Star Wars: El Destino de la Fuerza Mágica

Capitulo 19

Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.

Durante los días siguientes, Harry estuvo esquivando a Lockhart, cuando este se le aparecía, desde cualquier esquina.

Y la capa de los Potter, probó ser un buen aditamento en este caso.

En aquella primera hora del día, los alumnos de Slytherin y Hufflepuff, fueron a la clase de Herbología, e inmediatamente caminaron hasta el invernadero 3, el cual tenía las plantas más peligrosas, y eso los hacía soñar a todos.

―El día de hoy, vamos a replantar mandrágoras ―dijo la profesora Sprout. ― ¿Quién puede decirme sobre ellas? Adelante, señorita Greengrass.

―La Mandrágora, también llamada, en algunas partes del planeta "Mandragula", es un reconstituyente muy eficaz. Y es usado, principalmente en casos en los cuales una persona ha sido petrificada.

―Bien hecho, señorita Greengrass, 22 puntos para Slytherin. ―Dijo la profesora Sprout. ―Entonces, ¿Qué es lo que hace tan especial a la Mandrágora? Señorita Bones.

―Su llanto es fatal, para aquel que lo escuche ―dijo Susan ―Es por eso, que se debe de usar el encantamiento silenciador, u orejeras.

―Se harán en parejas y replantarán las mandrágoras ―dijo la profesora Sprout. Pronto, la mujer vio como Daphne y Susan, comenzaban a reñirse, por quien se haría con Harry, pero la profesora las puso juntas, en la mesa frente a ella, y a Harry le ordenó replantar la planta él solo. ―Deben de colocarse las orejeras y solo se las quitarán, cuando yo se los ordene. Deben de pasarlas de una maseta a otra, tomándola por las hojas y jalando con fuerza, luego las deben de llenar con tierra. Y: tal y como lo ha dicho la señorita Bones, su llanto suele ser fatal, pero estas que tenemos aquí, son muy jóvenes, así que no existen verdaderos peligros, pues si las escuchan, en esta etapa, ustedes solo quedarán inconscientes.

Al final de los trasplantes de las Mandrágoras, todos tenían los brazos adoloridos.

Luego, fue la clase de Transformaciones.

Y en esos momentos, Hermione (siendo hija de Muggles y menor de edad) agradecía, el que sus padres hubieran aceptado pasar las vacaciones, en casa de un desconocido (Sirius), así ella pudo practicar magia, y cuando se reencontró con la profesora McGonagall, después de las vacaciones, y siendo la primera clase, del segundo año, no defraudó a la mujer que le había enseñado el mundo mágico, a ella y a su hermana Zoe, al lograr transformar un botón en un escarabajo.

― "Mutate" ―susurró Harry, mientras realizaba la transformación, de forma perfecta, y una orgullosa profesora McGonagall, le otorgaba 15 puntos a Slytherin, gracias a la transformación suya, de Daphne y Tracey.

En las horas libres, o al ir por los pasillos, para dirigirse a alguna clase, Harry comenzó a escuchar una voz, tras las paredes: «Ven a mí, déjame matarte»

Harry, se asustó un poco y siguió la voz.

― ¡Hola, Harry! ―dijo una voz, detrás suyo, dándole un susto.

― ¡Padma! ―dijo el chico, ahora pálido. ―Que susto me has dado.

―Perdón. ―Dijo la Ravenclaw. ― ¿A dónde vas?

―E... Escuché una voz. ―Decidió ser sincero con su amiga.

― ¿Una voz? ―preguntó extrañada la chica hindú.

―Quieren matar a alguien ―advirtió, mientras sacaba su varita, del bolsillo y la transformaba en una Katana. ―Escuché una voz.

Ambos tomaron camino, siguiendo la voz que cada vez, se alejaba más. Y que pronto Padma, le dijo a Harry que solo él escuchaba.

Se acercaron a una esquina. Según Harry, la persona misteriosa, estaba en ese mismo pasillo.

Se escuchó un chillido felino, salieron con sus armas desenfundadas, encontrándose con la gata de Filch, colgada de una argolla y sin moverse.

―Está... ¿petrificada? ―preguntó Padma, mirando entre la incredulidad y el asombro. Hasta que sintió a Harry tocándole el hombro.

―Pa... Padma... ―susurró algo asustado.

La chica se giró, y sus ojos se agrandaron, ante lo que vio.

LA CÁMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA.

¡TEMAN ENEMIGOS DEL HEREDERO!

― ¡Teman enemigos del heredero! ―gritó Draco Malfoy, quien sonaba muy cerca de allí. ― ¡Los próximos serán los Sangre Sucia!

Padma se vio tapada por algo.

Fue tapada, por alguna especie de sabana, junto a ella estaba Harry, quien se llevó una mano a los labios, indicándole hacer silencio.

Filch llegó en ese momento. ― ¡¿Por qué tanto escándalo?! ―gruñó enfadado, hasta ver el espectáculo. ― ¡MI GATA! ―Su chillido asustó al niño Sangre Pura. ― ¡TÚ! ¡TU MATASTE A MI GATA! ―El asustado Draco Malfoy, fue salvado, por el director Dumbledore, el profesor Snape y el profesor Lockhart, siendo llevado el pobre Draco, a la oficina de Lockhart, donde seria asustado y se llevaría una desagradable experiencia, con el celador Filch.

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Dumbledore se preguntaba cómo podía volver a poner a Harry, a prueba. Pues al parecer el año pasado fue imposible. Alguien más había descendido por la trampilla del tercer piso, sorteado sus trampas y enfrentado a Quirrell. ― ¡Se suponía que Harry tendría que haber ido al tercer piso! ―pensó enfadado. ― ¡Harry tendría que haberse enfrentado a Voldemort! ―Una persona desconocida, había eliminado a Quirrell, y la temporal amenaza que supondría Tom para el colegio, y para el Mundo Mágico Ingles. Pero según Dumbledore, solo Harry debería de poder hacer eso. Solo el chico y nadie más, (siempre y cuando su suposición sobre la protección de sacrificio amoroso de Lily, fuera real) ―Pero ahora... El Heredero de Slytherin. ¿Cómo lo has hecho, Tom?