Un niño ignorante del poder en su interior, que solo ayudó a dos desconocidos, guiado por la bondad de su corazón, alcanzaría un lugar de leyenda, en su planeta natal, y en una galaxia muy muy lejana.
Harry entrenado por Jedi OC y Sith OC.
Harry Har...
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
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Con el permiso del Consejo Jedi, Harry Obaset, descendería hasta la prisión y bajo la atenta mirada de los clones y en compañía del maestro Jedi Plo Koon, se le daría la oportunidad de emplear cualquier medio, con tal de extraerle información a Tyrannus.
El bloque más seguro: F, dónde estaban los más peligrosos criminales y enemigos jurados de la República Galáctica, era un bloque de celdas de menor tamaño.
Mientras que los bloques de la A a la E, tenían cientos, sino miles de celdas, el bloque F, tenía solo díez y a los Guardias y Jedis, no les importaba el hacinamiento en las celdas, pero Tyrannus, Bradham Dooku, estaba completamente solo, en su celda, atado por Electro-grilletes.
—Conde, buenas tardes —saludó el maestro Plo Koon. —Por favor: Otórguenos toda la información que tenga sobre Darth Sidious.
—Maestro Koon, bien sabe usted, que el Conde mentirá —dijo Harry, relajado y con los brazos en la espalda. —Yo me haré cargo. He aprendido habilidades, que se creían perdidas y que, aunque para usarlas, debe de emplearse el Lado Luminoso de la Fuerza, parecerán más bien, habilidades del Lado Oscuro.
—Lo sé, pero tengo órdenes —dijo el maestro Koon.
—Conde, por favor: Otórguenos toda la información que tenga sobre Darth Sidious, en la mayor prontitud y que este... Rica en conocimiento —pidió Harry. Pero el Conde no dijo nada. Seis veces lo visitaron, en casi seis horas, pero el anciano no dijo nada. Finalmente, Harry ingresó a la celda, por el respirador y cayó detrás de Dooku, ataviado con sus ropas Sith y su máscara de Darth Glych. —Te negaste a otorgarle información al mocoso, bien hecho, Tyrannus. Ahora... —Llevó sus manos, a cada lado de la cabeza del Conde. —Permite que sea yo, quien adquiera este conocimiento.
—No te atre... —El Conde intentó gritar, pero ningún sonido salió de sus labios y notó allí mismo, a una mujer enmascarada de cabellos rubios.
Nacido de los condes Gora y Arya, ingresó en la Orden Jedi, luego de ser abandonado por su padre, en un bosque, desnudo, pues su padre odiaba las rarezas; logró encontrar su camino a la nave de los Jedi y fue vestido y llevado a Coruscant, estando bajo la instrucción del Maestro Yoda, en su época Jedi.
Junto a los iniciados Zang Arraira, Arath Tarrex y Syfo-Dyas, estuvieron bajo la tutela del Maestro Jedi Tera Sinube.
Él se esforzó por sobresalir, trabajando duro para lograr los mejores resultados que sus compañeros y siempre luchando por mantenerse en el límite de las reglas establecidas por los maestros.
Dooku y Sifo-Dyas visitaron en secreto los Archivos Jedi en busca de artefactos del lado oscuro que formaban parte de la Colección Bogan después de que éste último descubriera el diario del Jedi expulsado Klias Teradine. Dooku y Sifo entraron en una bóveda e hicieron levitar arena para desbloquear un cierre magnético y así ver los artefactos que contenía la bóveda.
En el 85 ABY, Sifo-Dyas tuvo una visión de una mortífera tormenta solar golpeando el planeta Protobranch. Tras informar al Consejo Jedi, Dooku apoyó la propuesta de su amigo y Lene Kostana de advertir al planeta, lo cual fue prohibido por el Consejo Jedi, porque las visiones de la Fuerza, no eran certeras.
Pero los dos Jedis, desobedecieron al Consejo Jedi y lo hicieron ellos mismos; pero el gobernador, solo se preocupaba por los recursos del planeta.
Los Jedi se fueron, pero Dooku volvería, decidido a darle una lección al gobernador, lanzando contra el planeta, un millón de asteroides y haciendo que el Consejo Jedi respondiera, logrando rescatar, en el norte del planeta, a los ricos y poderosos, y en el sur a los pobres.
Ya en las naves, Dooku, solo con La Fuerza, averió los motores de la nave donde viajaban los ricos, la cual fue atraída por la gravedad del sol, matándolos a todos, y solo los (según Dooku) justos, sobrevivirían en otro planeta.
Dooku fue el maestro de Qui-Gon Jinn, a quien entrenó, para que conociera cada aspecto de ser un Jedi y en todos los campos Jedi existentes. Se las arregló, para meter a su alumno, en la Sección Prohibida de la Biblioteca Jedi, y le enseñó varios holocrones, excepto uno sobre las profecías, en las cuales Dooku no creía.
Tras entrenar a Qui-Gon durante varios meses, el Consejo Jedi envió a Dooku y su aprendiz a Shurrupak para participar en una batalla en su superficie, que fue la primera de Qui Gon. Al aterrizar, se encontraron con el primer aprendiz de Dooku, Rael Averross.
Eventualmente, Qui-Gon se convirtió en Caballero Jedi y alcanzó posteriormente el rango de Maestro Jedi, tomando como su Padawan a Obi-Wan Kenobi.
Con el tiempo, Dooku quedó desilusionado con la Orden Jedi, la República Galáctica y la corrupción del Senado Galáctico.
Dooku volvería a su hogar, y reclamaría el título de Conde de Serenno, derrochando a su hermano Ramil. Dooku informó a Yoda, que abandonaría la Orden Jedi, para dedicarse a ser el Conde de su planeta.
Incluso con su reciente poder y riqueza, el hombre desapareció de la vida pública tras su marcha de la Orden Jedi. Durante ese período de tiempo, conoció a Darth Sidious, quien lo empujaría hacia el lado oscuro.
Y luego, vendría la fundación del Movimiento Separatista.
Harry y Daphne, ambos con sus ropas Sith y exudando lado oscuro, salieron de las memorias de Dooku, al comprobar, que el hombre jamás, había visto el rostro de Sidious.
Ambos se miraron y abandonaron la celda, sin que nadie los viera.
Viajaron a Kashyyyk, donde encontrarían paz y tranquilidad, en la zona sur del planeta y dónde podrían organizar sus nuevos conocimientos sobre Dooku, antes de presentar un informe al Consejo Jedi y a los Consejeros Oscuros de Groth.
