Star Wars: El Destino de la Fuerza Mágica

Capítulo 124: La Ciudadela Parte 3

Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura,Ahsoka Tano y Maris Blood.

Star Wars: Clone Wars

Anakin, Ahsoka, Rex y los oficiales del maestro Piell, escapaban por un camino alterno, en el fondo había una asquerosa mezcla de desechos humanos y magma derretida.

―R2, ¿tus droides están listos? ―preguntó Anakin, recibiendo varios pitidos. ―Bien, prepara la nave. Los veremos en la salida de la tubería cuando vayas por Qui Gon... Suponiendo, que llegue a tiempo.

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Dentro de la prisión Separatista, en la cual los droides funcionaban, como guardias, Qui Gon, el maestro Phill, tres clones y los otros dos oficiales del maestro Phill, iban por los ductos de ventilación. Giraron a la izquierda, luego siguieron derecho, antes de voltear a la derecha, nuevamente a la derecha y finalmente, un ducto que ascendía.

―Este pasaje, nos llevará a la plataforma ―dijo Qui Gon, mirando hacia arriba. Pero el ducto no era liso, sino que contaba con la forma perfecta, para permitirles escalar. Cuando llegó a un lugar, donde podía darse un respiro, abrió la comunicación, con el droide de navegación de Anakin. ―R2, envía la nave a la plataforma trasera.

―El general Skywalker, ya nos dio el permiso, señor ―dijo el Androide, que había sido reprogramado. ―Suponiendo, que usted llegue a tiempo.

―Lo difícil, será que Anakin llegue a tiempo. ―Dijo Qui Gon, mientras sacaba la cabeza, alpasillo, sólo para encontrarse cara a cara, con un droide, estirando su mano,usó la Fuerza, para destruirlo. ―Droides-Drones de seguridad, las compuertas seactivarán. ―Los clones, oficiales y Jedi, quedaron separados, por culpa de lascompuertas, pero rápidamente Qui Gon, las abrió, usando La Fuerza.

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―Comandante Sobek, el Conde Dooku, quiere hablar con usted ―dijo un droide.

―Entendido ―dijo el comandante, mientras iba hacía una habitación, donde estaba el holograma. ―Conde Dooku, que gusto hablar con usted.

―Evítese las cordialidades, comandante Sobek ―pidió el conde. ―Tengo entendido que hay problemas, con los prisioneros Jedi.

―Una brigada intentó... rescatarlo. Pero la situación está bajo control ―dijo Sobek.

― ¿Tiene en su poder, la información que lleva el prisionero? ―preguntó el Conde Dooku.

Sobek se puso nervioso, y eso hizo enfurecer a Dooku. ―Aún no. Pero pronto la tendremos.

―Espero que sepa, que esa información, le dará una fuerte ventaja al bando que la controle ―advirtió Dooku. ― ¿Cree usted que este asunto, requiera de mi presencia?

―No, mi lord.

―Entonces, encuéntrelos. Comandante Sobek ―ordenó Dooku. ―Consiga la información y luego... mátelos a todos.

Sobek agarró del cuello, a un droide. ― ¡Envíen a todas las tropas!

―Sí, comandante. ―Dijo el droide.

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Ahsoka, Harry y el almirante, seguían su camino.

― "¡Droide-Sonda!" ―Susurró Harry, haciendo que sus compañeros se escondieran, mientras que él cortaba verticalmente el droide.

Más pronto que tarde, todos estaban reunidos, menos Qui Gon, y el camino seguía hacía el lugar donde estaba la nave.

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La nave descendió, y R2, junto a sus dos compañeros droides, se encontraron con el capitán Droide.

― "Se suponía que no habría guardias" ―susurró uno de los droides.

― "Y ese no parece ser, el general Qui Gon" ―susurró el otro, estando nervioso.

―Debieron de haber aterrizado hace mucho ―dijo el capitán Droide. ― ¿Dónde estaban?

―Ehh...

―Este droide, logró tomar el control de la nave ―dijo el segundo droide. Mientras miraba a R2, quien fingía haber sido capturado ― ¡Camina, Droide!

El Capitán, sacó su Holo-Comunicador. ―Señor, parece ser que hemos logrado dar con la nave.

―Bien. Vigilen el lugar, llevaremos a los Jedi a una trampa ―dijo Sobek.

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La nave de escape estaba muy cerca, pero se vieron rodeados por droides B-2, que casi decapitan a Rex de un disparo y dañaron su apuntador.

― ¡Rex! ―preguntó Cincos.

― ¡Estoy bien, tranquilos! ―dijo Rex, agradeciendo seguir vivo.

Ahsoka extendió su mano y usó el Desarme de Droide.

―Algo me dice que no será tan simple, Comandante. ―Dice Cincos.

―Estamos de acuerdo ―dicen Harry y Ahsoka.

Harry arrojó su sable de luz, activándolo y haciéndolo girar, con La Fuerza, para que devuelva los disparos de más droides, y luego vuelva a su mano. ―Vendrán muchos más, en poco tiempo. Debemos seguir avanzando.

No podían ver la sonrisa de Cincos, pero él estaba bastante feliz, de poder contar con los Jedi. ―Me alegra que viniera con nosotros, señor. ―Harry asintió, mientras que Ahsoka iba al frente, los clones y almirantes en el medio, y Harry en la retaguardia.

El problema llegó, cuando avanzaron un poco más, y encontraron Droides de asalto, que usaban escudos láser, que eran imposibles de atravesar. Ya fuera al atacar con el Sable de Luz, o al devolver los disparos.

Ahsoka activó dos granadas, las hizo rodar por el suelo, y explotar a los pies de los droides.

Los Jedi y miembros del ejército de la República, ascendieron a una nave, la cual se alejó de la base.

Al mismo tiempo, que el almirante y el caballero Jedi Even Piell, otorgaban al Consejo Jedi, la información que necesitaba, sobre aquellas rutas de navegación.