Star Wars: El Destino de la Fuerza Mágica

Capitulo 29

Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.

― ¡La profesora Babbling está completamente loca! ―gruñó Harry enfadado, escuchar las risas de Hermione, no lo ayudó. ― ¡Oh vamos, sabes que tengo razón!

Pero su Padawan de cabello castaño, solo le miró divertida. ― ¿Te refieres, a querer hacernos traducir la Balada de Loki, al inglés moderno...?

―Justo en el mismo día, que nos enseña Futhark antiguo. Sí ―gruñó enfadado. Hermione solo podía reírse de Harry, quien parecía echar humo.

―Creo, que... estas clases electivas nos ayudarán a ver la vida, y las cosas desde otro punto de vista. ―Dijo Hermione, mientras le pasaba un brazo, por el hombro. ―Ya tenemos las bases, para la magia y el mundo mágico, gracias a las clases troncales, y debemos de tomarnos todo esto, como un respiro y mirar el lado divertido.

―Eso lo sé, perfectamente, Hermione. Pero no me agrada, que los maestros nos pongan este tipo de trabajos, en los primeros días, de aprender un idioma o de... ―Harry lo pensó un momento. ―Bueno... ¿recuerdas como Snape, nos puso en el primer día, a hacer una poción?

Ella se quedó en silencio, por un momento. ―Creo que ya entiendo tu punto.

Ambos se quedaron en silencio, se despidieron y fueron a sus clases correspondientes.

Slytherin y Hufflepuff, fueron a Historia de la Magia, donde el profesor comenzó a hablar sobre las rebeliones de los Orcos, en las minas de Grecia, en el siglo III d.C.

―Para los alquimistas, toda sustancia se compone de tres partes: sal, mercurio y azufre. Así como el ser humano, se compone de cuerpo, alma y espíritu. ―Pensaba Harry, quien fingía leer su libro, pero en realidad, estaba al pendiente del libro de alquimia.

―Potter, ¿está usted atento a la clase? ―preguntó el profesor Binns, Harry alzó la mirada. ― ¿Puede usted decirnos qué hizo Gifford Ollerton?

―Gifford Ollerton, es conocido por haber derrotado al gigante Hengist de Upper Barnton, logrando ponerle fin a la guerra contra los gigantes, del siglo XV. ―Contestó Harry, mientras volvía a su asiento y pensaba. ―Solo para que, unos cuantos años después, surgiera la guerra contra los vampiros, en contra de Vlad Drácula. ―La clase siguió normal, todos tenían sueño, como siempre y solo reaccionaban, para contestar a alguna pregunta, anotar algún nombre de algún mago, algún nombre de una ciudad o país, algún año... aunque en la mayoría, de los casos, era inútil, pues nadie prestaba verdadera atención.

Y, casi tan aburrida como la clase de Historia de la Magia, fue la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, en la cual Hagrid había perdido la confianza y les enseñaba criaturas como los Gusarajos, las cuales eran extremadamente aburridas, pero al menos eran parte del temario, así que algunos alumnos no lo veían tan mal, como otros.

Llegó octubre, cuando Harry había logrado descifrar una parte extraña del Libro de los Sith: entre las páginas 1000 y 1125, estaban escritas en Tythano, el lenguaje más primitivo del planeta Tython. Siendo aquel, un planeta importante para la historia Jedi, pues allí surgió (según los registros arqueológicos), la Orden Je'daii, la precursora de la orden lumínica, y allí estaría el primer templo, aunque claro, los Je'daii era más bien una especie de religión, que estudió la Fuerza, unificando Luz y Oscuridad.