Capítulo 129: La Oscuridad de Umbara

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood

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¡Guerra en la Región de Expansión!

Conforme los Separatistas fortalecen su dominio en rutas aisladas pero vitales,

La República lanza un ataque relámpago en una remota nébula fantasma, para controlar el estratégico sistema de Umbara.

Las fuerzas de la República rompen el bloque Separatista en un esfuerzo por reclamar el oscuro mundo...


Anakin y Qui Gon, estaban ante sus clones.

—Los maestros Kell y Tiin, apoyarán a mis tropas en el sur, mientras que las tropas de Anakin, llegarán por el norte y acabará con los refuerzos, al enemigo. —Dijo Qui Gon. —Es imperante conquistar a la Ciudad Capital, lo antes posible y mantenerla.

—El mayor problema, será la milicia local —dijo Anakin. —Umbara se ha alineado con los Separatistas, y están bien armados. El soldado Cincos, apoyará a mi unidad, en una encomienda especial.

—Estoy listo para hacer mi parte, general Skywalker —dijo Cincos. Entonces, miró a Rex.

—Es bueno tenerte en el equipo. —Contestó Rex.

—Como en los viejos tiempos, ¿eh?

—Recuerda Anakin: Cody y Obi-Wan, estarán doce Clicks al sur. —Dijo Qui Gon. —Contamos con que ustedes puedan derrotar, a los guerreros locales o la capital, jamás se rendirá.

Anakin suspiró, antes de sonreír. — ¿Qué mi batallón, siempre tiene que hacerlo todo? —Su voz sonaba en una mezcla entre sarcasmo e ironía.

—Siempre te ofreces de voluntario —dijo Qui Gon sonriente.

Anakin hizo un movimiento con la cabeza.

—Bien, vámonos —ordenó Rex, mientras el batallón 501 se retiraba hacía sus naves.


Las noches parecían ser algo eterno, en Umbara. Para aquellos clones o Jedis, que lucharan en aquel ambiente por primera vez, era muy probable que la muerte los sorprendiera pronto, porque luchar no era fácil, si tenías un gran cumulo de nubes negras en frente, y veías láseres verdes, ir en tu dirección.

Solo podían disparar sus láseres azules, a ciegas y esperar a darle auna nave enemiga.

«General Skywalker, tenemos problemas con los radares, apagaré las luces, volaremos un poco a ciegas, pero creo haber descubierto, que es gracias a esto, que el enemigo está destrozándonos» Dijo el piloto.

— ¡Acércanos, lo más que puedas! —ordenó Anakin.

Algunos soldados Clones, desembarcaban de las naves, sobre vehículos de guerra, que tenían largas piernas, y luego corrían hacía el frente, desde donde venían las tropas enemigas, abriendo fuego contra ellos. Los soldados más agiles, esquivaban los cañones de pulsos eléctricos, y los destruían con sus disparos.

Las naves de transporte, descendían, mientras que las tropas seguían las ordenes de Anakin y buscaban donde resguardarse, antes de abrir fuego, en contra del enemigo.

—Aquí el capitán Rex: ¡Intentaremos tomar una cresta, que queda a 23° norte! —dijo el clon.

— ¡Recuerden tener cuidado! —dijo Cincos.

— ¡Ni siquiera veo al enemigo, maldición! —gruñó Fox, antes de ser capturado por un tentáculo, y otros soldados siguieron su destino.

—Esto no está bien —gruñó Rex, mientras disparaba a los tentáculos de la criatura.

Fox arrojó una granada a la lengua prensil de la criatura, la cual se tragó la granada y explotó. 

—Buen trabajo Fox, y aun mejor: Usaremos el cráter, como trinchera. —Dijo Rex, ayudando al otro clon, a ponerse de pie. Pronto, los soldados sobrevivientes llegaron al lugar, y prosiguieron una lluvia de disparos y de granadas, en contra de las fuerzas enemigas.

Pero el cráter no era el objetivo, era solo un medio, para poder despejar una trinchera y luego seguirían por esa misma trinchera, hacía el sur, hasta un camino boscosa, de árboles que tenían objetos grandes y rojos, que daban terror, logrando así sorprender a los hostiles del Paso Kemara, pudiendo tomar esa trinchera.

Anakin tomó sus binoculares.

— ¿El batallón del general Kenobi, señor? —preguntó Rex, al ver disparos láser a lo lejos.

—Están avanzando, hacía la capital —afirmó Anakin. —Nosotros avanzaremos, cuando los hombres estén listos.

—General Skywalker, las tropas están listas, señor —dijo Dogma.

—Que avancen, cuando recuperen el encuentro —ordenó Anakin.

—Cuando recuperen el aliento Dogma —repitió Rex.

—Señor, sí señor —dijo Dogma, antes de retirarse.

—Nunca se detiene. Nunca deja de trabajar —dijo Rex, con una sonrisa en sus labios.


Las tropas enemigas, aparecieron por la espalda, y dejaron en el suelo escorpiones eléctricos, los cuales complicaron bastante, las cosas para los soldados clones de Anakin. Pero él, logró ver a los cuatro escorpiones y los aplastó, con La Fuerza; aquello permitió a las tropas de Anakin, hacer frente a los soldados Separatistas, mientras el Jedi ordenaba a sus tropas, seguir por lo largo de la trinchera, y solo responder al fuego enemigo, cuando podían, especialmente, usando bazucas, pero, aun así, y con todo el fuego pesado, parecían tenerlo todo en contra.

Necesitaban refuerzos, y pronto.

Star Wars: El Destino de la Fuerza MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora