedar por mucho tiempo... espero que sí —comentó Elliot a su ex esposa mientras la ayudaba con la comida de esa mañana. Había llegado hace apenas un momento y todos sus hijos, nietos y su ex estaban en el departamento de Elizabeth, dos pisos más arriba del de Richard.

—¿Cómo que no te puedes quedar por mucho tiempo? —preguntó Kathy molesta—. Acordamos esto por Eli hace más de un mes.

—Yo sé Kathy. Es sólo el trabajo.

—¡Por Dios! ¿De qué hablas si eres Teniente?

—Sí y eso no quiere decir que haya renunciado —respiró profundo, no tenía que darle explicaciones a su ex pero por el bien de todos trataba de mantenerla tranquila y de no seguirle las discusiones—. Estoy de guardia y si hay un caso pues tengo que irme... sabes como es esto.

—¿Fue ella no? —preguntó elevando un poco el tono de voz y él supo a quién se estaba refiriendo.

—No empieces, ¿si? Vamos a pasarla en paz por Eli, nuestros hijos y sus familias.

—Es una hija de... —se tomó unos segundos—. No puedo creer que te quiera alejar nuevamente de tu familia.

A lo lejos Kathleen, Elizabeth y Richard veían sus padres en la cocina haciendo gestos con las manos demostrando que estaban peleando.

—Les dije que no se tenía que enterar que ella estaba de vuelta —resopló y se cruzó de brazos.

—Kathleen, no es como si nosotros se lo hubiéramos ido a decir con intención —se quejó Elizabeth y su hermana mayor le dio una mirada de muerte—. No es nuestra culpa que ella nos escuchara.

—Fue un accidente. Se suponía que no estaba en casa ese día —intervino Richard a favor de su melliza.

—Se suponía que no volveríamos a hablar del tema. En eso quedamos ese día en el departamento de papá.

—Éramos unos niños cuando se fue... sólo intentábamos recordarla —refutó Elizabeth empezando a enfadarse.

—Ya estuvo bueno —cortó la discusión Maureen—. Ellos están peleando suficiente por todos. Estamos aquí por nuestro hermano menor y nos vamos a comportar como se debe... aunque tengamos que fingirlo. ¿Entienden?

—Si —contestaron los tres a la vez.

Esperaban a las novias de Richard y de Eli para empezar a comer. Las dos habían dicho que estaban en camino pero que no había problema con que empezaran a comer sin ella. Todos los Stabler estaban sentados en la mesa con una cara de seriedad insuperable, ninguno estaba fingiendo muy bien lo de comportarse como una familia feliz. Cada uno estaba en su mundo, o sea su celular.

A los pocos minutos una llamada de Carisi entró, informándole al Teniente de Víctimas Especiales que tenían un caso. Elliot se disculpó por tener que irse y le prometió a su hijo que el domingo la pasarían juntos y sin interrupciones. La mala energía de Kathy porque el padre de sus hijos abandonaba la mesa por el trabajo, específicamente por Olivia Benson, se notaba a mil kilómetros de distancia pero él la ignoró simplemente y se despidió de todos.