Star Wars: El Destino de la Fuerza Mágica

Capítulo 181: Las Victimas de Skako

Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, AhsokaTano y Maris Blood.

Star Wars

Las tropas de Droides, salieron al encuentro con los Jedi y soldados Clones, cuando ellos se fueron acercando, a las ciudades más importantes del país.

Y junto a los Jedi, estaban los Sith de Groth XI, obteniendo así, la República, un mayor número de posible triunfo.

La Tecno-Unión y los otros líderes Separatistas, intentaban retroceder, pero no pudieron hacerlo, cuándo la República, comenzó el asedio aéreo, impidiendo que las naves caza y los Aero-Droides, pudieran actuar.

Harry no se contenía con su forma III-VII, saliendo al frente, mientras que, desde atrás, los clones de la 616, Ahsoka y Xadra, le apoyaban, con técnicas de la Fuerza, tales como el Desarme de los Droides, manipular la tierra y hacer que se balanceara, como si fuera agua y complicándoles les cosas a la armada Separatista.

Rex y Ken, ordenaron un ataque masivo, con bazucas y granadas de mano.

Ahsoka empleaba la Fuerza, para que las ramas de los árboles, fueran flexibles y atacaran a los Droides y también usaba las raíces, en contra de los Separatistas.

Leia y Luke, usaron rocas de la cantera cercana, haciéndolas rodar a gran velocidad, para que les pasaran, por encima a los Droides, logrando así, deshacerse de las fuerzas armadas Separatistas.

Cuando Anakin vio que una nave, estaba a punto de despegar, se concentró en la Fuerza, y le impidió avanzar.

Harry vio esto y rápidamente, desenfundó su varita. — ¡ATRAPADO! —Y al decir esas palabras, cientos de cadenas, surgieron desde debajo de la tierra, con grilletes tan grandes, como la boca de una ballena y se aferraron a la nave, de todas las formas posibles, causando un enorme daño en la única nave de escape, que tenían el Virrey Gunray y los principales líderes, de la Tecno-Unión. —Se acabó, tenemos Skako.

—Aun no tienen nada, Jedis —gruñó el Dr. Soynath, mientras alcanzaba el botón de la hebilla de su cinturón, provocando que comenzara a parpadear en rojo.

El suelo tembló y desde las profundidades del mismo, comenzó a surgir, una especie de techo de metal oxidado. Se escucharon pasos y se vio salir, desde las profundidades, a un ejército de ciborgs, claramente civiles de Skako.

— ¡Malditos sean! —gruñeron Anakin y Leia, mientras que Luke y Padme, ponían los ojos en blanco y suspiraban.

—No maldigas, princesa —ordenó Anakin, intentando descubrir, como actuar, y odiando que su primera reacción, en esta situación, hubiera sido empuñar su sable de luz. Lo bajó ligeramente y dio un paso atrás. — ¡No podemos solo atacar a matar, aún son civiles inocentes!

Bond, miró a sus enemigos, mientras colocaba un pequeño lente azul, sobre su visor. — ¡General Obaset, según mis lecturas, solo deberemos de destruir los cinturones!

— ¡Gracias, Bond! —dijo Xadra sonriente, siendo la primera en alargar su mano, y centrarse en la hebilla. Su cuerpo actuó por instinto, haciendo que retrocediera, para que no la cortaran. La chica, enfadada, miró de frente al ciborg que la atacó y choco su sable de luz, contra la espada de Hierro Mandaloriano, y por consecuencia, no dañó la espada. — ¡CUIDADO! ¡Las armas de los ciborgs, resisten las hojas de los sables!

— ¡Entendido! —dijeron los demás.

Las que más rápidamente pensaron, fueron Padme y Leia, armándose con pistolas láser y disparando a los cinturones, logrando, cada una, liberar a al menos a un civil.

Los clones se miraron y comenzaron a disparar a los cinturones. Así, pudieron provocar una rápida baja en el número de sus enemigos.

Los Jedi lograron, dormir con La Fuerza, a un par de ciborgs cada uno, antes de usar sus icónicas armas, para retirarles los cinturones, y salvar a los civiles de aquel vil truco Separatista.

Cuando finalmente abandonaron Skako, fue a puertas de una guerra civil, entre aquellos que fueron manipulados y controlados, por la iniciativa Ciber soldado y aquellos que aún, apoyaban abierta y activamente, los Separatistas.

Y, aunque se aseguraron de intentarlo, no encontraron nada, que permitiera un diálogo civilizado y tranquilo, entre ambos lados.

Tuvieron que abandonarlos y permitir que ellos mismos, lidiaran con las consecuencias, de haber confiado en el tipo de gobierno de Dooku.