Capítulo 184: La Trampa del Lado Oscuro

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.


Cuando la invasión a Coruscant comenzó, los maestros Jedi, ya tenían el conocimiento de que esto, era una estratagema.

Ya tenían el conocimiento, de que Shiev Palpatine era Darth Sidious, gracias a que Luke lo contó y a un extenso periodo de meditación del maestro Yoda. Toda la Orden, fue puesta en aviso, sobre lo que ocurriría.


Los Jedi y clones estuvieron esperando pacientemente, hasta que el ataque de los Separatistas, tuvo lugar.

Si los Separatistas, usaran soldados y no droides, estos bien podrían haber sospechado algo, sobre la veloz contramedida, de los generales y comandantes Jedi, y de los clones.

— ¡Nos están superando! —avisó el comandante Typho. —Retrocedan. Retrocedan.

— ¡Mantengan su posición! —ordenó Yoda, mientras saltaba por encima de los clones, concentrándose y desarmando a los Droides, además del uso de su Sable de Luz, para derrotar a los Droides.

Typhon fue el primero en contraatacar, lanzando un grito de batalla. Cuando se le acabó la munición, tomó el brazo mutilado de un droide B-2 y lo usó, para seguir en pie de lucha, junto a sus compañeros clones.

— ¡Vayan! —ordenó Windu, mientras cortaba droide tras droide. Se agachó a tiempo, para evitar morir, por un disparo láser. — ¡Aquí el maestro Windu, solicito apoyo aéreo de la tropa 563!

— ¡Aquí Jareck, entendido señor! —dijo el comandante Clon de la tropa 563, mientras entraban en acción, en sus naves caza y empezaban a derribar tropas enemigas.

Anakin, Ahsoka, Luke y Leia, estaban en sus respectivas Naves Caza, haciendo lo que mejor sabía hacer, la familia Skywalker: Derribar naves Separatistas (o Imperiales), como si fueran papel húmedo, y limpiando rápidamente los cielos.


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Al mismo tiempo, Sheev Palpatine, escuchó a alguien llamando a la puerta, mientras veía la guerra por sus ventanas. —Adelante —un grupo de clones y tres maestros Jedi, ingresaron en la oficina.

— ¡Canciller, debemos llevarlo a un refugio de inmediato! —gritó Shaak Tii, tratando de no demostrar que tenía pensamientos homicidas, contra el Lord Sith, que estaba sentado en esa silla. —Algún día, Padme Amidala, se sentará en esa puta silla y hará el trabajo que este desgraciado, debería de estar haciendo. —Pensó.

—Eh... pero la batalla, está muy lejos, querida —dijo Palpatine.

—Quizás, pero es por su propia seguridad —dijo Shaak Tii, acercándose a él.

—No me voy a ocultar, ante este ataque traidor —dijo Palpatine, mientras que comenzaba a temblar, y un misterioso sonido, empezaba a ser escuchado. — ¿Qué es ese sonido?

— ¡Supremo Canciller, debemos irnos! —dijo Shaak Tii, caminando hacia él y colocándole una mano en el hombro.

El sonido se detuvo. — ¿Lo ves? No fue nada... —dijo calmado, hasta que la ventana explotó, y el General Grievous ingresó en la oficina. — ¡¿Quién te crees que eres, para irrumpir en mi oficina...?! —Shaak Tii, junto a Roron Corobb, (un Jedi Ithoriano) y Foul Moudama, (un Jedi Talz), se acercaron rápidamente, y Foul Moudama lo cargó en brazos. —Encárguense —ordenó a los clones, que los acompañaban, mientras que los Jedi se iban de allí, con el Canciller a cuestas, hasta el ascensor. —No se separe, Canciller.

Star Wars: El Destino de la Fuerza MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora